Taehyung había vivido su vida siendo esclavo de su propia familia lleno de alfas, en la sociedad actual de la manada Kim un omega era vergüenza para su familia. Taehyung jamás sintió qué es el cariño, no puede hacer o decir algo sin pedir permiso. É...
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Era de mañana cuando Yoongi decidió levantarse a correr por el patio de la mansión. El alfa tenía cierta costumbre, pero desde que llegó Taehyung ya no lo hacía seguido por el miedo de volver y encontrar al omega ya despierto.
Porque el alfa amaba ver despertar a su omega, parecía un tierno gatito al abrir sus ojos y pedir su ración de mimos. Y él obviamente no era nadie para negarlo, en cambio, su ración de mimos era obligatoriamente por la mañana y antes de dormir si o si.
Porque no le gustaba ver a su omega con un puchero.
Era demasiado para su corazón.
Por esa razón, se había levantado a las cuatro de la mañana a correr para así tener tiempo y llegar antes de su omega abra los ojos.
También que su lobo estaba inquieto, demasiado para su gusto y le ponía los nervios de punta al pensar que estaba haciendo mal.
— ¿Pensamientos matutinos?— la voz de Namjoon a sulado lo hizo salir de su mundo. —Llevamos corriendo media hora y no has dicho nada ¿Acaso Taehyung esta mal?
Ambos seguían corriendo, dejando de lado a Hoseok, quien venia acompañado de Chanyeol .
— Todo esta bien— respondió suspirando agitado. Solo que no me gusta dejarlo solo.
Namjoon solto a reír.
— Alfa posesivo— rió de su amigo. — Aprenderas a controlarte con el tiempo.
Yoongi suspiro ya cansado, al igual que Namjoon.
— Creeme que mi lobo esta inquieto.
— ¿Acaso se llega tu celo?— preguntó confundido. —Yoongi no te pongas así, nosotros sabemos que eres un buen alfa.
Yoongi solo asintió y dejo de correr para proceder a tomar agua.
— ¿No que ibamos media hora?— Yoongi miró a su amigo. —Estoy cansado.
Namjoon miro su reloj de mano y bufa divertido.
— De hecho son las cinco.
— ¿Qué mierda?— Yoongi jalo de la mano de Namjoon y al ver la hora antes mencionada en el reloj empezó a asustarse.
— ¿Que pasa?— Namjoon preguntó.
— Debo irme— susurró. — Nos vemos en el comedor.
Namjoon quiso replicar sobre la actitud extraña de Yoongi, pero se le vió imposible al verlo correr en dirección de su habitación.
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