Kiyotaka Ayanokoji, una obra maestra de la "sala blanca", finalmente ha logrado escapar de su cautiverio y obtener la libertad que tanto ansiaba. Sin embargo, pronto se da cuenta de que el mundo exterior es igualmente injusto y desigual.
Tres años d...
Me levanté del cuerpo de Gallus. Soporté el dolor que destrozó mi cuerpo y mi pie por igual y me obligó a retroceder un poco. La velocidad a la que fui líbero el cuchillo. Todos mis dedos están intactos, pero me duele un el puño debido al aumento mágico.
«...»
Gallus seguía en el suelo, con su nariz sangrando, y su cara golpeada de arriba a abajo.
«¡Lo logramos!» Cuando miré de reojo, vi a Geese con su puño en el aire. «En el momento en que esos tipos del Estilo Dios del Norte escuchan el nombre Crying Bomb, siempre usan ambas manos para cubrirse la cara.»
No tengo idea de lo que eso significa, pero aparentemente aquellos entrenados en el Estilo Dios del Norte tenían un hábito extraño. En cualquier caso, me acerqué a Gallus con cautela.
«¡Oiga, jefe, tenga cuidado!»
Mantuve la guardia alta mientras observaba a nuestro oponente inconsciente. Agarre su espada, que se le había caído cerca, y la tiré. Cuando lo hice, la Bestia Sagrada saltó en el aire y cogió la espada en su boca antes de regresar a mí, mientras meneaba su cola vigorosamente.
«Geese, toma esto.» Le di unas palmaditas en el cachorro antes de pasarle la espada a Geese. Entonces agarré un palo y empecé a pinchar a Gallus con él.
No se movió, Incluso pinchando alrededor de sus ojos no se inmutó. Le até las manos y las piernas y le puse una mordaza en la boca, pero sus ojos permanecieron cerrados. Parecía completamente inconsciente.
«Ganamos.» Cuando las palabras salieron de mi boca, la bestia sagrada gimió y Geese, que había quitado la bolsa de la cabeza del rehén.
Todavía me estaba calentando en el resplandor de la victoria cuando el niño rehén se despertó y comenzó a llorar. Poco después de eso, los guerreros beastfolk llegaron.
«Oh...»
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Este había sido un caso único de secuestro. Se trataba de una operación en gran escala que la organización de contrabando había tramado y yo me adelante a todo ello. Planeaban robar la Bestia Sagrada, la deidad guardiana de Doldia. Sus motivaciones no estaban claras, pero aparentemente mucha gente deseaba a la Sagrada Bestia por lo especial que era.
Dicho esto, incluso el simple hecho de secuestrar a la Bestia, sería un reto. Asumiendo que lo consiguieran, la gente BeastFolk, con su avanzado sentido del olfato, se pondrían a la caza de los contrabandistas y recapturarían inmediatamente a la Bestia. Por eso la organización ejecutó su plan durante la temporada de lluvias.
La temporada de lluvias duró tres meses. Cada asentamiento se ocupaba de los preparativos, y los guerreros de cada aldea tenían las manos atadas. Dicho esto, era imposible navegar en medio de la temporada de lluvias. Así que justo antes de que las lluvias comenzara, robarían la Bestia, y se la llevarían al continente Demoníaco. De esa manera podían salirse con la suya fácilmente.
