Capítulo 2

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Homero Addams se encontraba en el despacho de su mansión, dando y dando vueltas de un lado a otro, la llamada que había recibido hace algunos minutos lo había dejado helado, sentía lástima por la familia Sinclair, sin duda alguna la muerte de un heredero era algo que lastimaba en demasía a una familia.

Por otro lado, estaba el problema con el ascenso de Crackstone, estaba claro que ya no solo se trataba de un Don de la mafia, sino de un Cappo di tutti capi que estaba dispuesto a empezar a crear su propia organización de familias. Sin embargo, ahora y frente a su hijo menor y su esposa, sabía que tenía que hacer aquello que Ignatius le había pedido.

—¿Se lo piensas decir en este momento? —preguntó Morticia Addams, aquella mujer era algo sensacional, sus facciones y esbelta figura resaltaban entre las demás esposas de los Capos, especialmente cuando a pesar de su edad parecía tan joven como en su juventud.

—No lo sé, Cara Mia —respondió Homero, él era bajo en estatura, sin embargo, eso no evitaba que destilara galantería y elegancia por doquier, pero si en algo destacaba Homero Addams, era en la fidelidad que le profesaba a su dama, Homero, no tenía ojos para nadie más que para Morticia y ese amor era mutuo entre los dos—. Quisiera encontrar un momento en el que este de buen humor, para que la noticia no le caiga tan pesada.

—Buena suerte intentando encontrar uno de esos, Merlina siempre está de mal humor y cuando no está de mal humor está con ganas de degollar a alguien —se quejó Pericles Addams, el no tan pequeño hijo menor del matrimonio Addams, que a sus dieciocho años ya era todo un hombre apuesto y galante como su padre.

—Hijo —río Homero—. Tu hermana solo es algo temperamental, pero eso no significa que sea un ogro, quizá cuando vuelva de la casa de sus amigas podamos hablar con ella.

—Como si eso fuera a solucionar algo —intervino Morticia, no le molestaba ver a su hija casada, pero le preocupaba un poco la suerte de la menor de los Sinclair, sabía del carácter de su hija y que le impusieran cosas, era algo que no era de su agrado—. Sabes muy bien que eso no le agradará para nada.

—Lo sé, Tixa, lo sé, pero no hay de otra, de lo contrario todos pereceremos en manos de Joseph, no entiendo como es que nunca vimos eso venir —se lamentó Homero, sabía que la avaricia de Crackstone era grande, pero jamás imagino que fuera a tal punto de acabar con todas las familias de la Cosa Nostra para crear su propia organización.

—Nadie lo hizo, padre, todos están muy alarmados, a pesar de que ya Ethan y su esposa fueron asesinados, ellos siguen matando a más y más hombres de los Sinclair, pronto vendrán por nosotros y cuando lo hagan, tenemos que estar listos —afirmó Pericles.

—En eso tienes razón, hijo, ve con Largo, empiecen a capacitar a los numerales y los soldatos, esto es una guerra que no podemos perder —pidió Homero a su hijo. Largo era el mejor amigo de la infancia de Homero y Lucas Addams, paso a convertirse en la mano derecha de ambos y tenía a su cargo a todos los soldatos de la familia, si había alguien en quien confiaran los Addams, era en Largo.

—Cara mia, pronto vendrá Lucas, él sabrá aconsejarme de la mejor manera y también será mejor que este presente para cuando le dé la noticia a Merlina —dijo Homero, sabía que la presencia de Lucas calmaría al menos un poco las cosas, en especial por el respeto que sabía su hija mayor le tenía al que se suponía debía ser el Don de la familia.

—Haz lo que te parezca mejor, mon amour, sabes que te apoyaré en esto hasta el final de mis días.

—Te amo, Cara Mia —declaró Homero para luego, como era costumbre, dejar un camino de besos a lo largo del brazo de su esposa.

—Por todo lo sagrado, busquen una maldita habitación —bufó Merlina. Merlina Addams era la mayor del hermoso matrimonio Addams, era sin duda alguna el gran orgullo de ambos padres, gracias a las pequeñas modificaciones que se habían hecho en la Cosa Nostra, Merlina era la sottocapo de la familia, y si algún día, sucedía algo con Homero, ella debía tomar su puesto.

Cosa Nostra (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora