¡Bonjour!
¡Buena lectura!
Para las que pidieron por esta historia, les traigo un nuevo capítulo. Disculpen la tardanza, ojalá les guste... espero sus comentarios 😅❤️✨️
¿Estás bien? -preguntó Victoriano mientras se sentaba al borde la cama.
- Sí, solo quiero seguir durmiendo -respondió la mujer, mientras se acomodaba en el lecho.
- Ya dormiste bastante -observó preocupado- ¿De verdad te sientes bien?
- Estoy nerviosa por la cirugía -admitió- así que prefiero huir de mi realidad durmiendo.
- Inés...
El hombre se acostó a su lado abrazándola. Al inicio sintió como el cuerpo de la mujer se tensaba ante su cercanía, hasta que poco a poco se relajó permitiendo que este la atrayera pegando su cuerpo al de él.
- Todo va a estar bien -repitió la incansable frase- te lo aseguro.
- Victoriano, sin ánimos de pelear... algunas veces ya ni ganas tengo de seguir batallando para vivir -susurró al borde las lágrimas.
- Me imagino lo duro que es para ti, sin embargo, noto que tienes una gran fortaleza -la reconfortó- tienes un gran corazón y estoy seguro de que tu misión aquí aún no ha terminado.
Al escuchar las palabras de Victoriano, la pobre de Inés estalló en llanto.
- Puede que tengas razón -comentó, buscando creer en esas palabras- puede que en verdad tenga muchas cosas que vivir antes de partir.
Se produjo un silencio entre ambos, hasta que Inés se volteó sobre la cama quedando frente a Victoriano.
Este secó sus lágrimas con auténtica suavidad y ternura. Ella cerró los ojos disfrutando de las caricias recibidas.
- Gracias Victoriano...
Las horas pasaron e Inés se encontraba en su sala esperando a que la enfermera le colocara el catéter en el que le administrarian los medicamentos para la cirugía.
Esa noche sería algo dura de afrontar, de eso estaba completamente segura.
Cuando la enfermera terminó su cometido, la dejó sola.
Las lágrimas se agolpaban en sus pupilas, peleando por salir estrepitosamente y como en ese momento nadie la veía, Inés se permitió llorar.
Diana le había informado que esa noche le sería imposible acompañarla y Victoriano prometió que pasaría un rato a verla ya que tenía que estar preparado para la cirugía del día siguiente.
Para su suerte se le permitió tener el celular con ella, sin embargo no le apetecía para nada distraerse con el aparato tecnológico.
De modo que optó por mirar cada detalle de la sala en la que estaba, desde las paredes, los pisos, las ventanas y rogaba porque esa no sea una de las últimas imágenes o recuerdos que se llevara de su vida.
Las palabras que había dicho Victoriano en la mañana mientras compartían esa cercanía tan íntima, hicieron eco en su alma otorgándole ese deseo de continuar y ver que había más allá... si de verdad su misión en la vida continuaba y si al final de tanta mala racha, al fin encontraría la felicidad anhelada.No supo explicar como fue que entre lágrimas y pensamientos se durmió de un momento a otro y despertó al sentir unos tibios dedos posándose sobre su mano.
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¿QUIÉN ME HA ROBADO EL MES DE ABRIL?
RomanceEsta historia la había publicado ya por el 2018 más o menos, solo que bajo el nombre de: "Una mirada que fue mentira" y la verdad que la idea de lo que iba escribiendo me encantaba, hasta que no tengo idea del porqué lo convertí en algo totalmente d...