—¿De verdad tengo que ir? —preguntó Cupido e hizo un puchero.
—Pero que insolencia, JungKook—bufó Afrodita—Sabes que este es el día más importante para nosotros—sonrió con gracia y felicidad—¡Se festeja el amor!
—Eso no existe—refutó—La verdad es que no lo entiendo. Si las personas se enamoran es gracias a mí.
Cada catorce de febrero, Cupido hacía un drama por nada. Era curioso que él, siendo el mismo Eros, Dios del amor, renegaba de éste mismo. Según su lógica no existía, porque él se encargaba de dar amor a los humanos con sólo clavar sus flechas. Es decir, si las personas se enamoraban era gracias a él. Aunque su misión no sólo era por este día, todas las mañanas tenía que pararse en lo más alto del olimpo para observar los movimientos humanos y flechaba a quien así lo requería. Pero obviamente en San Valentín era el triple de trabajo, por esa razón bajaba a la tierra para poder abarcar a todos los enamorados posibles. Sin embargo, ni con ver todas esas escenas románticas se convencía de que el amor existía y que podía sentirse.
Se suponía que cada Dios tiene una Adelphe Psyche que es un alma gemela. Ésta sólo puede ser mortal, es decir, un humano sin importar el género. Entre Dioses no puede haber ningún tipo de relación, salvo que ocurra un caso excepcional, pero es casi imposible. Todo este asunto, JungKook, mejor conocido como Cupido o Eros, no era algo que le interesara, ya que ninguno de los Dioses había encontrado a su Adelphe Psyche. Ninguno de ellos podía asegurar que se habría enamorado de verdad. Y aunque él quisiera flecharlos no podía porque sus flechas no servían en ellos. Por esa y otras razones, JungKook odiaba el catorce de febrero.
—Tienes mentalidad de anciano—lo miró con desagrado—Pareces hijo de Zeus y no mío—se burló.
Afrodita era la madre de JungKook. Siempre tenía esa actitud tan jovial y alegre que contagiaba a los demás Dioses. Ella era la Diosa del amor, la belleza y la sensualidad. Sin embargo, aun cuando poseía el don de cautivar a cualquiera, sin importar que fuese Dios o mortal, tampoco había encontrado a su Adelphe Psyche. Concibió a JungKook bajo un arrebato e impulso y no se arrepentía, supo que fue un momento muy intenso que vivió cuando bajó al mundo de los mortales; creyó que había encontrado a su alma gemela al haberse enamorado con locura de un humano, pero la realidad es que se aferró tanto a la idea de encontrar a su otra mitad humana que no pensó con claridad. Cuando ella le contó a ese hombre sobre su embarazo y sobre quién era realmente éste la rechazó y causa de ello su alma se vio afectada, al igual que sus emociones. Casi pierde la vida por la tristeza tan grande que sentía en su interior, pero saber que cargaba a JungKook en su vientre le dio la fuerza para sobrevivir. Después de ese fatídico día tuvo que volver al olimpo y Zeus se encargó de borrarle la memoria a ese hombre, como si nada hubiese pasado. Naturalmente, JungKook fue acreditado como Dios y tiempo después lo designaron como Cupido. Y con todo ese caos, Afrodita no perdía la esperanza de conocer a su Adelphe Psyche, así como también deseaba que su único hijo encontrara a la suya lo antes posible, antes de que su corazón se llenara de emociones negativas, pero también tenía miedo de que eso sucediera.
—Bueno— suspiró— definitivamente y, aunque todo este asunto me moleste, prefiero ser tu hijo.
Afrodita lo abrazó con fuerza y depósito un beso en su frente. Tal acto causó unos cuantos destellos a su alrededor debido al amor y la felicidad que sentían al tenerse. Tal vez ese era el único amor en el que JungKook creía; el de su madre. Se sentía con el deber de complacerla en todos sus caprichos y de cuidar de ella hasta el fin de los tiempos.
—Seré buena contigo— sonrió coqueta— Así que te acompañaré en tu misión de este año.
—¿De verdad? —inquirió el pelinegro con ojos de cachorro.
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Cupido (Kookmin)
FanfictionJungKook es Cupido y no cree en el amor, pero un día, mientras está flechando a los humanos, conoce a un rubio bonito llamado Park JiMin. JiMin no sabe cómo es que hacía unos instantes estaba vomitando y llorando en un bar y ahora está en su departa...