Capítulo 34

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Pov Lena

La luz del sol me despierta y veo que Kara cumplió su palabra, no esta a mi lado y suspiro al saber que volvió a encerrarse.

Me levanto para darme una ducha y me siento un poco triste por no tenerla aquí conmigo.

Momentos más tarde ya estoy en la cocina comiendo y puedo escuchar pelea afuera y eso me preocupa y la chica que me acompañaba en la cocina me sonríe.

Descuide, es el alfa entrenando junto a Nía y Mon-El — dice tranquila.

Me levanto de golpe al escuchar qué Kara esta afuera y ella se apresura a sujetarme pues a causa de la rapidez con la que me levante tuve un pequeño mareo.

Cuando me recuperó voy a un paso no tan rápido hacia afuera y la mire pateando el trasero de los otros dos sin esfuerzo.

No me importo y corrí hacia ella y al verme pararon de pelear y me arroje a los brazos de mi alfa.

Tranquila amor, estoy aquí — me susurro.

Pensé que no volvería a verte hasta que salieras de nuevo de ese calabozo — dije llorando.

Tranquila, no me iré de tu lado otra vez — me dijo con una sonrisa — ahora por favor ve a sentarte y descansa.

Me dio un corto beso y hice lo que me pidió. Me senté solo a ver como les seguía pateando el trasero y me reía de ellos.

Al cabo de un par de horas por fin se aburrieron y Kara vino a mi lado para llevarme a nuestra habitación cargando.

Iré a darme una ducha — me dijo con una sonrisa — ya vuelvo.

Me queda en la cama sonriendo esperando a que volviera y cuando lo hizo quise comermela al verla desnuda.

No, debes descansar — dijo seria al notar como la estaba mirando.

Pero es que te ves tan deliciosa — dije con una sonrisa y me lami los labios.

Lena, se que con el embarazo todo esto es normal — dice tranquila — pero no quiero que te canses demasiado, quiero que descanses y que estés tranquila.

Hacer el amor contigo me mantiene tranquila — dije seria — además las embarazadas debemos liberar el estrés de alguna manera.

No discutiré contigo, al fin y al cabo siempre termino haciendo lo que dices — dice resignada y se acuesta a mi lado.

Te amo mucho, mucho — dijo con una sonrisa y beso su ombligo y continuo bajando.

Justo cuando estoy por llegar a donde quiero alguien toca a la puerta y eso me hace enfurecer.

Kara, Edén esta aquí y quiere verte — dice Nía.

Me pone nerviosa al escuchar qué el hermano de james esta aquí, ¿que podrá querer el con mi esposa?

Ya voy — dice tranquila y se pone de pie.

Se viste y abandona nuestra habitación y por supuesto voy detrás de ella. No entro a donde ambos se reúnen por que Nía no me lo permite pero escucho perfectamente todo lo que hablan.

Siete de mis hombres fueron hechos pedazos en el bosque — dice edén molesto — y solo tu eres capaz de tal cosa.

Por más que me gustaría esta vez no tengo nada que ver, estaba con mi esposa, no me he separado de su lado desde ayer — responde Kara tranquila.

Se que tienes algo que ver en esto, primero mi hermano y ahora esto — dice molesto — ¿acaso planeas matar a todos para quedarte con el control total de estas tierras?

De querer hacerlo lo hubiera hecho hace mucho tiempo — dice seria — así que si no tienes más que decir es mejor que te vayas, te recibí por curiosidad pero ahora que se a que has venido no me interesa seguir escuchandote.

Te crees muy fuerte — dice molesto — pero te aseguro que me súplicaras piedad algún día.

Si, si, lo que tu digas, largo — dice seria.

Edén se fue y Kara se notaba algo tensa.

Ese idiota, debi matarlo cuando quería pelear por lo de su hermano — dice seria — Nía ya escuchaste lo que paso, ve é investiga qué paso y Lena ven aquí.

Nía me observa y solo alza los honbros y se va, yo por mi parte entro y Kara me pide cerrar la puerta.

Ahora si necesito liberar el estrés — me dice seria y desabrocha su pantalón y sonrió.

Tuvimos que ser silenciosas pues no queríamos incomodar a nadie que estuviera en la mansión pero al final era casi imposible, Kara simplemente me hacia tocar el cielo y yo quería que todos lo supieran.

Nunca voy a cansarme de escucharte gritar mi nombre — me dice con una sonrisa mientras mi cabeza descansa sobre su pecho.

Yo tampoco mi amor, yo tampoco — digo con una sonrisa y dejo un beso en su pecho.

Bien, toma tu ropa y vayamos a la habitación — me pide tranquila y nos vamos corriendo de puntitas como si fuéramos dos niñas huyendo de alguna travesura.

Al final terminamos haciendo el amor un par de veces más y moleste a Kara diciendole qué eso me había agotado bastante y que era su culpa.

Ella como siempre se preocupo de más y prometió no tocarme en al menos 2 semanas y solo rodé los ojos ante su exagerado comportamiento.

MI LUNA DE LUNAS || SUPERCORP GIP. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora