Pov Marcia.-Corazón, tranquila- intentaba sonar convincente aunque me estaba muriendo por dentro- Hugo es un joven fuerte y saldrá de esta.
-No quiero perderlo- me suelta un poco para mirarme- señora Marisa, él es todo para mi, al igual que Rafa.
-Lo sé- le sonrió acariciando levemente su rostro- He visto cómo se protegen y el amor que se tienen.
-¿Por qué la vida se ensaña conmigo? Perdí a mamá y no tengo un solo recuerdo de ella más que la foto que se encuentra en la sala-sonríe con amargura- Hugo tiene que vivir, es el único que comprende mi dolor y conoce todo de mi.
-Disculpen, pero ya no puedo dejarlas permanecer aquí- dice la enfermera.
-Un momento más- le pido.
-Señora, por favor.
-Lucia- acaricio su rostro con ambas manos- tienes que ser fuerte por él, no estarás sola, es una promesa.
-Gracias- susurra encaminandose a la salida dejándome sola allí.
Cuando vuelvo a la sala de espera, encuentro a Esteban e Inés sentados. Mi ahora cuñada llevaba consigo un pañuelo en una mano y con la otra sostenía la de él.
-¿Dónde están Lucía y Rafael?- pregunto mientras los dos me observan.
-Están en la cafetería- dice la castaña- Mi Luci volvió muy afectada y su hermano la acompañó a tomar un té.
-Inés me dejas un momento a solas con mi marido, por favor.
-Claro, con permiso- dice.
-Propio- responde él parándose- ¿Qué sucedió?
-Ella está destrozada, Esteban. Mi hija lleva tanto dolor dentro- intento que mi voz no se quiebre, pero es imposible- no puedo soportar verla así.
-Marcia- susurra para abrazarme con delicadeza- Él se pondrá bien, debemos confiar.
-¿Y si todo sale mal?- un sensación extraña me recorre el cuerpo- No voy a perdonarme esto jamás.
-Mírame- me toma del mentón- Nuestro hijo va a salir de esto. Deja de echarte la culpa,basta de atormentarte.
-¿Cómo pretendes que no lo haga si estamos a punto de perderlo? No puedo, me duele el alma.
-Deja salir eso que guardas, aquí estoy yo para cuidarte.
No se si el momento por el que estamos atravesando, o que pero por primera vez en veinte largos años, me siento en casa, solo por un breve instante. Sus brazos aferrándose a mi, sus caricias y su beso en la frente, me hacen pensar que todo estará bien.
-Será mejor que vayas a la casa y te relajes un poco- me dice mientras me suelta y toma una botella de agua para entregarmela- bebe, te hará bien.
-Gracias- agradezco su gesto, no he parado de llorar- No me voy a mover de aquí.
-Necesitas estar relajada. Tómate una ducha, ponte algo más cómodo y le pediré a Enrique que esté al pendiente para traerte de vuelta.
-No creo que sea necesario- tomó asiento y me mareo.
-¿Estás bien?- logra agarrarme del brazo debido a mi inestabilidad corporal- Marcia ¿Qué tienes?
-Tranquilo- me ayuda a acomodarme mejor- solo fue un mareo. De seguro es por toda la situación.
-Con más razón debes ir a descansar. Por favor, Hugo necesita a su madre fuerte- un escalofrío me atraviesa el alma y me hace volver completamente en sí.
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Cadenas de amor.
RomanceCadenas... una de las tantas cosas que siempre los iban a mantener unidos.