Destinada a amarla con cada parte de ella a pesar de las circunstancias.
Protegerla de todo, incluso de ella misma al tiempo que se propone a amarla.
Lena se ve obligada a casarse para evitar una guerra qué probablemente acabaría con toda su familia...
Kara, suficiente, Alex debió tener una muy buena razón para desaparecer sin decir nada — digo cansada de verla dar ordenes a todos para que la busquen.
Tráiganla ahora mismo — ordena molesta.
¡Suficiente! — grito molesta y todos los presentes guardan silencio y se quedan quietos — los quiero a todos en sus casas descansando y a ti — señaló a Kara — te quiero en la habitación en este momento.
Alex no esta y….
Si ya se que no esta — la interrumpo molesta — pero no es una niña, es fuerte e inteligente, hoy es nuestro día y no quiero tus tontas ideas de que algo le pasó.
Kara me sostiene la mirada retándome pero no podrá conmigo, no hoy.
Bien, quédate aquí si eso quieres pero yo me iré con Lex — digo molesta y doy media vuelta para después abandonar la habitación.
¡Lena! — escucho sus gritos ordenando volver pero solo la ignoro.
Entro a nuestra habitación limpiando mis lágrimas, ella a arruinado este día y parece no importarle. La escucho entrar y la puerta se cierra detrás de ella.
Vete, no quiero verte — digo seria y limpio otra lagrima mientras me quito el vestido para ponerme ropa más cómoda.
No vas a irte — dice seria.
Claro que voy a irme, tu ve a buscar a tu hermana — digo molesta.
Los pantalones en mis manos son arrebatados con violencia y al dar la vuelta para enfrentarla me toma del cuello aprisionándome contra la pared.
No vas a irte — repite seria — no puedes abandonarme.
Suéltame — ordeno molesta.
Sus labios besan mi hombro derecho y luego sube para morder ligeramente el lóbulo de mi oreja.
Perdón, fui una estúpida, Alex es fuerte tienes razón, debí escucharte — dice seria y la mano qué tiene libre se posa sobre mi nalga derecha apretando un poco.
No, no tendrás nada de mi — digo molesta pero se que mi enojo no durará mucho si ella continúa así.
Entonces solo voy a tomarlo — dice seriamente mirándome a los ojos.
Su mano libera mi cuello y en un rápido movimiento me carga ocasionando qué mis piernas rodeen su cintura y mis brazos su cuello.
¿Abusaras de mi? — pregunto incrédula.
Eres mía — responde mirándome a los ojos y procede a besarme lentamente y al soltar mis labios procede a besar mi cuello — puedo hacer contigo lo que me plazca y no puedes negarte.
¿Por qué? — pregunto molesta — porque debo obedecerte.
No — responde con una sonrisa — por que tu y yo no podemos evitar desearnos, aun con tu enojo siento tu humedad.
Vuelve a besar mis labios y comienza a caminar hacia la cama conmigo correspondiendo a sus besos.
Me dejo lentamente sobre el colchón y comenzó a quitar su ropa rápidamente mirándome fijamente como un lobo acechando su presa.
Debí ser yo quien te quitara el vestido — dice seria — pero esta bien, aun puedo quitarte lo demás.
Cuando estuvo en total desnudez quise retarla tratando de quitar mis bragas pero rápidamente ella me sujeto de las manos y se coloco sobre mi totalmente furiosa.
Sus ojos rojos y sus colmillos amenazándome me pusieron muy, muy caliente.
Intenta desobedecerme de nuevo y haré qué te arrepientas — digo seriamente.
Me libero y bajo de la cama tomándome de los tobillos y jalándome para dejarme a la orilla de la cama. Me dio la vuelta y mis manos apretaron las sábanas con fuerza al sentirla penetrarme de golpe.
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Ahh, Kara — gemí con fuerza ante su rudeza — ahh, si, así.
Nunca me cansaré de hacerte esto — digo seriamente — nunca.
Si, cógeme duro — respondí con la voz ronca y gimiendo tan fuerte qué estoy segura que serian escuchados en todos los territorios.
Cuando yo estaba por terminar Kara se detuvo y volvió a darme la vuelta. Se arrodillo y coloco mis piernas sobre sus hombros para después perderse entre ellas.
Mis manos sujetaron con fuerza su cabello y mi garganta comenzaba a doler, su lengua estaba haciéndome sentir maravillas. Estaba por llegar de nuevo y esta vez Kara lo permitió. Detuvo su lengua y se puso de pie para volver a penetrarme y fue suficiente para que mi cuerpo temblara de placer. Pero aun con eso ella no se detuvo, continuo embistiendo con velocidad provocando más placer qué antes y no se detuvo hasta que consiguió su liberación anudándome en el proceso.
Mis piernas estaban flexionadas y las manos de Kara estaban sobre mis rodillas.
Creo que no fue la mejor posición para anudarme — comente con una ligera risa.
Siempre será una buena posición siempre y cuando seas tu — respondió con una sonrisa.
Kara, no puedes venir después de pelear a cogerme así — reproche tranquila — no ayuda a que siga enojada contigo.
Tenia que quitarte el enojo de alguna manera — respondió con una sonrisa — por que después de esto te hare el amor toda la noche.
Sus palabras hicieron saltar mi corazón de alegría y como dijo, lo cumplió. Me hizo el amor toda la noche, un lado romántico qué solo yo puedo conocer de ella, porque ella es mía.
Por la mañana desperté abrazada a ella y sonrió. Podría pasar toda la mañana viéndola dormir pero necesito ducharme para bajar a comer algo porque muero de hambre.
Me levanto con cuidado y me ducho rápidamente, me visto y bajo a desayunar y encuentro la cocina vacía. Preparo mi desayuno y también el de Kara para cuando ella baje.
Al ver que probablemente no baje pronto me levanto de mi silla para ir a buscarla al tiempo que Nía va entrando a la cocina y lo siguiente qué escucho es su voz preocupada y veo todo ponerse negro.
Abro los ojos y me siento confundida al no saber donde me encuentro pero la voz de Nía rápidamente me tranquiliza.
Tranquila, Kara ya viene para acá — dice con una sonrisa.
¿Qué paso?, ¿Dónde estoy? — pregunto confundida.
En el hospital de la villa — responde tranquila — te desmayaste.
Bien, no hay nada de que preocuparnos — menciona un chico vestido con una bata blanca y justamente Kara entra por la puerta totalmente alterada.
¿Qué sucedió? — pregunta preocupada — alguien intento envenenarla verdad, seguro fue Olsen, iré por el ahora mismo.
Su furia se neutraliza y mis nervios se activan al escuchar las palabras del medico.
Nada de eso alfa — responde tranquilo — nuestra Luna esta embarazada.
Mis ojos están totalmente abiertos observando al medico qué nos observa con una sonrisa. Solo volteo hacia donde esta Kara al escuchar un fuerte golpe y me preocupa el verla tirada en el suelo.
¿Es en serio? — pregunta Nía — te dicen que serás madre y te desmayas, esperaba más de ti Kara.
Ciertamente yo también, así como esperaba otras cosas para el día de hoy y entre ellas no estaba el enterarme qué estoy embarazada.
