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La obra había sido un éxito, pero eso ya había pasado hace unos cuantos días, ahora la chica no tenia que llevar más su venda, y el lobo se sentía casi como nuevo, pero todavía no estaban 100% curados, ellos no están juntos, el lobo se encontraba sentado a lado de su amigo Jack comiendo el almuerzo y la chica, pronto lo sabremos.

...

-¿Qué pasó en el escenario?... Legoshi, tú no eres así... ¿qué te hizo cambiar tanto?-Dijo su amigo que lo conocía desde el jardín de niños con una cara de preocupación, aún cuando ya habían pasado unos cuantos días.

-Jack... no lo sé, creo que me metí demasiado en el personaje jejeje.-Dijo el lobo sin dirigirle la mirada ya que estaba muy enfocado comiendo su sándwich de ensalada de huevo.

Louis, les había dicho, después de que sacara a Legoshi y Bill del escenario que no querían que le comentaran esto a nadie y el lobo pensaba cumplir bien su palabra, ya que no quería perjudicar aún más al tigre, pero lo tendría bien en la mira por si acaso.

-Es por esa humana ¿verdad?-Dijo el canino serio dejando de comer.

Eso sorprendió al lobo, ya que no era en absoluto ni una pizca la culpa de aquella chica, solo que al sentir que el tigre poseía la sangre de un ser más pequeño que no podría defenderse de el, hizo que su corazón palpitara fuerte al pensar que lo mismo le podría pasar a _____, ya que a comparación de ella y los carnívoros de ese lugar, obviamente quienes tendrían la ventaja serían los carnívoros, no ella, y eso era lo que más le preocupaba a aquel lobo, que poco a poco se enamoraba de ella.

Jack todavía no conocía a la chica, pero al escuchar que tiene un gran aroma, pensó que por eso atacó al tigre, aún así el no podía opinar de alguien sin conocerlo, lo cual el respeta ya que es muy amigable o mejor dicho alegre.

-No, no lo es.-Dijo el lobo tranquilo mientras acariciaba la cabeza de su amigo.

-Oh... Esta bien Legoshi!-Dijo el canino feliz mientras movía su cola de lado a lado.

Pronto la campana que indicaba que el descanso se había terminado, lo que significaba que ahora todos se dirigirían a sus clubs. Ambos se despidieron y cada quien se fue por caminos separados, pronto el lobo llegó a su club.

A la hora que ya se suponía que todos debían de entrar en el club Louis dijo que pronto les daría una muy importante noticia, pero no hoy, así que los mando a todos a sus puestos para repasar los aspectos importantes de el teatro, ya que tenían compañeros nuevos.

Pero el lobo no puso atención, su mirada se encontraba rondando por todo el salón, buscando a Louis y a _____, los cuales aún no llegaban al aula, cosa que preocupó a Legoshi.

Pronto Louis llegó, pero _____ no, pero antes que el lobo saliera corriendo el ciervo habló-Disculpen la demora, _____, hoy no asistirá al club, debido a razones personales.-Dijo Louis con una expresión serena, algo hermosa se podría decir. Eso no tranquilizó al lobo del todo, pero no podía ir tras ella, ya que ahora lo necesitaba más que nunca en el lugar.

...

Era ya muy noche, el lobo no tuvo la oportunidad de ver a la chica en todo el día, ni siquiera en el club de teatro.

-Bueno... ha sido un día largo, podemos dejarlo aquí- Dijo el amigo de aquel lobo, el cual fue interrumpido por el lobo ya que salió disparado de aquella aula.

-Ugh.... ufff- Gemía el lobo al correr lo más rápido a la habitación de la chica, y pronto se encontraba al otro lado de la puerta, pudiendo percibir aquel dulce olor de la chica salir por la puerta.

Pronto el toco la puerta de la chica, pasaron unos cuantos minutos y ella no contestaba, lo cual preocupaba al lobo.

Al no recibir respuesta de la chica abrió la puerta para así ver como de un gran ventanal entraba la luz de la luna con un poco de sombra de los árboles con hojas amarillentas, sus ojos se posaron en un pequeña criatura la cual se encontraba acostada en la gran cama con sábanas blancas, su cara se encontraba roja y el lobo volvió a la realidad cuando un golpe de feromonas de la chica golpearon su nariz.

Ohh no... al parecer empezó con su ciclo de celo, al ser de otro mundo no significaba que su período desaparecería, pero ahora venía adjunto de un gran calor que recorría todo su cuerpo, lo cual no era normal en su mundo.

Las garras de el lobo empezaron a salir, al parecer hoy la chica había iniciado su celo, su feromona era tan fuerte, tan dulce... tan única, tanto que hacía que el gran lobo perdiera la cabeza.

La chica al fin abrió su grandes ojos, tan profundos, tan únicos, brillaba con la luz de la luna, estos no miraban los de el lobo, de porto estos se empezaron a cristalizar , el calor se apoderaba de su cuerpo y al ser su primera vez no sabía que debía hacer, en su mente solo podía pensar en el, el es el único que la hace perder a tal grado la cordura, quería hacer cosas indecentes con el, ahora mismo, no podía esperar a que alguien la tomara con tantas fuerzas como el.

Lo extrañaba, no se daba cuenta que su amado se encontraba al frente de la puerta de su habitación, con muchas ganas de abalanzarse sobre ella y hacerla suya. Sus ojos casi rompían en llanto cuando al fin volteo a ver al lobo casi babeando.

El avanzo de la manera más lenta, sus pisada eran firmes y fuertes, lo que hacía que la chica se estremeciera , esta se sentó en el borde de su cama, su cuerpo se encontraba desnudo... al parecer se había masturbado pensando el aquella criatura.

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Continuará~

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Quiero devorar tu corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora