Pov Marcia Cisneros.-¿Marisa?- interrumpe Inés algo desconcertada- Pensé que aún seguían en la empresa.
-Disculpa. Solo venía por unos documentos.
-¿Estás bien?- se asoma un poco más- Tienes la mira triste.
-Estoy algo cansada. Lo días no han sido nada fácil- la invito a pasar y cierra la puerta.
-No quise llamarte por tu verdadero nombre porque hasta hace un momento Rafita andaba por aquí.
-Tranquila, Inés- sonrió- todo está bien.
-Esteban te hizo algo ¿Verdad?
-¿Algo cómo qué?- eres pésima mintiendo Marcia.
-Tienes tristeza en la mirada. Yo sé que la muerte de Hugo es dolorosa, pero hay algo más allá de eso- me toma de la mano- Puedes contar conmigo para lo que sea.
-Lo sé. En verdad agradezco que pueda confiar en alguien aquí. No sucede nada entre Esteban y yo. Solo algunos fantasmas que atormentan.
-Como por ejemplo,¿Quién es la madre de Rafael?- suelta de golpe.
-Yo…
-Te entiendo Marcia. Sé cómo te has sentido todo este tiempo- me conduce lentamente hasta terminar sentadas en el sofá- luego de lo que pasó en Palma de Mallorca, volvimos a México. Nadie me decía nada Yo solo me asegure de velar por Hugo y Lucía. Ese mismo año le confesé al hombre que amaba que estaba enamorada de él- hace una pausa y comienza a llorar.
-Inés ¿Qué sucede?
-Rafita no es hijo de Esteban- mis ojos se abre por completo.
-¿Cómo?- quedo completamente atónita ante la respuesta.
-Es mi hijo- un momento de absoluto silencio se siembra en la habitación. Seguimos tomadas de la mano, pero esta vez ella aprieta las mías con un poco más de fuerza- El padre del bebé huyo y me dejó sola. Estuve fuera del país todo lo que duró el embarazo y cuando Rafa nació regresamos a casa, Esteban para que yo no fuera mal vista entre los nuestros, fingió un amorío con una mujer que luego no se quiso hacer cargo de su hijo- las lágrimas brotaban como cascadas de sus ojos oscuros.
-Perdona- me reprendi mentalmente mientras le decía eso- No quise causar un dolor como este. Tampoco era mi intención reomver el pasado.
-Era necesario que lo supieras- se para mientras yo aún sigo sentada- Aunque no creas, Esteban te ama a ti y puedo asegurarte que eres a la única que amó, ama y amará hasta el final de sus días.
-¿Quién es el padre de Rafa?- sabía que estaba tocando fibras sensibles, pero necesitaba saber más.
-Por el momento es todo lo que puedo decirte- se seca sus mejillas con un pequeño pañuelo que saca de su bolsillo- Te ruego que este secreto siga siendo eso. Mi niño no merece que rompa todas sus ilusiones.
Sin más se retira rápidamente dejándome con más preguntas de las que ya tenía antes de saber la verdad.
Había algo que todavía no me dejaba unir del todo los cabos que tenía sueltos. Esteban siempre protegía a sus hermanas de todo y esta vez claro que no iba a ser la excepción, pero todo eso debía ser por el padre de Rafael, sino no tendría porque existir un impedimento.
Tomé los documentos que dejé sobre la cama y fui directo hacia la sala donde se encontraba Lucrecia bebiendo té.
-¿Qué haces aquí?- pregunta.
-Estoy en mi casa y puedo pasearme todo el día por aquí si quiero- contesto enarcando una ceja.
-Siéntete en casa, pero no por mucho tiempo. Te aseguro que en menos de lo que te imaginas tú y tus cositas de vende mole van a salir por la puerta grande cuando tu hija se entere de la verdad.
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Cadenas de amor.
RomanceCadenas... una de las tantas cosas que siempre los iban a mantener unidos.