Capítulo 18

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Luego de ir por las hamburguesas entraron a la casa de Yelena y Kate, había demasiado silencio por lo que decidieron colocar las cosas en la mesa para cenar, Skye había quedado un poco pensativa por lo dicho por la pelirroja, ella estaba lista para dejar ir ¿verdad? No había entendido mal, pero no quería ilusionarse, no cuando horas antes se habían cruzado con Rachel y la dejó prácticamente en jaque para tener que contar probablemente una de las cosas más difíciles por las que tuvo que pasar.

Había enviado un mensaje a su hermana para que estuviera tranquila de que su teléfono estaba conectado y pronto podría usarlo, claro que está se burló un poco por el hecho de que se encontraba con Natasha a solas en su casa, pidiéndole que no hicieran nada indebido mientras no estaban, por supuesto esa opción estaba muy lejos de poder cumplirse, aunque lo quisiera.

Cenaron entre charlas acerca de cómo había sido el día de Lori en la escuela y su tarde junto a Skye, Natasha sonreía mirando la interacción de ambas pues parecían que se conocían desde siempre y no desde hace poco. Sin dudas habían conectado demasiado bien y aunque tenía un poco de temor por eso, decidió seguir el consejo de su terapeuta y simplemente sentir las cosas sin pensarlas tanto.

Al terminar decidió llevar a su pequeña a dormir pues ya era tarde, mientras que Skye mencionaba que iba a darse una ducha, claro que antes se despidió de Lori con un abrazo y un saludo militar como se había vuelto su costumbre.

- Voy a servirme una copa de vino – Natasha miró a la castaña - ¿quieres una?

- No tomo alcohol – sonrió tímidamente – pero aceptaría un té

- Está bien, cuando salgas de la ducha te espero con el té

- Gracias, Natasha – asintió antes de irse al cuarto de huéspedes

- Mami – Lori miró a su madre - ¿puedes contarme un cuento?

- Por supuesto, bichito – asintió levantando en brazos a su pequeña – andando

Lori no terminó de escuchar el cuento de su madre pues no se había dado cuenta lo cansada que estaba realmente hasta que se acostó cómodamente entre las mantas, Natasha regresó a la cocina para servirse una copa de vino y preparar el té para la castaña sorprendida por el hecho de que no bebiera alcohol. Minutos después Skye apareció en la cocina con un pijama de invierno y un buzo un poco abrigado encima, recibió el té antes de preguntarle si quería ir al porche cubierto que había en la parte de atrás de la casa.

Se acomodaron en una pequeña hamaca que había allí pues, aunque Natasha no quería presionar sabía que tenían una conversación pendiente, su curiosidad acerca de lo que había dicho la ex novia de Skye era demasiada y porque no el deseo de conocer más a la mujer. La castaña no podía negar que estaba nerviosa, estaba a punto de contarle su historia a Natasha, con mucho miedo de que saliera corriendo luego de enterarse de sus marcas, su accidente, pero estaban allí y una vez más decidió arriesgarse.

- Bueno, creo que te debo una explicación – miró a la pelirroja luego de tomar un sorbo de su té

- No me debes una explicación, Skye – sonrió con comprensión – no necesitas hacerlo si no te sientes lista

- Quiero hacerlo – respiro hondo asintiendo – tú me has contado tu historia y quiero hacer lo mismo

- Está bien – sonrió tomando su mano – si sientes que es mucho, podemos hablar de otra cosa

- Lo sé – miró sus manos antes de decidirse a contarle – como sabes estuve en el ejército hace algunos años, entre a la escuela militar cuando cumplí los 15 años

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