Capítulo 6

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-Tienes que ser precisa Psique, no puedes dudar al atacar- su padre, Adam, le decía esto mientras luchaban cuerpo a cuerpo. Pisque tenía doce años y para ese entonces ella ya era experta con las armas, sobre todo con el arco, aunque tenía debilidades a la hora de luchar cuerpo a cuerpo.

-Es lo que estoy tratando- decía Psique, no entendía porque dudaba. Demostraba seguridad, pero siempre llegaba un punto donde algo la hacía dudar.

Su papá sabía que sus emociones influyen a la hora de usar sus poderes, es por eso que siempre le hacía saber que debía de ser fuerte. Tenía que estar preparada para todo el peligro que había fuera de su mundo, la única manera de protegerla es que ella supiera defenderse. Aunque su padre había evitado hablar sobre todos sus poderes, tuvo que enseñarle las habilidades que eran imposible ocultarle.

-Si sigues dudando jamás podrás salir al universo- era lo que usaba como incentivo para su hija. Era importante que estuviera preparada para salir, en cuento las personas se enterarán de que era hija de Adam Warlock, sus enemigos y la gente con sed de venganza no dudaría en atacar. Psique al estar demasiado cansada por el entrenamiento terminó rindiéndose, se sentó en el pasto con la mirada puesta en el cielo -¿por qué sigues dudando Psique?

-No lo sé, te juro que en mi mente siempre me repito que yo puedo, pero...-Psique realmente quería salir al universo, a veces se molestaba por la actitud de su papá, pues ella no podía creer que las personas fueran crueles como para que tuviera que entrenar todos los días. Sabía que existía el mal, pero alguna vez escuchó a su padre decir "Nadie es completamente malo y nadie bueno es completamente bueno".

Duz se despertaba poco a poco, no recordaba nada más que sufrimiento. Había soñado con su padre, lo extrañaba demasiado y ahora entendía el por qué se negaba tanto a dejarla salir. Sentía demasiado dolor en su cuerpo, la cabeza le dolía demasiado y cuando abrió completamente los ojos solo pudo ver blanco. Por un momento pensó que estaría muerta hasta que, sintió preocupación y tristeza; sabía que no era de ella.

Como pudo giró su cabeza y ahí estaba, el Soldado; tenía la mirada perdida, el ceño fruncido y en sus ojos podía ver los sentimiento que había sentido, preocupación, tristeza, enojo y frustración; no sabía el por qué, pero recordó donde estaban y entonces se dio cuenta que en ese lugar jamás habría emociones positivas.

Trató de sentarse en la camilla que estaba, el ruido hizo que el Soldado se diera cuenta, al notar que Duz había despertado, la preocupación lo dejó y después de tres días al fin volvió a sentirse bien. Cuando Duz sintió esta nueva emoción, la desconcertó, aunque se sintió bien por el Soldado, porque significaba que no habían borrado sus recuerdos y que no era el Soldado del invierno.

-Hola Duz ¿cómo te sientes?- fue el primero en hablar y la primera vez en llamarla por su nombre, después de las semanas conviviendo juntos, era la primera vez. Duz sonrió, sentía que el Soldado cada vez confiaba más en ella.

-Creo que no me debería de quejar- durante la experimentación Duz recordó haber deseado morir, el sufrimiento era tan grande, que deseaba que fuera momento de regresar a la gema del alma -¿cómo estás tú Soldado? creo que no han borrado tus recuerdos.

El Soldado sonrió, algo que no hacía desde que había llegado a HYDRA, pero desde su convivencia con Duz al parecer no era tan difícil -sabes, creo que he recordado algo mientras estuviste inconsciente- las veces que él había tenido pesadillas o de repente se perdía en sus pensamientos, ella siempre le preguntaba si quería hablar, así que esta vez era él quien quería contarle -estaba en una feria, tenía una cita y estábamos viendo una exposición de tecnología- había omitido el detalle del Capitán América, él cual se veía demasiado diferente, pero lo había reconocido -también recordé que era sargento y recordé a una mujer que también me llamaba "Bucky"...creo que era mi hermana- lo último fue lo que más le costó decir; aunque se sentía bien por recordar, también se sentía abrumado, ya que eran demasiadas cosas que había recordado en muy poco tiempo.

Alma Cautiva || Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora