¡Bonjour!
¡Buena lectura!
De camino a la casa el pobre Victoriano temblaba sosteniendo el volante. En cada semáforo aprovechaba para mirar a su mujer y posar su mano sobre su vientre maduro.
Allí se estaba formando su hijo.
Al llegar a casa volvieron a fundirse en un cálido abrazo, las risas y besos no faltaron en esa celebración.
- Nunca creí que sería capaz de sentir algo parecido -expresó el hombre- es algo indescriptible, pero se siente tan bien.
- ¡Ay, yo siento que se me va a escapar el corazón por la garganta! -exclamó con una amplia sonrisa- si esto es un sueño, no quiero despertar jamás.
- No lo es, es nuestra realidad -susurró contra sus labios antes de besarla- es nuestro presente y es la antesala a días de infinita dicha.
Las semanas pasaron, ya le habían dado la noticia a Diana, Kass, Eduardo y otros allegados. Todos compartieron la felicidad con la pareja.
Esa tarde tenía ecografía y en ella podrían saber el sexo del bebé.
Aunque estaban de moda esas fiestas de revelación de género, Inés optó por enterarse de la manera habitual para luego informar a sus amigos.
Todos estaban ilusionados ante la próxima llegada del bebé, ya deseaban saber si era un niño o niña para comprar la ropa, pintar la habitación y demás cosas.
En esas pocas semanas que avanzaron, Victoriano había leído cientos de artículos e información respecto a bebés.
Inés disfrutaba verlo tan comprometido con su nuevo papel de padre y a la vez se divertía por algunas exageraciones que Victoriano protagonizaba.
El futuro padre ya había ordenado artículos para mejorar la seguridad de la casa, había instalado puertas y barreras, iba a cambiar el piso del patio, entre otras cosas.
- Debes tomártelo con más calma -sugirió su mujer.
- De ninguna manera -dijo sin inmutarse- me encargaré de que mi bebé crezca en un lugar libre de peligros.
- Me parece que aquí hay un papá sobreprotector -lanzó el comentario antes de tomar su bolso- Vamos, la ecografía y develar el género de nuestro bebé nos espera.
Victoriano dejó de lado todo lo que estaba haciendo, apresurandose al coche.
En el camino mientras hablaban cayeron en cuenta de que todo este tiempo le habían llamado al bebé: "rabanito" de cariño, nunca pensaron en un nombre.
- Creo que será más fácil decidir cuando sepamos el sexo -comentó Victoriano.
- Puede que sí... Me sorprende como todo este tiempo lo llamamos rabanito, leímos sobre muchas cosas, hasta ya compramos una cuna de color neutro y nunca pensamos en un nombre -admitió.
- Hay personas que deciden el nombre una vez que ven al bebé -la calmó- no te preocupes, estoy seguro que llegará la inspiración y el nombre adecuado para ella.
- ¿Ella? -preguntó enarcando una ceja- ¿Por qué crees que es ella?
- Estoy seguro, ya lo verás...
Mientras que Victoriano apostaba por la niña, Inés estaba convencida de que su bebé rabanito era niño.
Más tarde, iban saliendo de la clínica ya con el resultado en sus manos.
Al final Inés si quiso realizar una especie de reunión para revelar a la familia y amigos el género.
- Podemos invitarlos para mañana -la apoyó Victoriano- vamos a decorar el jardín con tonos neutros, veremos la comida y bebida... Es más, dejámelo a mí, tú no te preocupes por nada.
Inés abrazó a su amado con fuerza, ese hombre si que la consentía mucho más que antes desde que se enteraron lo del embarazo.
Malisiosa supo que tenía que sacar provecho de esa situación.
Esa tarde se encargó de llamar a todos los invitados, que en total sumaban quince, afortunadamente cada uno confirmó presencia emocionando a Inés, haciéndola sentir rodeada de amor.
Victoriano pidió que prepararan un pastel en dónde se vería el resultado, también ordenó unos juegos para alegrar el encuentro antes de revelar el misterio.
Al día siguiente todo estaba listo, Diana se encargó de tomar fotos.
- Es una niña -aseguró Kassandra mientras acariciaba el vientre de su cuñada.
- Lo siento, mi amor -dijo Eduardo- yo estoy seguro de que es un varón.
Inés y Victoriano reían divertidos con la predicción de sus amigos.
- Es un niño -dijo Diana- yo creo que es un niño.
- Creo que ya es hora de que se enteren -Inés tomada de la mano de Victoriano caminó hasta la mesa del pastel.
- Bueno, contemos hasta tres -la pareja tomó entre sus manos el cuchillo.
- ¡1, 2 yyyyyyyy 3! -gritaron todos mientras ellos hundían el cuchillo cortando una gran rebanada.
Inés y Victoriano levantaron el trozo con una gran sonrisa.
- ¡Lo sabía!
Entre el festejo y los abrazos escucharon un aplauso fuerte y pausado que los hizo voltear a todos.
Era Bernarda acercándose, la mujer que vestía completamente de negro, como si estuviera asiestiendo a un funeral, llegó hasta su hijo.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó molesto.
- Victoriano, no puedo creer lo bajo que has caído... Eres la decepción más grande que he tenido en la vida -arremetió con ojos llorosos.
El comentario llenó de rabia al hombre que inmediatamente tomó a la mujer que le dió la vida del brazo para sacarla de allí.
- Victoriano, por favor... -rogó Kassandra intentado apartarlo al notar lo rudo del agarre de su hermano- no hagas algo de lo cual puedas arrepentirte.
- La única que tiene que arrepentirse aquí, es está señora -expresó con la voz quebrada- si no piensas disculparte, no tienes nada que hacer aquí -advirtió amenazante.
- ¡Jamás! -exclamó mirando a Inés con desdén.
- Por Dios, mamá, no puedo creer que te comportes de esta manera -Kassandra no comprendía a su madre- se trata de tu nieto...
- No vuelvas a decir semejante barbaridad, esa mujer no es digna de darme un nieto -señaló con el dedo a Inés- es una divorciada, enferma de cáncer, de seguro ese niño llegará enfermo al igual que ella.
La gota que colmó el vaso.
Inés que hasta el momento solo observaba la escena, corrió hasta Bernarda para abofetearla.
- ¡Que su boca llena de odio al igual que su corazón, se le achicharre, señora! -gritó- larguese de aquí que no es bienvenida.
Bernarda se marchó, no sin antes volver a soltar su veneno y malos deseos. Arruinó el momento especial de su hijo.
Incapaz de mantenerse de pie ante la carga de emociones, Inés cayó al suelo perdiendo el conocimiento.
Continuará...
PD: me pregunto si alguien leerá esto? 😅 Pasaron muchos meses desde la última vez que actualicé. Es que volví a tener un bebé y bueno, la vida con hijos no es algo sencillo 🫠
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¿QUIÉN ME HA ROBADO EL MES DE ABRIL?
RomanceEsta historia la había publicado ya por el 2018 más o menos, solo que bajo el nombre de: "Una mirada que fue mentira" y la verdad que la idea de lo que iba escribiendo me encantaba, hasta que no tengo idea del porqué lo convertí en algo totalmente d...