Una dama vestida de negro, bajaba de un lujoso auto frente a una enorme mansión, iba tapándose el rostro para que nadie pudiera identificarla, aunque todos los que resguardaban aquella mansión sabían a la perfección de quien se trataba. La mujer tocó la puerta, la cual se abrió de inmediato, dejando ver a un hombre casi calvo y delgado.—Señora Sinclair —saludó el hombre dejando entrar a la recién mencionada—. Ya hacía falta su presencia por aquí, ¿vino a visitar al señor Crackstone?
—Si vengo o no a ver a Joseph no es de su incumbencia, Galpin —refunfuño Esther.
—Señor Crackstone, para usted —dijo una voz con seriedad haciendo que Esther temblara del susto.
—Tyler, ya te he dicho que no asustes a las visitas del señor Crackstone —regaño Donovan a su hijo.
—Esta —menciono Tyler con asco reflejado en su rostro—, no debería ni siquiera asomar su rostro por aquí, si es capaz de traicionar a su familia, nosotros no estamos seguros.
—El que no debería mostrar su rostro ante mí, eres tú, jovencito —rebatió Esther con enojo—. Después de todo mataste a mi hijo en mi cara.
—Su hijo merecía eso y más... era solo una escoria, además, asesinarlo fue una petición del señor Crackstone —espetó Tyler.
—¡Tyler! —un grito estruendoso por parte de una fémina en forma de regaño se escuchó por todo el recibidor, Laurel Crackstone, la hija mayor de Joseph y su heredera, una joven de cabello rojizo y mirada intimidante—. ¿Por qué no vas a ver si Xavier necesita algo? —preguntó, pero más que una pregunta se trataba de una orden que Tyler a regañadientes accedió a acatar—. Lamento eso, señora Sinclair —se disculpó Laurel una vez que Tyler se había ido.
—No hay cuidado, señorita Crackstone —dijo Esther, aunque la rabia que sentía por aquel muchacho era algo inevitable.
—Mi padre le ha dado demasiadas libertades —murmuró solo para que ella y Esther escucharan—. Donovan, tráele a la señora Sinclair algo para beber —pidió amablemente y de inmediato Donovan fue e hizo lo pedido.
Esther aceptó el vaso con agua que le ofreció Donovan con un gesto agradecido y lo bebió de un solo trago antes de hablar.
—Vengo a hablar con Joseph sobre un asunto importante —dijo Esther, poniendo el vaso en una mesa cercana.
—¿Sobre qué asunto se trata? —preguntó Laurel con curiosidad.
—Es un asunto que concierne a nuestra familia, señorita Crackstone, y no puedo hablar de ello con alguien que no sea el señor Crackstone —respondió Esther con firmeza.
—Entiendo —asintió Laurel, pero Esther notó que la joven no parecía contenta con su respuesta.
Justo en ese momento, Joseph Crackstone apareció en el recibidor, vestido de manera elegante y con una sonrisa en su rostro.
—Esther, querida amiga, ¡cuánto tiempo! —exclamó, abrazando a Esther con cariño—. Es un placer, verte de nuevo.
—El placer es mío, Joseph —respondió Esther, correspondiendo al abrazo—. Pero vengo con un asunto importante que necesito discutir contigo en privado.
—Por supuesto, por supuesto —asintió Joseph, dirigiéndose hacia su estudio—. Donovan, por favor, acompaña a la señora Sinclair a mi estudio.
Esther siguió a Donovan mientras pensaba en lo incómodo que era tener que tratar con la familia Crackstone. Pero sabía que era necesario para resolver el asunto que la había llevado hasta allí.
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Cosa Nostra (Wenclair)
FanfictionAl verse acorralado por la familia Crackstone, Murray Sinclair acude a Ignatius Itt por un consejo, este le dice que su única esperanza es formar una alianza con la familia más poderosa de toda la Cosa Nostra... los Addams, pero para hacerlo debe us...