doble vida.

veintisiete.

Valen y Cristian caminaban a paso lento por las calles hasta llegar al auto, en el camino se cruzaron con gente, con algunos paparazzi y realmente todo eso ponía nerviosa a Valen, sabía que en cualquier momento el embarazo iba a ser imposible de ocultar.

Se subieron al auto al instante y el manejo hasta la casa, ella puso música que le gustaba y siguieron hablando.

Tenían su relación mejor que nunca, ambos confirmaban cada día que se amaban pero aún así, Valen se sentía rara.

algo iba a pasar o algo estaba pasando, decidió de igual forma no tomarle importancia a nada, concentrarse solo en la persona que la miraba con los ojos más amorosos y brillosos que existían, Cristian era la luz de sus días, por ahora.

– Estás bien? –pregunto el acariciando el pelo de ella una vez ya bajaron del auto–

– Si, solo estaba pensando en lo raro o difícil que va a ser ocultarlo –.

– Si pero tranquila amor, no te preocupes por eso –.

Cuti le dió un beso en la frente y entraron a la casa de la mano.

– Ulti para cocinar –fue lo primero que se escuchó de el apenas entraron–

– Ya vas a ver vos –se escucho de Valen mientras caminaba hacia la cocina–

Empezó a hacer unas milanesas con puré que no comían desde que habían vuelto a Inglaterra, vivir fuera de el país que amas era lo más triste.

– Cuando volvamos a Argentina tenemos que ir a ese lugar en donde hacen las milanesas esas que son enormes –hablo Valen volviendo a el living en dónde estaba Cristian medio dormido y la voz de ella lo había despertado–

– El antojo? –pregunto el– Dale, cuando volvamos, vamos a comer ahí –.

"Cuando volvamos" parecía tan lejano, iban a volver en 6 meses, para que el bebé nazca allá.

Valen volvió a la cocina para terminar de hacer la comida, Cristian fue tras ella para no volver a dormirse.

– Toma, lleva tu plato –dijo Valen dandole un beso en los labios a Cristian luego de darle el plato con la comida servida–

Cristian sonrió dulcemente y camino hacia la mesa, sentandose a comer, Valen fue detrás de el con su plato servido y se sentaron a ver una de las películas de El señor de los anillos.

Luego de comer, Valen subió a acostarse en la cama mientras Cuti iba a buscar chocolate con almendras para Valen, luego de un rato, llegó con el chocolate, comieron un poco y se acostaron a dormir.

Valen abrazaba a Cuti mientras apoyaba su cabeza en el pecho de el, el acariciaba el pelo de Valen de manera muy suave, ninguno quería hablar, ninguno quería romper ese silencio tan lindo que se generaba, ese momento de comodidad en dónde ninguno tenía que decir nada, ninguno quería tampoco, ellos estaban bien asi.

Al rato, Cuti se durmió, Valen levantó la mirada y sonrió al ver con los ojos cerrados, el dormía con tanta paz encima, siempre que estaba durmiendo se lo veía calmado, nada que ver a cuando estaba despierto y era un huracán.

Valen se durmió a los segundos, sintiéndose afortunada y en paz, que bendición era ser parte de la vida de el.