XIII La Muerte (Parte 2)

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La mañana siguiente es una completa conmoción.
Cada uno de los caballeros guarda todas las provisiones para continuar con el viaje. Algunas mujeres se han ofrecido para cuidar el campamento, por lo que no es necesario levantar las tiendas.

- ¡En marcha!

Arturo anuncia y todo el ejercito avanza como si fuera un solo ente. Will cabalga en la yegua al haber dicho que su caballo está enfermo. Nadie lo cuestionó después de ver la mirada de Tristán sobre ellos.

Con cada paso que dan observa como el ejercito enemigo se acerca.
Un nudo se posiciona en el estómago de Will mientras sujeta la navaja de cacería que Tristán le consiguió.

- No te separes de mi, si caes del caballo aléjate de sus patas.

Extiende el brazo para recibir a su majestuosa águila en interpretar el mensaje que trae consigo.

- Estamos en buena posición, no es necesario avanzar más.

Lo dice con el volumen suficiente para que Arturo lo escuche y al ritmo de "Formación" cada uno se divide en sus respectivos puestos.

- Sobrevive.

Tristán lo observa unos segundos antes de hacer que él águila vuelva a alzar el vuelo y todo comience.

Dejándoles suficiente comida y agua para que los perros no tengan la necesidad de salir. Toma la bolsa que ha preparado con anterioridad y junto a Galahad se adentran en el bosque.

Conforme lo hacen el menor se muestra más relajado, dejando marcas en los árboles con la única daga que trajo consigo, incluso llega a silbar imitando a las aves.

- Tu reino es muy tranquilo Hannibal, ahora entiendo porque tú como curandero te ves tan debil...

El mayor ignora sus palabras, deteniéndose  al ver frente a ellos a Mefisto, siendo ahora parte de un sacrificio. Con un suspiro arranca una flor silvestre y la pone sobre él.
Muchas veces el destino de alguien ya está asegurado.

- Olvida lo que dije...

Esparciendo la ceniza en el suelo sigue las instrucciones que aprendió de memoria.

"Dibuja un círculo con cenizas y dentro de él traza una estrella.

En cada punta posiciona las cartas que salieron en la lectura de quien deseas encontrar:
VIII La fuerza , XVIII La luna
XIV La templanza , XIII La muerte
VI Los amantes

Finalmente, cuando el sol esté saliendo deberás derramar en el centro sangre tuya y del viajante. Es importante que él conozca a tu versión de su mundo."

Terminando el pentagrama Hannibal extiende su mano hacia Galahad, quién haciendo acopio de su voluntad ante la promesa, toma su mano dejándose guiar al interior de la estrella.

- No te muevas...

Hannibal saca del bolsillo su bisturí haciendo un largo corte en la muñeca del hombre para posteriormente hacer lo mismo en la suya, aunque con menos profundidad. Si todo sale como lo planeado regresarán antes de que su cuerpo se desangre.

Tristán tiene movimientos ágiles y certeros. En el momento que las flechas se acabaron y el enemigo se acercaba, bajó del caballo para tener mayor movilidad. Will intenta defenderse, pero le es complicado manejar a la yegua con un solo brazo. 

Pasando los minutos poco a pocos lo enemigos disminuyen, por lo que Tristán se separa un poco más para continuar con la batalla, sin preveer que uno de los enemigos solo esperaba esa oportunidad para emprender su ataque.

Lo primero que siente es el aroma del campamento.
Frunciendo el ceño intenta bloquear sus sentidos, nunca le han gustado realmente los caballos.

- ¡Tristán! Tú, ¿Dónde están todos?

La voz eufórica de Galahad hace que no tenga otra opción más que ponerse de pie. El lugar es sumamente pequeño y desordenado, digno de la época.

- Hannibal, los hombres ya se fueron a la batalla ¡Debo ir a luchar!

Con velocidad Galahad entra rebuscando en los baúles todo su equipo. Hasta ese momento Hannibal se da cuenta que la armadura va más allá de las prendas que vestía.

- Iré contigo...

- Bien, nos hará falta un sanador

Al terminar de vestirse, le ayuda a Hannibal a ponerse una coraza entregándole además un casco mongol y una capa.

- Alguien se llevó mi otra espada, pero podrás conseguir una entre los cadáveres

Galahad exhala un rugido emocionado al ver que su caballo está en el establo.
Sin perder tiempo lo monta acariciando sus orejas para que Hannibal pueda subir sin estresar al animal.

Conforme se van acercando ambos buscan esperanzados encontrar el rostro conocido, dejando que sus cuerpos se relajen cuando los encuentran. Siguen ilesos.

- ¿Él es a quien buscabas?

La voz de Galahad vibra en el pecho de Hannibal traspasar la coraza.

- Lo es...

Responde en apenas un susurro conforme se acercan. Parece que Will está teniendo dificultades.

- Bien, entonces mi promesa se ha completado. Fue un gusto conocerte.

Con un movimiento hace que el caballo se incline para que Hannibal pueda bajar y una vez lo ha hecho, galopar hacia sus compañeros.

Hannibal debe correr.
Como lo suponía Galahad hay muchas armas disponibles en el suelo, así que después de elegir una sigue avanzando sin apartar la vista de su objetivo.

La sangre empapa las manos de Will cuando alguien le corta el cuello a su yegua.  Cae y rueda a un extremo siguiendo las recomendaciones de Tristán, al hacerlo también evita que una espada le atraviese la cabeza.

Sacando la navaja la clava en uno de los pies del atacante, dándole tiempo de retroceder e incorporarse, desenvainando la espada para bloquear el segundo golpe.
Sus brazos tiemblan por la fuerza del choque, impidiéndole dar un paso atrás cuando el hombre inicia su siguiente ataque.

Cierra los ojos esperando el impacto, mientras recuerda como se sintió ser cortado aquella vez en la cocina de Hannibal. Pero nada, el impacto nunca llega, solo una ráfaga de aire combinado con el olor de la sangre.

- ¿Estás bien?

Al abrir los ojos, ve como Tristán encaja la espada en el pecho de un hombre para después sacarla y atacar a otro que se acerca, cada uno de los movimientos conecta con firmeza y... ¿En qué momento consiguió ese extraño gorro?

- Cuando volvamos, tendré que darte clases de esgrima

- ¿Hannibal?

- Hola, Will

Al ver que no hay más peligro se quita el casco y dirige su vista a Will.
Quien nota como sus ojos brillan con felicidad y la emoción del combate.
Puede apostar que tiene la misma expresión en ese momento.

- ¿Cómo...?

- Te contaré mi versión una vez estemos lejos de los sajones.

Sujetando su mano ambos corren hacia el bosque.
En el proceso Will vislumbra a un hombre similar a él luchando hombro a hombro con Tristán. Lleva la misma armadura que Will y por supuesto, viste un pantalón de piel. Rodando los ojos, deja que Hannibal los guíe de regreso.

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XIII La muerte

(Derecho)
Representa los principios o inicios de cosas, el cambio, la transformación, transición y finales de ciclos. Profundo cambio radical.

No cambiaría mi elecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora