Cosa Nostra (Wenclair)

Capítulo 7

Las obras fúnebres de Lucas Addams se habían realizado en privado y siendo cautelosos, los Addams sabían que si había un movimiento muy grande los Crackstone no dudarían en atacar de nuevo. Ahora Homero, Murray e Ignatius se encontraban en la mansión de este último junto a Merlina y Enid, ya que ambas, al ser las herederas de sus respectivas familias, debían estar al tanto de los planes que se llevarían a cabo.

—No entiendo —renegaba Homero—. ¿Qué ganaban con asesinar a Lucas?

—No se trata de que iban a ganar o no, Homero —respondió Ignatius.

—Solo fue una declaratoria de guerra, está claro que el hecho de que nuestras familias se unieran no era de su agrado y lamento eso Homero, si tan solo...

—No hay nada que se pueda cambiar ahora —interrumpió Merlina a su suegro—. Ya fuera el día de la boda o después ellos iban a ir por nosotros.

—Merlina tiene razón —asintió Ignatius—. A Joseph no le importaría llevarse a su madre entre las piernas si de esa manera logra obtener todo el control de la Cosa Nostra.

—¿Y qué haremos ahora? —preguntó Enid inocentemente, ella no sabía nada del mando de las familias, nunca había sido instruida en ello, ya que el heredero por derecho era su hermano.

—Lo primero que haremos es fortalecer nuestra alianza —dijo Murray—. Ahora más que nunca debemos trabajar juntos y ser fuertes, solo así podremos enfrentar los ataques de los Crackstone.

—También debemos tomar medidas de seguridad adicionales —agregó Ignatius—. Asegurarnos de que nuestras familias estén protegidas y que no haya más ataques.

—¿Y qué hay de los responsables de la muerte de Lucas? —preguntó Homero con enojo—. No podemos dejar que esto quede impune.

—No te preocupes, Homero —respondió Merlina con una sonrisa siniestra—. Los vengaremos, pero de una manera que no pueda ser rastreada hasta nosotros.

—No podemos caer en su juego —dijo Enid con preocupación—. No podemos perder nuestra moralidad y caer en la misma violencia que ellos.

—Tienes razón, Enid —asintió Ignatius—. Debemos actuar con prudencia y estrategia, pero no podemos dejar que esto quede impune.

—Sin embargo, ustedes dos deberían estar en su luna de miel —mencionó Homero mirando a Enid y a Merlina.

Tanto Enid como Merlina habían llegado a la conclusión de que lo mejor era no tener una luna de miel, menos con la muerte tan reciente de Lucas, aunque la verdad era que lo veían sin sentido al ser un matrimonio simplemente por conveniencia.

—Padre, no hay tiempo para eso ahora, si la Cosa Nostra nos necesita, Enid y yo estaremos para ustedes —dijo la pelinegra—. Además, sabemos y entendemos que nuestro matrimonio solo se dio con el fin de reforzar la alianza entre familias —agregó Merlina.

—Señor Addams, Merlina tiene razón —acotó Enid, a pesar de que en los últimos días, había tratado de acercarse un poco más a la pelinegra, esta parecía evadirla sin ser muy obvia, era como si la Addams se hubiera puesto una coraza para evitar que Enid supiera mucho de ella, a pesar de que ya estaban casadas.

Ignatius miró a ambas chicas, era claro que había cierta tensión entre ambas, solo esperaba que pudieran solucionar sus diferencias, no solo por el bien de sus familias y de la Cosa Nostra, sino también para que fueran capaces de encontrar la felicidad juntas, porque si de algo estaba seguro, era de que Merlina Addams y Enid Sinclair se pertenecían la una a la otra, solo que eran demasiado tercas para darse cuenta.

—Bueno, entonces trabajaremos juntos y tomaremos las medidas necesarias para asegurar la protección de nuestras familias y vengar a Lucas de manera estratégica y prudente —dijo Ignatius.