Capítulo 9

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Dos meses habían pasado desde que Yoko y Divina habían llegado a darle la noticia a Enid de que su padre había muerto. Desde ese día, habían intentado mantener más comunicación con Homero y los demás miembros de la Cosa Nostra, aún no habían atrapado al asesino de Murray, pero Homero les había prometido que estaba en ello. Por otro lado, los ataques de la familia Crackstone se habían detenido, ya que estaban demasiado ocupados expandiendo su imperio y reclutando nuevos miembros para su organización, pero eso no significaba que la Cosa Nostra y aún menos, Enid y Merlina se hubieran rendido en encontrar alguna solución para acabar con ellos.

Pero entre tanto drama y problema aún había espacio para algo bueno, o al menos así lo creían Divina y Yoko, por lo que era hora de actuar. Ahora Yoko se encontraba junto a Enid en una pequeña tienda de aquel pueblito donde las habían mandado a esconderse, Enid quería sorprender a Merlina con sus dotes culinarias y Yoko como buena mejor amiga había decidido ayudarla, pero también, sacarle de una vez por todas información sobre sus sentimientos hacia Merlina.

—Y bien... ¿Por qué tanto interés en hacerle una cena a Merlina? —preguntó Yoko con su característica sonrisa.

—Nada en particular —respondió Enid tratando de ocultar su sonrojo—. Solo quiero agradecerle por estarme entrenando durante todo este tiempo.

Yoko levantó una ceja de forma suspicaz, sabiendo que Enid estaba ocultando algo. Ella conocía muy bien a su amiga y sabía que había algo más detrás de esa excusa.

—Vamos, Enid, sé que hay algo más. Te conozco demasiado. ¿Hay algo que no me estás contando? —insistió Yoko, cruzándose de brazos.

Enid suspiró, sabiendo que no podría ocultar la verdad por mucho más tiempo.

—Está bien, lo admito. Sí, hay algo más. No solo quiero agradecerle a Merlina por su entrenamiento, sino que... también siento algo más por ella. Algo que va más allá de la amistad —confesó Enid, mirando al suelo avergonzada.

La sonrisa en el rostro de Yoko se hizo más amplia, mientras sus ojos brillaban de emoción.

—¡Eso es maravilloso, Enid! Me alegra mucho que finalmente hayas descubierto tus sentimientos. Merlina es una chica increíble y ustedes hacen una pareja genial. Estoy segura de que se gustan mutuamente. Solo tienes que ser valiente y expresarle tus sentimientos —pero así como la sonrisa de Yoko llego, se fue al ver el rostro de su amiga.

—No es tan fácil, Yoko, tú lo sabes, todo esto, nuestro matrimonio y demás no es más que una farsa, que para ella solo es un deber más por cumplir para mantener a salvo a la Cosa Nostra y a su familia —dijo Enid.

Yoko frunció el ceño, preocupada por la tristeza en los ojos de Enid. Sabía que la situación era complicada y que la relación entre Enid y Merlina estaba enredada en una red de secretos y peligro.

Yoko se acercó a Enid y puso una mano reconfortante en su hombro.

—Lo sé, Enid. Entiendo que las circunstancias son complicadas y que hay muchos obstáculos en el camino. Pero eso no significa que no debas intentarlo. La vida es demasiado corta para dejar pasar las oportunidades de ser feliz. Además, las cosas pueden cambiar. Tal vez encuentren una solución para todo esto y puedan vivir su amor sin miedo.

Enid asintió, agradecida por el apoyo de su amiga.

—Tienes razón, Yoko. No puedo quedarme atrapada en el miedo y la incertidumbre. Voy a hablar con Merlina y le diré cómo me siento. Sea cual sea su respuesta, al menos sabré que lo intenté.

Yoko sonrió, orgullosa de la determinación de Enid.

—Esa es la actitud, Enid. Estoy segura de que todo saldrá bien. Y recuerda, Divina y yo estamos aquí para apoyarte en todo momento.

Cosa Nostra (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora