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Otra mirada de sorpresa se mostró en el rostro de Esther.

—Bueno hija, no tienes porqué apurarte, tal vez siendo amigos puedas ver si ustedes pueden ser compatibles para algo más o no, en caso de que no lo sea, entonces al menos habrás ganado un nuevo amigo... eso espero —soltó lo último en un murmuro, sabiendo que estaba el riesgo de que el chico al sentir el rechazo de su hija no quisiera volver a hablarle.

—Después hablaré con él —contestó Enid un poco más indiferente a la conversación y más ansiosa por terminarla para continuar en su misión con Wednesday.

De pronto, sintió que podía conseguir algo de ayuda de su madre, por lo que optó en preguntarle lo siguiente:

—Madre... —comenzó la rubia con un tono inseguro— ¿Qué significa la humanidad para ti?

Sonaba como una pregunta tal vez muy profunda para un cambio repentino de tema, Esther miró con intriga a su pequeña pero decidió responderle con sinceridad:

—Bueno, lo que nos diferencia de las máquinas es que nosotros tenemos humanidad por el simple hecho de sentir, las emociones y la intensidad pueden ser algo que conecte bien con la palabra... La vulnerabilidad, la suavidad, la empatía... Al menos lo veo de ese modo —expresó con aire pensativo, había sido una pregunta interesante, lo suficiente para hacerla divagar pero Enid se encontraba satisfecha con su respuesta.

—Lo tengo —afirmó con una pequeña sonrisa, sus ojos brillaron ya teniendo una idea de cómo ayudar a su avatar—. Gracias, mamá —le dio un abrazo corto y se giró finalmente hacia su consola.

—¿A qué se debe la pregunta, Enid? —quiso saber su madre, pero la rubia solo podía mirar la pantalla totalmente desconcertada.

No había rastro de Wednesday.

—Solo curiosidad... Es todo. Voy a seguir jugando —fue el aviso de la rubia para dar a entender que no prestaría atención a otra posible charla con su madre, el encontrar a Wednesday estaba capturando toda su atención.

—No has cambiado nada —comentó Esther con cierto sarcasmo pero no se molestó por el comportamiento de su hija—. Iré a comprar, volveré enseguida —su madre abandonó la habitación pero Enid estaba muy lejos de haberla escuchado.

Sus ojos azules buscaban con ansiedad a su avatar, apretó start y movió los controles pero Wednesday no apareció, y como ya había ocurrido anteriormente, en su lugar, pudo controlar la cámara del juego. Se movió por toda la habitación de la gótica y se detuvo cuando divisó a la pequeña mano frente a la pantalla.

—Oh... Ahí está su ayudante —fue todo lo que pudo decir la rubia, por alguna extraña razón, lo encontró adorable. La mano parecía estar esperando que le prestara atención y cuando finalmente lo hizo, no tardó en moverse con lo que parecían ser pequeños saltos.

Enid frunció un poco el ceño pero una sonrisa genuina se dibujó en sus labios.— Lo siento, no sé si estás tratando de comunicarte conmigo pero no logro entenderte... —la mano volvió a hacer algunas señas en respuesta— Qué injusto, deberían poner una traducción aquí, ¿esto no tiene subtítulos? —cuestionó extrañada poniendo en pausa el juego nuevamente y buscando entre las opciones, no encontrando ninguna que pudiera ayudarla a entender a la mano.

Luego de un rato, pequeñas letras anticuadas se dibujaron sobre la mano, haciéndole una presentación rápida como otro personaje secundario. El nombre de Thing apareció sobre éste y Enid asintió con una expresión de sorpresa.

—Thing —repitió Enid luego de que las letras del nombre de la mano desaparecieran.

El pequeño Thing le levantó el pulgar en afirmación y Enid rió un poco por ello, era lo único que había podido entenderle hasta el momento.

gamer ; wenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora