Capítulo 4

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El Soldado del invierno jamás había tenido compañía, a menos que fuera el equipo SRIKE para alguna misión, pero jamás había compartido celda; después de que Rumlow le presentará a Duz, él no había podido ocultar su curiosidad hacia ella. Ella simplemente se dedicaba a analizar al Soldado, Rumlow había dicho que si trataba de hacer algo estupido él se encargaría, quería analizarlo para saber si podía bajar la guardia ante él o sería otra piedra en su camino.

Una de las habilidades de Duz era poder sentir el alma de las personas y solo si desidia ella, podía emanar sentimientos de paz.
Así que después de tratar de descifrar al Soldado, se dio cuenta que efectivamente todos los actos atroces que había cometido, eran debido al lavado de cerebro por parte de HYDRA, aun no entendía muy bien cómo funcionaba, pero sentía que era algo parecido a lo que intentaron hacer con ella.

Duz trataba de aplicarse la pomada que le habían dado los doctores, aunque era imposible debido a que tenía el inhibidor del cuello aún puesto, sabía que hasta que saliera de ese lugar, al fin sus heridas podrían ser curadas. Duz jamás se arrepentiría de haber llegado a la tierra, pero en esos momentos le era imposible no pensar en lo que siempre le dijo su padre "ellos no te merecen". El Soldado podía ver su dolor y realmente quería ayudarla, no podía evitar sentirse mal cada vez que la veía haciendo una mueca.

-¿Estás bien?- se sintió estupido al preguntar eso, pues había notado su dolor, pero no sabía de qué otra manera empezar una conversación; le empezaba a gustar la comodidad que sentía con ella.

-No, los inhibidores realmente me están lastimando- a ella le sorprendía que el Soldado le estuviera hablando, sobre todo porque en ningún momento había intentado hacerlo sentir cómodo, y no podía evitar sentirse mal porque se estuviera preocupando por ella o al menos eso quería creer.

-¿Por qué te colocan esas cosas?- el Soldado quería ver a que se enfrentaría si desidia ayudarla y ella lo traicionaba; si bien se sentía cómodo con ella, su instinto no lo dejaba confiarse del todo. Ella dejó de tratar de aplicarse la pomada y miró al Soldado.

-Porque es la única forma que tienen de controlarme- ella podía ver en los ojos del Soldado preocupación, pero aun así la desconfianza seguía ahí; si quería ayudarlo tendría que lograr que confiara en ella -la única forma de que me controlen es si utilizan la gema de la mente, y al parecer hasta ahorita solo se les ha ocurrido emplear su poder para crear estos inhibidores- sabía que lo que había dicho la volvía vulnerable, sobre todo si él desidia hablar con los agentes o con los científicos, pero se tenía que arriesgar, algo en sus ojos le decía que no era mala idea.

El Soldado no entendía muy bien a lo que se refería con "la gema de la mente", pero intuía que era algún tipo de arma -¿es por eso que no funcionó la programación contigo?- para el Soldado era la primera vez que había mantenido una conversación tan larga con alguien y de alguna manera se sentía bien, aunque siguiera estando dentro de una celda.

-Si, algo así- sabía que con él la programación sí funcionaba y a pesar de que tenía curiosidad sobre eso, no quería incomodar y que se apartara -¿en verdad no recuerdas cómo te llamas?- preguntó ella. El Soldado no pudo evitar volver a pensar en el Capitán América y como lo había llamado- es que es raro no poder decirte de alguna forma.

-No, pero hace tiempo tuve una misión en la que una persona me llamo Bucky, cuando lo dijo sentí muchas cosas, sentí que de alguna forma ese nombre significaba algo para mi, al igual que la persona que lo dijo- sus ojos se llenaron de lágrimas, para Duz eso no pasó desapercibido, sabía de todo el dolor que él sentía.Y sin poder evitarlo ella dejó salir ese sentimiento de paz, quería reconfortar al Soldado, en verdad quería ayudarlo.

-¿Y te gusta ese nombre?- preguntó ella, de repente el dolor en su cuello ya no le importaba y solo se podía concentrar en la mirada de aquel soldado, en lo bien que se le veía al sentir paz.

Alma Cautiva || Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora