Una aventura pacifica

Temporada 2. Capítulo 4: El mago solitario

Ahora que perdí a Eris, supongo que ya no tengo a una persona tan idiota de seguir mis instrucciones sin rechistar. Tendré que conseguir a alguien más.

Un bosque rodeaba por completo 3 carruajes que atravesaban la solitaria carretera por mitad de la arbolada a paso acelerado.

El nombre de ese bosque era conocido como La barba del Dragón, y se encontraba entre la frontera norte de Asura y la cordillera de la Mandíbula Superior del Dragón Rojo, que era una de las cordilleras que dividían el continente central completamente.

Bueno, ahora me siento extremadamente... ¿Aburrido? No lo sé, por primera vez en más de 18 años, me sentí, vivo.

Nunca le presté mucha atención a mi parte emocional, pero supongo que el estar en otro cuerpo con las experiencias de una libertad real supongo que de cierta manera tengo lo que quiero.

Ahora tengo que buscar a mi madre, realmente los apreció, de verdad. Y quiero mantener unida a mi familia.

Supongo que tendré que ser un poco más expresivo para intentar conseguir algo.

"Eh, tú, llevas un rato con la mirada vacía. ¿Qué te pasa?". La voz de una mujer me sacó de mis pensamientos. A decir verdad siempre la he tenido así, incluso desde que volví a nacer. Cuando mire en dirección de la voz que me llamo, se trataba de una chica, piel oscura y rastas de su pelo. Equipada con una coraza y unos guanteletes ligeros.

"No pasa nada". Respondí, forzando una sonrisa para quitarme de encima una conversación que se tornaría demasiado incómoda hasta para mí.

"Y lo siento si te he molestado un poco". Continué, intentando desviar su atención.

"Ya veo, pero dime, ¿cuál es el motivo de que un niño como tu viaje al norte?". La guerrera parece que quiere forzar una conversación para distraerse, aunque sea un poco del aburrido viaje en carruaje.

"¿Por qué preguntas eso?".

"Se ve a simple vista que eres un mago. Pero uno que sigue siendo un niño, estoy seguro de que no has alcanzado ni siquiera la edad de un adolescente. ¿No te parece un poco pronto para volverte un aventurero? Supongo que apenas sales de la escuela de magia".

Nunca fui a una escuela en primer lugar, esto realmente es incómodo.

"Bueno... No es mi obligación responderte".

Y ahí va otro intento para cortar la conversación. No me apetece hablar con nadie ahora mismo.

"¡¿A qué viene esa actitud?! ¡Suzanne solo intenta ser amable!". 

La chica rubia que iba sentada junto a la mujer de rastas no parecía querer dejar pasar las palabras 'ofensivas' que le lance a su amiga.

Suzanne... Se parece bastante a Suzune. 

La joven rubia tiene un aire de autosuficiente, rozando el egocentrismo, e iba vestida con ropa ligera, similar a la de un espadachín; pero su espalda no llevaba una espada, sino un arco. Por su aspecto físico, está entre los 15 y 17 años.

Gire mi visión a la de la chica que acaba de gritarme simplemente por no querer responder una pregunta, le mantuve la mirada unos segundos para inspeccionarla un poco y luego me devolví a mi posición original.

"No pasa nada, Sara, el chico no busca problemas, es solo que es más directo de lo normal". Dijo Suzanne, tiene toda la razón.

"Pero Suzanne, llevas preocupada por él desde ayer, diciendo que parece estresado y deprimido. Y ahora que le intentas hablar va y te-".

No van a parar de molestar hasta que responda su pregunta, parece que tendré que hablar un poco.

"Si tanto quieres saber, voy en dirección al norte para buscar a mi madre, ella desapareció en la catástrofe Mágica de la provincia de Fedora." Dije.