Volver a empezar

Capítulo 30

Pocas veces Natasha había estado tan nerviosa como lo estaba ahora, se sentó en la cama de la castaña pensando muy bien que iba a decirle a su pequeña quien seguía de brazos cruzados mirándola con el ceño fruncido. Palmeó el espacio junto a ella y aunque al principio se negó terminó caminando enfadada en su pequeño berrinche hasta sentarse junto a ella.

- Está bien – la pelirroja respiro hondo - ¿porque estás tan molesta?

- Es que no entiendo cuando hablan ruso – bufó molesta – como si tuvieran un secreto y eso no me gusta

- No estamos ocultando nada, bichito – miró a su pequeña – solo estábamos hablando sobre la remera que me regalo Skye

- ¿De verdad? – vio a su madre asentir antes de mirar las manos de esta – mami...no tienes tus anillos

- No, malen'kiy – sonrió acariciando con suavidad el cabello de su pequeña – recuerdas que mami estaba yendo a sanar su corazón ¿verdad?

- Sí – asintió acurrucándose más cerca de su mamá - ¿eso significa que voy a tener una mamá en la tierra?

- Significa que mami está lista para intentarlo – vio cómo su pequeña levantaba rápidamente la mirada con emoción – cuidado, bichito puedes lastimarte el cuello

- Tengo que decirle a la teniente – se levantó de un salto – ella tiene que saberlo

- ¿Qué cosa, Lo? – la miró confundida –

- Pues que estás lista para ser su novia – sonrió aplaudiendo sin darse cuenta de la mirada de sorpresa de su mamá – que puede ser mi mamá en la tierra

- Espera...espera – salió rápidamente de la sorpresa para acercarse a su pequeña - ¿Por qué piensas eso?

- Pues porque ustedes están sonriendo siempre – se encogió de hombros – siempre están abrazadas o incluso mirándose como se miran mis tías

- Vaya...eres una pequeña observadora ¿verdad? – se sonrojó mirando a su hija

- Como tú – asintió feliz por el cumplido – eso significa ¿Qué te gusta Skye?

- ¿Qué opinas sobre eso? – vio confusión en su pequeña por no responder su pregunta - ¿Qué ella y yo podamos tener algo?

- Me gusta – asintió feliz – ambas están felices, y quiero mucho a la teniente...ella también me dijo que me quiere más que a nada en el universo

- ¿De verdad? – vio a su pequeña asentir, sintiendo su corazón calentarse – bueno ella te quiere mucho, eres su capitana

- Entonces mami – miró a su mamá con una sonrisa - ¿te gusta Skye?

- Me gusta – asintió viendo que su pequeña se tiraba a sus brazos – calma, bichito...jamás te vi tan emocionada

- Es que...después de tanto pedir al fin encontré a mi mamá en la tierra – asintió emocionada acurrucándose en el pecho de su madre – bueno...ella nos encontró

- Lo hizo – asintió con una sonrisa mientras abrazaba a su pequeña – entonces ¿estás bien con eso?

- Por supuesto – miró a su mamá - ¿son novias?

- Aún no – se rio por la cara de desilusión de su hija – estamos yendo despacio, bichito...no es momento todavía

- Pero tú...quieres ser su novia ¿verdad? – Natasha notó los ojos de su pequeña brillar