EL PRÍNCIPE EN EL EXILIÓ 🧡Katsudeku💚

CAPITULO 6

JEV

La tortura de aquel ángel no se disipó y continúo recorriendo el largo y doloroso calvario que Katsuki le había impuesto.

5 días después del intento fallido que él tuvo para escapar, el rubio decidió pasar un mes entero (y sin salir para nada de la habitación) teniendo sexo sin parar con él, porque desde el día que lo había marcado como suyo; una adicción nueva nació en él, una adicción que todos nosotros habíamos notado.

Era incómoda la situación para mí, el corazón se me destrozaba cada vez que escuchaba los gritos de dolor de ese ángel; no podía continuar aquello y debía de parar con sus torturas.

--¿A dónde vas? --me pregunto Eijiro mientras estábamos en el despacho de él.

--Ya estoy harto de esto, iré a detenerlo ahora mismo --le respondí saliendo de allí, ya que no seguiría soportando como torturaba a ese pobre ángel.

Mientras me dirigía hacia allá, recordé el suceso que hace un mes había ocurrido, porque en cierta manera no dejaba de asombrarme, pues desde que lo había profanado la agresividad en él había aumentado.

FLASSBACK

Aquella vez Katsuki había salido de la habitación para checar unos documentos que tenía pendientes, pero al regresar 4 sirvientes habían ingresado a la alcoba para limpiarla y ordenarla un poco.

Aquello lo volvió loco porque habían visto a su "Omega" en paños menores y sin tener compasión por ellos los mato al instante.

--¡EL PRÓXIMO QUE OSE ENTRAR A MI HABITACIÓN LO MATARÉ SIN PIEDAD! --vocifero a lo alto mientras regresaba nuevamente hasta su alcoba, todos estábamos impactados por su actitud tan hostil.

FIN DEL FLASHBACK

Dejando de pensar en aquel suceso, me pare frente a su puerta y tratando de ensordecer mis oídos por los gritos de dolor del Omega, toque fuertemente la puerta para llamarlo. Katsuki tardo en salir y cuando finalmente lo hizo note la apariencia que tenía, estaba en su forma demoníaca porque los cuernos se le asomaban por la cabeza.

--¡QUÉ DIABLOS QUIERES JEV! --me grito sin dejar de penetrarme con su fiera mirada, ojirubí.

--¡ESTO DEBE DE PARAR! ¡YA ES SUFICIENTE! --le grité sin inmutarme.

--¡ESO NO TE IMPORTA A TI!

--¡SÍ! ¡SI ME IMPORTA! ¡SOLO LO IBAS A MARCAR MÁS NO A ULTRAJAR! ¡QUÉ DIABLOS TE SUCEDE KATSUKI! --le reclamé mientras la irá comenzaba a dominarme.

--¿Acaso quieres que te mate? --me preguntó comenzando a generar explosiones.

Antes de que fuera capaz de darle una respuesta, me escabullí ágilmente hasta el interior de la habitación y le puse seguro a la puerta para impedirle el paso a Katsuki. Una vez adentro fui testigo del horrible estado en el que se encontraba el angelito.

La realidad rebasaba aquello que me imaginaba, pues el pobre estaba muy lastimado.

--O-¿Oye te encuentras bien? --le pregunté mientras envolvía su cuerpo con una sábana.

--A...a...a... --trataba de decirme algo, extendiendo su mano temblorosa hacia mí.

--¡ABRE LA MALDITA PUERTA JEV! --gritaba Katsuki a punto de tumbar la puerta--, ¡ESE ÁNGEL ES MÍO! ¡Y NO DEJARÉ QUE ME LO QUITES!

--¡CIERRA EL PUTO HOCICO KATSUKI! --le grité tratando de no dejarme llevar por mis emociones, ya que sentía cómo mis cuernos demoníacos querían brotar de mi cabeza.

Sin prestarle atención pude notar que estaba cerrando sus ojos y asustándome por completo, trate de moverlo un poco para que no hiciera aquello.

--O-Oye, no, no hagas eso, por favor no cierres los ojos --le pedí tratando de llamarlo.

--No... Déjame morir... S-solo así dejaré de sufrir con ese monstruo --me respondió muy quedito cerrando por completo los ojos; en ese instante Katsuki rompió la puerta y cuando vio que lo tenía entre mis brazos se abalanzó hacia mí, pero siendo más rápido y sin pensarlo dos veces, puse mi mano sobre su cabeza liberando todo mi poder como Overlord para sanarlo. Al notar aquello, él se quedó en shock y rápidamente entendió lo que estaba sucediendo.

--¡SE ESTÁ MURIENDO! --exclame lo más fuerte que pude.

--No... ¡NO ES CIERTO! ¡EL NO PUEDE MORIR PORQUE QUE ES UN ÁNGEL! --me grito negándose a creerlo.

--¡SI LO ES! ¡EL MISMO LE ESTÁ DANDO LA ORDEN A SU CUERPO PARA QUE DEJE DE FUNCIONAR!
¡DEBEMOS DETENERLO ANTES DE QUE SEA TARDE!

La irá que hace poco tenía se desvaneció por completo y regresando a su forma habitual, poso su mano sobre el pecho de este, liberando de igual forma su poder; mientras ambos hacíamos esto, traspasamos a nuestros cuerpos todas las heridas que el omega tenía.

En mi cuerpo se plasmaron los arañazos y la fea mordida que tenía en su mejilla, en Katsuki se plasmaron mucho más de estos, pues al parecer estaba absorbiendo mucho más para retener dentro de su cuerpo. Aquello dolía demasiado, pero debíamos de acabar el traspaso de daños para que él estuviera bien, y aunque fuera el ángel más fuerte del cielo, el mismo le estaba dando la orden a todo su cuerpo para que dejara de funcionar.
Cuando nuestro contacto finalizó el ángel estaba bien, su rostro y anatomía no tenían ningún solo rasguño. Todo estaba bien, a excepción de las alas, porque para sanar estás se debía de hacer otra cosa.

Cesando del poder que liberamos, me pare a duras penas del lugar y mientras trataba de concentrarme, eleve mi aura para sanar mi cuerpo; poco a poco las marcas, mordidas y rasguños desaparecieron por completo de mí, ya que al ser un Overlord teníamos está habilidad innata para auto-sanarnos. Katsuki seguía en shock y aún tenía las ex-heridas del ángel en su cuerpo y aprovechando lo ensimismado que estaba en sus pensamientos tome al Omega entre mis brazos para salir de allí, pero él me detuvo mirándome fijamente.

--¿A dónde lo llevas?

--Me lo voy a llevar a otra habitación, no lo dejaré aquí por más tiempo y menos si sigues con esa maldita idea de lastimarlo, así que por el momento no lo verás --finalice mis palabras saliendo con él en mis brazos.

No volvería a permitir estos abusos de su parte y si volvía a cometerlos lo enfrentaría olvidando el respeto que sentía hacia el cómo hermano y rey del infierno...

Continuará...