Taehyung había vivido su vida siendo esclavo de su propia familia lleno de alfas, en la sociedad actual de la manada Kim un omega era vergüenza para su familia. Taehyung jamás sintió qué es el cariño, no puede hacer o decir algo sin pedir permiso. É...
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Eran las siete de la noche cuando las voces y risotadas de Jin sonaron en el hogar de Yoongi y Taehyung.
El alfa, quien estaba cómodamente en el sillón de la sala, sonrió al ver que los amigos de su omega vinieron de visita.
— ¿Dónde esta Taehyung? — Jimin preguntó.
Yoongi levantó la mirada del libro que antes estaba leyendo. Baekhyun entraba a la casa junto a Jimin y Jin.
— ¡Hey! — saludo Yoongi. — Taetae se está bañando — respondió. — Pueden esperarlo, la cena ya casi estará lista pero pueden pedir pizza si desean.
— Genial, entonces tengo tiempo para pedir comida — Jin gritó de emoción, haciendo que el alfa se sobresalte. — Por cierto, escuche que Eunwoo estará un tiempo en la manada — susurro antes de salir de la cómoda sala de estar.
— Yo te ayudo — Jimin le siguió. — Por cierto Yoon, hoy nos quedaremos — dicho esto salió detrás de Jin.
Baekhyun dejo caer la caja pequeña que traía entre manos. Soltó un suspiro y se sentó en el sofá.
— ¿Qué es eso? — Yoongi preguntó dejando de lado el extraño sentimiento en su pecho.
— Hilo — respondió. — Taehyung me dijo que le faltaban hilos, así que mande a comprar.
Yoongi asintió revisando los hilos de colores pasteles en la pequeña caja.
— Genial, Baekhyun — mencionó. — A Taehyung le faltaban estos colores.
— Mañana vendrá el profesor de inglés de Taehyung a conocerlo — mencionó sentándose al lado de la caja, frente a Yoongi.
— No es por ser malo Yoonie, pero creo que primero debes conocerlo tú.
— Lo sé — mencionó. — No te preocupes, analizaré bien al señor que vendrá.
Baekhyun asintió satisfecho, sabiendo que Taehyung estaba en esos días en donde se sentía más sensible y no quería que alguien le haga daño. Tampoco quería pasar por alto a la opinión de Taehyung, pero sabía perfectamente que el omega estaba superando el acontecimiento con Irene así que debían ser precavidos y evitar algún desastre.
— Por cierto, la mamá de Eunwoo quiere verte.
Yoongi sonrió divertido, recordando las palabras de Jin.
— ¿Quiere pedir perdón por haber dejado venir a su retoño a joderme la vida?
Baekhyun negó suavemente.
— Yoongi, le golpeaste.
— El se lo buscó — suspiró frustrado. —¿Escuchaste como hablaba de Taehyung? Hablaba de mi bebé como si fuera un objeto.
