Capítulo 25

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Reconocía aquella casa, era donde pasaría el resto de su vida con el amor de su vida, una mujer de cabello rubio. Se habían conocido desde que eran niños y ahora compartirían una vida.
Un aroma cálido y mantecoso llegó a él, era imposible que no reconociera el olor del risotto recién hecho. Camino hacia donde lo guiaba el olor, cuando llegó a la cocina observó a la mujer rubia que estaba de espaldas, se encontraba tarareando una canción.
Estaba petrificado, no quería moverse del lugar porque sabía que todo desaparecería.

La mujer volteo, tenia un delantal color rosa, pero lo que más resaltaba era un vientre de embarazada.- ¡Amore mio! No escuche cuando despertaste.- [¡Mi amor!] La mujer dejó lo que estaba haciendo y se acercó a su prometido.- Te estaba preparando una sorpresa, pero apuesto a que ya te diste cuenta qué es.- Alessandro tomó su rostro, sus manos temblaban, no creía que fuera real lo que veía, pero se sentía tan bien. Observó su cabello rubio que estaba sujeto en una coleta, sus rasgos tan expresivos y sobre todo sus ojos claros que mostraban tanta calidad y afecto, era la combinación perfecta que lo volvía vulnerable.

Salió de aquella ensoñación cuando la mujer colocó la mano del hombre en su vientre. El miedo se apoderó de él, cuando la mujer pegó un grito, la escena era inexplicable, pero de un momento a otro el amor de su vida se encontraba desvanecido en el suelo junto a un charco de sangre que provenía de sus piernas. Alessandro trataba de gritar o de moverse, pero únicamente se quedó ahí viendo como perdía a los dos amores de su vida.

Despertó de golpe, habían llegado en la mañana al continente americano. Alessandro apenas y podía con la resaca que tenía, mientras que, Enzo ya se había comunicado con Natasha pues, la noche anterior la espía había estado marcando para saber sobre su paradero. Como era de esperarse Maria se encargaba de la vigilancia de él, obviamente al darse cuenta de que había salido del continente le avisó de inmediato a la espía rusa para que se contactara con el hombre.

En cuanto se sintió un poco mejor Enzo se encargó de arreglar su salida para dirigirse a la torre.- Debiste pedir que la cita fuera más tarde.- Enzo no soportaba este tipo de comportamientos por parte del italiano, ni siquiera recordaba que cuando era joven se comportaba de esa manera. El hombre no contestó, simplemente abrió la puerta de la camioneta y de ella bajó un italiano que no estaba en su mejor momento, no solo por la resaca sino por las últimas pesadillas que había tenido.

-Llegan tarde.- habló Natasha desde la puerta del complejo.

-Buenos días para ti también ¿Qué ustedes no tienen vida?

-No y por lo que veo tú sí, porque vimos que ayer saliste del país.- Como siempre la espía iba directo al punto.

-Tal vez primero podrías ofrecerme de desayunar.- Si algo caracterizaba a Alessandro eran las diferentes formas en que evadía sus problemas. Y en este punto estaba claro que utilizaba el humor y la seducción para evitar hablar.

-Lo mejor es que vea a Dusz primero.- Enzo habló por él, conocía demasiado a Alessandro como para saber lo que probablemente estaba sucediendo.
Natasha también había notado la actitud evasiva del hombre y había comprendido que Enzo más allá de ser una mano derecha, era como una niñera.

Ya era tarde y según el itinerario que tenían Dusz debería de estar en la sala de entrenamiento. Natasha llevó a los hombres a esa parte del ala del complejo. El italiano iba desinteresado mientras que Enzo observaba todo a su alrededor, poniendo en práctica sus años de experiencia como guardaespalda.
Cuando llegaron al gimnasio fueron sorprendidos por el impacto contra la pared de vidrio, al estar construida de este material templado otorgaba resistencia y seguridad de modo que el vidrio no pudo romperse.

Dusz había sido azotada contra la pared por Wanda. Cuando el italiano se dio cuenta de que la mujer era quien estaba en el piso no dudó en entrar corriendo, sumándoseles también Steve y Bucky- ¡Per dio! ¿Te encuentras bien?- [¡Por dios!] Alejandro estaba en el piso junto a ella sosteniendo su cabeza para verificar que estuviera consciente. Instintivamente volteó de mala manera hacia Wanda.

Alma Cautiva || Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora