Miércoles por la tarde

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Miércoles, alrededor del medio día. Iba sentada en el bus llegando ligeramente tarde. Llevaba en su bolso ropa para cambiarse en casa de Alex. Era su tercer día y aún así iba nerviosa, aunque claro, era más por la invitación que por las "clases". También llevaba un cuaderno donde anotaba todo lo que Alex decía, o al menos lo que parecía relevante. Lo sacó para revisarlo, no había mucho y aunque todo estaba organizado debía admitir que estaba un poco simple, no había puesto muchos adornos por haber estado practicando todo el tiempo.
- Acaso no te gusta esta ciudad? - dijo una señora con voz amable en el asiento del otro lado.
- No - respondió el chico junto a ella.
Levantó la mirada, ahora que los había escuchado no podía evitar preguntarse cuál era la posibilidad de que los que estaban en el bus fuesen alguna de las 517 personas que no eran de la tierra. Observó detenidamente a los pocos que estaban sentados. La señora y su hijo eran candidatos, hablaban sobre salir a conocer la ciudad y ambos eran rubios de un tono muy similar a Alex que, debía decir, no era un color rubio común, era como un rubio más fuerte de lo habitual.
- Me pregunto si de donde viene Alex es común su color de cabello - siguió observando al chico hasta que cruzaron miradas, era un niño simpático, pero no se atrevió a mantener el contacto visual con él - Bien ¿Quién más podría ser?... - volteó disimuladamente y entonces, por puro instinto tuvo que devolver la mirada al frente - De-monios - uno de sus compañeros de clase estaba sentado al fondo - no pasa nada, seguro que ni te reconoce.
Él se levantó y fue a sentarse junto a ella a saludarla. Al menos fue uno de los que si eran agradables y no una de las insufribles de su curso.
- Así que no fuiste a la fiesta por...
- Estaba ocupada.
- Que mal, fue genial, no tienes idea de lo que pasó - sacó su teléfono y empezó a mostrarle videos de esa noche, se descontrolaron bastante.
- Vaya... - soltó viendo a uno de sus compañeros atragantandose con una jarra llena de alcohol, no se arrepentía de haber faltado.
Fue un encuentro fortuito pero agradable, dentro de lo que cabe.
- ¡Nicole! ¡Hola! - Alex fue a saludarla con un abrazo, los demás estaban sentados - lo siento, hay un cambio de planes.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- No vamos a poder salir hoy.
- ¿Por qué? - estuvo a punto de sentarse, pero Emily le hizo un gesto para que la salude con un beso en la mejilla, no podía negarse, luego Diana hizo lo mismo, pero Val solo chocó el puño.
- Estuvimos hablando y resulta que parece que es mejor que las personas crean que yo sigo, ahm, muerta.
- ¿Qué?
- Investigamos un poco anoche - empezó Diana - y resulta que, a raíz de la muerte de Alex muchas bandas han empezado a dirigirse hacia aquí, sin un Guardián, esta ciudad es tierra de nadie, y como es normal, quieren adueñarse apropiadamente de ella.
- Eso significa que dentro de unos días todas las bandas se reunirán para, bueno, hacer sus cosas ilegales - continuó Val.
- Por lo que hemos decidido que lo mejor es que se mantenga así, si ellos saben que Alex está viva podrían posponer su reunión, y no queremos eso.
- Pero... que ellos se reúnan... ¿no es malo? - preguntó Emily.
- Sí, con solo Alex aquí sí, pero dado que estamos nosotros, bueno.
- En palabras simples, cuando ellos se reúnan nosotros estaremos ahí, será un enfrentamiento de al menos 100 contra 3, es muy injusto para ellos, pero que se le va a hacer, nuestro trabajo es atrapar criminales.
- Alex también irá con ustedes?
- Claro, ella es un soporte genial - dijo Val rodeándola con el brazo.
- Paraaaa, no me avergüences con ellas - cuando dijo eso Val la sujetó con más fuerza, hasta que al fin la soltó - bien, uf, lo que quieren decir es que no podré salir estos días.
- Ahm... - Nicole no podía entender cómo podían tomar ese tema con tanta serenidad - pero entonces ¿Qué pasará con las personas que si saben que Alex está.
- Hablaremos con ellas y les pediremos que finjan.
- Sí, ya hablaron con la familia con la que nos encontramos ayer, ellos y todos los demás van a cooperar así que no hay de que preocuparse.
- Hm...
- Parece que lo tiene todo bajo control.
- Somos Guardianes Emily, es nuestro trabajo - dijo Diana en tono frío.
- Bueno bueno bueno - dijo Val frotándose las manos - lo importante viene ahora ¿Qué vamos a comer?
- Shawarma - propuso Emily.
- Justifica tu respuesta.
- Es una...
- Alex me prestas tu baño? - preguntó despacio.
- Claro - le respondió - yo opino que mejor pizza.
- Siempre que nos reunimos quieres pizza, no somos tortugas.
Y Nicole se levantó abandonando el terrible debate que se iba a desatar mientras pensaba en qué debía proponer, pero sorpresivamente, al salir del baño ellos ya habían llegado a un consenso, y eso que solo se cambió de blusa.
- ¿Qué pasó?
- Lasaña.
- Suena bien pero ¿cómo se decidieron tan rápido?
- Ellos no la han probado nunca.
- Mientes.
- Lo mismo dije yo.
- No es raro, hay muchas cosas comunes aquí que no hemos probado - dijo Val.
- Tal como hay cosas comunes para nosotros que ustedes no conocen - terminó Diana.
- Como la piña por ejemplo, eso no existe naturalmente en ninguna otra tierra.
- OK - soltó Emily sorprendida - lo recordaré, les haré una lista de cosas que deben probar.
- Quita la piña, eso si la he probado.
- ¿Cómo?
- Jejeje, una ves confiscamos un cargamento ilegal de piña y me robé un par.
Diana le dio un codazo.
- Y no me dejó ninguna, déjalo ahí, si quiero probarla.
- Estaban traficando... ¿piñas?
- No es lo más raro que nos ha pasado, verás...
Hicieron el pedido y mientras esperaban Val y Diana empezaron a contar anécdotas raras de cosas que les habían pasado siendo Guardianes, por ejemplo aquella ocasión en la que una ostra gigante había aparecido en la cima de una catedral, y nadie sabía cómo ni porqué.
- Wow... eso... eso da miedo.
- Verdad? Y ya a ocurrido varias veces, hay toda una conspiración acerca de eso, pero si me lo preguntas, yo opino que las ostras pueden teletransportarse, pero claro, a veces no les sale bien.
- Pe-pero, en realidad... - Val le hizo un gesto sutil a Alex para que hiciera silencio, el caso era real, pero si tenía una explicación lógica, claro que Val quería que se quedaran con la parte más mística, extraña y salada posible.
- Bueno, cambiando sutilmente de tema - Dijo Diana cuando se cansó de escuchar a Val contando cosas tontas - cuéntenos algo sobre ustedes.
- Si Nicole, has estado bastante callada - dijo Val.
- ¿Qué? No, solo me gusta escuchar - se apresuró a decir
- Vamos, dinos algo sobre ti.
- Ahm, no hay nada interesante en realidad.
- ¡OH! A ella le gustan las series que también veo, y también está enamorada de Zuko - dijo Alex.
- ¿De verdad? Tienes buen gusto - comentó Diana.
- Ella dijo exactamente lo mismo.
Diana señaló a Nicole y le guiñó el ojo. Ella solo sonrió.
- ¿Qué sueles hacer en tu tiempo libre? - preguntó Emily.
- Ve anime, lee, escucha música, dibuja, deberían ver el dibujo que me hizo, es espectacular - habló Alex de nuevo.
- Ajá... de casualidad ¿No sabes también su signo del zodiaco?
- No, eso no me ha dicho aún.
- ¿Estás en universidad Nicole? - dijo esta vez Diana - ¿Estudias o?
- Trabaja en una ferretería cerca de.
- ¡Déjala responder! - le interrumpió Val.
- Oh...lo siento.
- Ahm, si - debía admitir que le sorprendía que Alex recordase todo - estoy en universidad estudiando, ehm, leyes.
De ahí en adelante trató de dejar en claro que no quería hablar sobre nada relacionado a la universidad, no había sido una estancia agradable para ella, y Emily dijo exactamente lo mismo cuando le preguntaron cómo iba en su carrera. Después de que las chicas hablaran un poco sobre ellas, siguió Emily queriendo hacer una pregunta.
- Ahm... bueno - debía agarrar valor para hacerla ya que podía ser un poco incómoda, pero le picaba la curiosidad - ¿Ustedes están juntos? Ya saben, ¿están saliendo o algo?
Nicole se sorprendió, también quería hacer esa pregunta pero no encontraba el momento adecuado. Val y Diana empezaron a reírse.
- Ya nos han preguntado eso antes, no, no estamos juntos.
- Somos hermanos - terminó Diana.
- ¿De verdad? - soltó Emily poniéndose roja.
- ¿No ven el parecido?
- ¿Acaso creen que alguien como yo - miró hacia un lado con la mano en la barbilla y les guiñó un ojo - estaría con una chica como esta? - Diana lo golpeó entre las costillas y Val hizo todo lo posible por no perder la pose.
- Oh, es que yo creí.
- Si, no te preocupes - dijo Diana - la mayoría de personas cree eso cuando se entera que tenemos un contrato de almas.
- ¿Qué es eso?
- Oh, claro ustedes no lo saben, bueno, en realidad no hace falta que lo sepan, es algo que.
- No, ya lo dijiste, cuéntanos por fi.
Nicole asintió.
- Está bien - dijo en un suspiro - Se llama Contrato de Almas Gemelas, ¿Recuerdan que dije que yo no podía reparar cosas debido a que mi magia está restringida? Bien, es debido a ese contrato, solo puedes hacerlo una vez en tu vida y con una única persona, al hacerlo ambos restringen el tipo de magia que pueden usar.
- Pero para qué?
- Para proteger al otro, cuando eso ocurre se hace de manera complementaria, ambos juran protegerse y dar la vida por el otro, y el contrato los obliga a que sea así, yo perdí mi habilidad para protegerme, Val perdió su habilidad para atacar, dependemos el uno del otro, por eso nos envían juntos, a los guardianes que han hecho este contrato se les llama Guardianes Gemelos... saben, siempre me pareció algo romántico, no en un sentido romántico literal sino como algo poético, la ventaja de hacer el contrato es que cada uno recibirá un objeto único que solo ellos pueden usar, es muy poderoso y está hecho a tu medida, es la materialización de su vínculo, mientras mejor sea tu relación con tu "gemelo" más poderoso será, pero en caso de que no lo sea, no puedes cambiarlo, el contrato no se puede deshacer y si alguno de los dos muriese, su objeto se perderá para siempre, mientras que el otro se quedará como un recordatorio del vínculo que alguna vez tuviste... Es muchas veces trágico porque se te da el poder para proteger a esa otra persona que es especial para ti, pero hay veces en las que es inevitable y terminas perdiendo a tu otra mitad, a tu complemento, a tu alma gemela... claro que mucha gente lo entiende como algo únicamente romántico, pero yo creo que no es así, a veces tu alma gemela es tu mejor migo, o tu hermano, o alguien a quien admiras... - en ese momento Diana se dio cuenta que había envuelto a todos en su extensa explicación, tenía la "mala" costumbre de hacer eso a veces - claro que a mi me tocó hacerlo con este sujeto - dijo rompiendo el ambiente que había creado.
- Oye, no lo digas así, es importante para los dos - dijo Alex.
- Si pero... no fue precisamente a propósito - confesó Val.
- ¿En serio?
- ¡¿De verdad?! - Alex jamás habría esperado eso.
- Si... - Val no se veía cómodo hablando de eso - solo digamos que estábamos fuera de casa y... ninguno de los dos estaba dispuesto a regresar solo así que...
- Oh, lo siento, no pensé que sería así.
- No no, está bien, no pasa nada, es mi hermana después de todo ¿Con quién más hubiera podido hacer el contrato?
Diana sonrió al escuchar eso. Poco después la lasaña llegó.
- Dios, los franceses son unos genios - Val acababa de descubrir que era adicto a la lasaña.
- Los franceses? - Preguntó Alex.
- Sí, la pizza y la lasaña son de ahí no?
- No, la lasaña es de Italia - respondió Emily.
- Oh, tiene sentido, la lasaña es italiana y la pizza francesa, supongo que cada país tiene lo suyo.
- No no no, las dos son de Italia - está vez le respondió Nicole.
- Ooh... entonces necesito ir a Italia alguna vez
- Si - dijo Diana entre risitas - he escuchado que es muy bella.
- Dicen que es el país del amor ¿no? Me gustaría conocer la torre Iffel, he escuchado que es bonita - ¿Es necesario que aclare quién dijo eso?
Alex, Emily y Nicole no pudieron aguantar la risa
- No puedo creer la cantidad de errores que acabas de decir - soltó Emily entre risitas.
- ¿Qué? ¿Por qué?
Diana no lo entendía, pero reía de todas formas.
- Primero, la ciudad del amor es París - dijo Emily mientras sostenía un tenedor
- Por eso, París está en Italia.
- Dios! Este muchacho está perdido.
- No, verás - Nicole intento aclarar la situación mientras las otras se reían - Francia está en París.
- ¡Tampoco!
- Ay no, también me equivoqué.
- Mira mira mira, haber señorito - Alex aguantaba la risa - primero que nada, no se dice Iffel, se dice ...
Tardaron un poco en explicarle las cosas porque aún reían y también cometían errores entre ellas. Eventualmente aclararon las cosas... eventualmente, aunque la lasaña no duró tanto.
- Bueno, entonces, ¿Cómo se conocieron? ... porque no son familia ¿Cierto?
- No no, a Alex la conocimos hace... ¿Cuánto? ... cuatro años ¿Verdad? - preguntó Diana a Val.
- Si porque fue para la fecha de tu examen.
- Sí, verán, cuando ya se ha terminado el entrenamiento para convertirse en Guardián tienes que ir a una de las Universidades de magia para dar un examen, el examen es escrito, práctico y por último te hacen una entrevista para saber si eres apto para ser un Guardián.
- Sí, yo ya había dado el examen un año antes - explicó Val - ahí le tocaba a Diana.
- Sí, pero no das todas las pruebas el mismo día, primero es el teórico, dos días después el práctico y un día después te hacen la entrevista por lo que te hacen hospedarte en una posada.
- No, ya eso era un hotel - dijo Alex - recuerdo que era un edificio bastante grande.
- Si, pero por allá se le llama posada - corrigió Diana.
- Bueno, el punto es que te hospedan en una posada cerca de la universidad y allí nos topamos con Alex, fue en el comedor, el maestro de Diana estaba ocupado por lo que yo la estaba acompañando, y ahí es que la vimos, estaba en una mesa en una esquina solita, parecía perdida.
- Oye - reclamó Alex.
- En serio, y la cosa es que parecía una niña de 17 o 16 así que pensamos que a lo mejor y si estaba perdida, así que nos acercamos a ella para hablar un momento y cuando nos sentamos a ella le da un ataque de nervios y nos dice: "Ah... ehm, es su mesa? No se preocupen...yo... ya me voy".
- Oye, te sale bien imitarla.
- Lo sé - dijo con exceso de confianza - bueno y ahí le dijimos que se quede y empezamos a conversar, pero estaba súper que nerviosa.
- Osea, es normal que a uno le den nervios por cosas así pero ella estaba realmente nerviosa, casi sudaba frío por los nervios, parecía que le iba a dar algo - agregó Diana.
- No es cierto - dijo Alex mirando hacia otro lado.
- Si, es muy cierto, y eso fue lo más genial, porque parecía que no pasaría el examen práctico pero sorprendió a todos.
Emily y Nicole miraron sonrientes a Alex mientras ella desviaba la mirada y se ponía roja.
- Sí, es verdad.
- El combate de ella fue genial.
- Fue un combate? - preguntó Emily.
- Si, en los dos días que tardan, ellos deciden que clase de prueba te harán y a ella le hicieron tener un combate - explicó Diana.
- Y como fue?
- Bien, la llevaron al campus - Val se veía feliz por poder contarlo - ahí tenían ya listo el lugar donde pelearían, era un cuadrado de tierra bastante grande, había bastante gente alrededor porque no está prohibido ir a ver, además que también estaban todos los demás que también iban a dar la prueba práctica, está vez sí estaba su maestra y cuando la nombraron solo le dijo "Tu puedes", claro nosotros también le dábamos ánimos, pero apenas entró a la arena tropezó, no se cayó pero todos se dieron cuenta, imagínensela, estaba roja de la vergüenza, fue hasta adelante donde estaba la directora, la sub-directora y otro señor más que no se quién era, y la directora le dice.
- Samantha Birdland - intervino Diana imitando a la perfección a una señora con más años que cabellos en la cabeza - estás aquí para llevar a cabo tu examen práctico, tendrás que derrotar a tu oponente o sacarlo de la arena en 5 minutos como máximo, sin embargo también tendrás que proteger a esta figura de madera de una familia, si sales de la arena, quedas incapacitada o ésta familia resulta dañada, reprobarás.
- Lo hiciste idéntico.
- No tanto, me faltan las arrugas.
- Y entonces empezó, llegó un tipo vestido de negro y con una máscara, se colocaron cada quién en su lado de la arena.
Las chicas estaban prestándole mucha atención, incluso Alex, Val era un buen narrador.
- Pero cuando el combate empezó ocurrió algo inesperado, el enemigo solamente se sentó, cerró los ojos y empezó a meditar... él estaba completamente seguro de que ya había ganado.

Magia 7: NeutralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora