Capítulo 3

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Caía por un abismo, sentía que todos se tornaba negro, un doctor con bata blanca estaba arreglando su brazo de metal, mientras escuchaba las palabras que activan al Soldado del invierno; de repente habia nieve y a su lado estaba el Capitán América "todo esta bien Buck" era lo que le decia; su respiración empezo a acelrarse y cuando comenzo a sentir que perdia el control de si mismo, el recuerdo de una mirada que le brindaba esperanza aparecio en su sueño, de repente sentia calidad, sentia paz.

Igual que los últimos cinco días se despertó de una pesadilla sintiendo tranquilidad, era raro, pero sabía que la responsable de que por las noches pudiera dormir y que al despertar fuera de una manera pacífica, era por aquella mujer de cabellos rojizos, ni siquiera sabía su nombre, no sabía nada de ella, solo que era un experimento.

A su celda entró Rumlow -Soldado, alistese lo espero afuera- el Soldado se levantó y fue al baño donde se preparó, únicamente con su uniforme de misión. Por un momento el Soldado pensó que lo llevarían a la silla; sin embargo cuando salió de su celda, Rumlow lo guió hasta un laboratorio, entraron a una cámara gesell, la cual tenía un vidrio de visión unilateral.

El Soldado aun sin comprender se dedicó a ver, observó que del otro lado de la habitación era una sala de prueba, habían tres científicos y al menos siete agentes los cuales estaban armados. Había una silla, parecida a la que utilizaban con él para borrar sus recuerdos, en la mesa de al lado había un collar blanco parecido al que le colocaron a la mujer de cabellos cobrizos y lo que parecían unas esposas.

De repente al cuarto entraron dos agentes escoltando a la mujer, aquella que había conocido hace días, seguía vestida igual que la última vez, su cabello estaba amarrado en una coleta y aun así algunos mechones caían por su rostro. Su atención se concentró en ella, los agentes la sentaron en la silla y colocaron los aparatos en su cabeza; él sabía lo que se venía, sabía el sufrimiento que se venía para la mujer.

Cuando comenzó el proceso, el Soldado se obligó a seguir viendo, después de al menos tres descargas, quitaron los aparatos de su cabeza y quitaron la goma que le habían dado para que mordiera, desataron sus manos de la silla; uno de los científicos se acercó con lo que parecían sus notas de su libreta y comenzó a recitar unas palabras.

duzca
suflet
agaga
anam
moea
Eros

Las repitió al menos dos veces, pero no sucedía nada, la mujer empezó a reírse, uno de los agentes prendió su bastón eléctrico y le dio una descarga, la mujer se retorció del dolor, pero la sonrisa en su rostro no se iba. Al Soldado le parecía extraño cómo es que una mujer pudiera soportar eso, quería saber quién era.

-Coloquenle los inhibidores antes de que los mate- hablo Rumlow por un micrófono, del otro lado del vidrio, los científicos se empezaron a mover, la mujer empezó a susurrar cosas y trataba de alejarse de los agentes, pero sin ningún éxito, los científicos colocaron los inhibidores en el cuello y en las manos, uno de ellos se dirigió a una máquina y cuando apreto algunos botones, la mujer se empezó a retorcer de dolor.

-¡No, quitenmelos por favor! ¡Por favor! ¡Por favor, juro que no me vuelvo a reír!- sus gritos eran desgarradores y las lágrimas pronto comenzaron a salir, uno de los guardias se empezó a reír.

-¡Ay maldita perra, creías que te podías burlar de nosotros!- dos de los guardias comenzaron a darle patadas -dinos lo que queremos ¿por qué no funciona contigo?- ella solo se trataba de cubrir con sus manos.

-¡Ya dejenla! solo dije que le pusieran los malditos inhibidores- Rumlow habló de nuevo por el micrófono, al Soldado le parecía desconcertante por qué se comportaba así, tenía tantas preguntas, quería saber quién era ella -¡Salgan de ahí ahora!- grito por el micrófono y salió de la sala para entrar al laboratorio.

Los agentes salieron y el que había hablado con la mujer realmente se encontraba enojado -maldito imbécil- y siguió por el pasillo junto con los demás guardias. El Soldado observaba todo por el vidrio, vio como Rumlow pedía que le curaran las heridas a la mujer; para él era demasiado desconcertante ver actuar de esa manera al agente.

Rumlow se quedó viendo fijo al vidrio, sabía que el Soldado estaría al pendiente de sus órdenes, así que simplemente hizo una señal con la cabeza para que se acercara. El soldado cuando vio esto, entró al laboratorio, sabía que tal vez era su momento de averiguar quién era esa  mujer.

Se encontraba sentada, aun le dolía el cuello y las dos muñecas, el ardor que sentía era realmente insoportable- ¡Por favor quítame esto!- decía de nuevo la mujer.

-Sabes que no puedo- Rumlow se encontraba de cuclillas para quedar a su altura. Cuando noto la presencia del Soldado se levantó y dirigió su mirada hacia él - te presento al Soldado del invierno- se dirigió hacia la mujer -ella es Duzca- ahora se dirigió hacia el Soldado, el cual no podía apartar su mirada de la mujer -los quería presentar porque desde ahora él estará a tu cargo Duz, Pierce me quiere afuera, asi que tendras que estar con él- ella solo asintió, algo le decía en su interior que él Soldado era una alma perdida, así que ella quería ayudarlo.

-Si no quieres morir más vale que no le quites nunca los inhibidores, a menos que sean órdenes directas de Pierce- Rumlow se dirigió hacia el Soldado, él cual aun no despegaba su vista de Duz, sus ojos lo hacían caer en un trance del cual no quería salir.

-Y tú más vale que dejes de retar a los guardias, ya no estaré aquí para impedir algo- Rumlow le acaricio la mejilla, el Soldado notó cierto brillo en los ojos del azabache, y se preguntaba si sucedería lo mismo con él cuando la veía; esperaba que no fuera así porque Rumlow se veía realmente estupido -además de que ahora compartirán celda, a menos que tenga que ir alguno de los dos al laboratorio se podrán separar, de otra forma el Soldado será tu sombra y está demás decir que si intentas algo estupido él se encargará de ti.

Ella solo podía asentir a cada cosa que él le decía, tenía curiosidad sobre el Soldado, pero el dolor de su cuello seguía siendo insoportable. Rumlow realmente estaba confiado sobre la programación del Soldado del invierno, sin saber que ese sería su problema, confiarse sobre las habilidades de los experimentos de HYDRA, haberlos subestimado sería su perdición.

Lo que en realidad ninguno sabía y mucho menos nadie implicado de HYDRA, era que en un almacén de Industrias Stark ahora conocido como el Complejo de los Vengadores, el equipo se encontraba buscando alguna base de HYDRA para encontrar al Soldado del invierno. Poco después de que Steve se enterara de la identidad del Soldado del invierno y la caída del proyecto Insight, Steve junto con el equipo empezaron con su investigación para terminar con HYDRA, aunque todos sabían que el Capitán tenía su máximo interés en encontrar al Soldado del invierno, encontrar a Bucky.

Holaa
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-star

Alma Cautiva || Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora