Capítulo 8

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Por su parte, Kate se había sorprendido al ser recibida por su hermana en short y top, para cualquiera que la viera diría que estaba loca con el clima que hacía fuera en la ciudad, pero con la calefacción encendida parecía un atuendo bastante acorde.

Claro que Skye se había sorprendido de verla allí, sosteniendo su café favorito y una caja de donas, conversaron durante horas sobre cómo se había sentido con el día así enfadándose al escuchar que había tenido que ir a urgencias y no le había avisado ni a ella ni a su madre. Claro que la mayor de las hermanas le explicó que era algo que solía hacer cuando su cuerpo dolía demasiado, no era algo de lo que preocuparse y por suerte se sentía un poco mejor.

Adelantaron su cena cuando mencionó que su esposa estaba teniendo una conversación con su hermana por lo que no quería interrumpirla, así que comieron pizza del lugar favorito de Kate entre risas y anécdotas de cuando eran pequeñas, los recuerdos que tenían de su padre antes de que falleciera. Pasaron una hermosa noche como hacía tiempo no tenían por los viajes de Skye, así que cuando Kate se despidió estaba realmente agradecida por tenerla de regreso, poder compartir de nuevo.

El fin de semana paso relativamente tranquilo, pues Natasha y su pequeña habían tenido que mudar sus cosas del departamento a casa de Lena y Kate porque parecía estarse desarmando con cada paso que daban, así que con la ayuda de estas terminaron adelantando la mudanza.

Cuando el lunes llegó se sorprendió al recibir un mensaje por parte de Skye que simplemente decía "Permisos listos, empezamos mañana". Estaba feliz de que el proyecto de remodelación comenzara pronto, había tenido que esquivar las preguntas de su hija durante todo el fin de semana sobre cuando irían con la castaña a tomar ese chocolate caliente que le debía, su pequeña sin dudas que había heredado de ella lo terca, así que ese día luego de terminar de trabajar y retirar a su pequeña le envió un mensaje a la mayor de las hermanas Bishop para invitarla a la casa de Lena pues Lori quería verla.

Grande fue la sorpresa del matrimonio Romanoff – Bishop al llegar a su casa en la tarde con su pequeña notando que en la sala se encontraba Skye sentada en el suelo pintando con Lori mientras tomaban chocolate caliente y Natasha las observaba con una pequeña sonrisa en su rostro. La rubia miró a su esposa que se encogió de hombros pues tampoco tenía idea que estaba ocurriendo entre ambas, cuando Ann vio a su prima pintando corrió para tirarse encima suyo llamando la atención de las adultas.

- Buenas – Kate se acercó para abrazar a su hermana después de saludar a Natasha - ¿todo en orden?

- Sí, yo le prometí a Lori acompañarla a tomar chocolate caliente el otro día – asintió saludando a Lena – pero es mi señal de retirada

- Momento, cuñada - la rubia la miró con una sonrisa – ya que estás aquí ¿Por qué no nos acompañas a cenar?

- Bueno, tengo que levantarme temprano mañana – sonrió – tengo que empezar una remodelación

- Son apenas las 7, comemos y luego puedes irte a tu cueva – Kate la miró con una sonrisa - ¿Qué dices?

- ¡Sí! Quédate con nosotras – Lori había escuchado eso antes de mirar a Skye – por favor, teniente

- Claro, capitana – asintió haciendo un saludo militar – supongo que puedo quedarme

- Excelente, vamos a pedir pizza – Lena miró a Natasha – sestra, ¿me acompañas a la cocina?

- Claro ¿ocurre algo? – estaba confundida de que le hablara en ruso

- ¿Qué es eso que suena tan raro? – Lori miró a las demás al ver a su madre y tía desaparecer en la cocina

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