Volver a empezar

Capítulo 25

Abrió sus ojos respirando de manera agitada antes de sentarse observando hacia todos lados bastante desorientada, sintió nuevamente unas manos tomar su rostro por lo que se concentró en los ojos grises que la miraban bastante preocupada y parecía estar diciendo algo, solo que no podía escuchar bien. Volvió a mirar alrededor dándose cuenta de que nuevamente estaba en el departamento de Skye, acostadas en la cama ¿acaso todo eso había sido un sueño?

- Nat...hey – acarició su mejilla preocupada - ¿puedes escucharme?

- Skye... - la miró – yo... ¿Qué...qué paso?

- No lo sé, me desperté porque estabas murmurando y no podía entender que decías – acarició su mejilla respirando aliviada – hasta que empezaste a decir mi nombre, pero no podía despertarte

- Tuve...tuve un extraño sueño – se acercó para abrazarla fuerte – dios...agradezco que solo haya sido un sueño

- Está bien, te tengo... - la rodeo rápidamente entre sus brazos – fue solo un sueño, estás a salvo ahora

- Me tienes, Bishop – la miró con una pequeña sonrisa intentando que entendiera lo que le decía – quiero que lo sepas

- Me tienes, Nat – la miró un poco emocionada - ¿estás bien?

- Ahora que estoy aquí, lo estoy – asintió respirando más tranquila

Antes de que pudieran decir algo más, la alarma del teléfono de Skye comenzó a sonar avisándoles que eran las 7 AM, Natasha se sentía aún bastante confundida por el sueño que había tenido, el ver a su esposa y lo que le dijo...pero sobre todo el terror en su pecho ante la idea de que ni Skye ni Lori estuvieran en su vida, no podía concebir vivir sin ellas...eso simplemente la devastaría.

Skye seguía rodeando con sus brazos a la pelirroja preocupada por lo inquieta que había visto a la mujer por lo que sea que hubiera estado soñando, así como su respiración agitada al despertarse y el alivio que vio en sus ojos al descubrir que era un simple sueño. También estaba el hecho de que le había dicho que la tenía, eso sin dudas había causado un huracán de emociones en su pecho, sin poder ocultar su sonrisa ni lo que Natasha estaba haciéndole sentir.

- Sé que vamos a desayunar con los demás – Natasha miró a la castaña – pero antes de ir ¿quieres darte una ducha?

- Creo que la necesito – asintió mirándose – fue un sueño algo agitado

- La ducha es tuya entonces – sonrió besando su mejilla – voy a ducharme mientras tanto en el otro baño

- ¿Cómo estás de los dolores? – se acercó apoyando su mano en la mejilla de la castaña - ¿mejor?

- Mucho mejor – asintió mirándola a los ojos – voy a enviarle un mensaje a Kate preguntándole a qué hora nos encontramos

- Está bien – sonrió levantándose – voy a ducharme entonces

- Nos encontramos en un rato – se levantó también

- Antes de que te vayas, hay algo que quiero hacer – se acercó tomando su rostro entre sus manos para besarla – buenos días, Skye

- Buenos días, Nat – sonrió acariciando con cuidado su cintura – siento si tengo mal aliento

- Si me molestara no te hubiera besado, Bishop – se rio – así que nada de disculpas

- Entendido, capitana – sonrió mirándola – ahora regreso

Skye salió de la habitación con su teléfono para darle algo de privacidad a la pelirroja para que pudiera ducharse, en lo que llamaba a su cuñada porque conociendo a su hermana todavía estaría durmiendo y no tendría buen humor si se atrevía a despertarla.