Katsuki Bakugo (mejor conocido por todos como lucifer) es el rey y monarca que lidera el infierno.
Sin olvidar la caída y el momento en el que el y sus compañeros más cercanos fueron desterrados; encuentra la gran oportunidad para vengarse de Dios y...
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NARRADOR
Mientras Izuku estaba frente a Katsuki, este le ofreció una de las manzanas que había preparado.
--Toma... E-Es para ti Izuku... --susurro perdiendo la conciencia.
Al ver aquello, el pecoso comenzó a llorar y tratando de acercarse a él, Arriane se lo impidió y de un manotazo le dio a entender que se alejara.
--¡NO LO TOQUES, DEJALO! --grito la chica con el rostro empapado de lágrimas, le dolía mucho lo que le había hecho a su hermano mayor y de alguna manera trataba de protegerlo.
A pesar de que la fémina le pidiese eso, Izuku la ignoro y aguantando sus manotazos cargo entre sus brazos el cuerpo de Katsuki para llevárselo de allí.
--¡IZUKU! ¡QUE LE HARÁS A KATSUKI, DÍMELO AHORA! --le reclamo Arriane a lo lejos, pero él no detuvo para nada su andar.
Mientras el pecosito pasaba por los pasillos del castillo, sintió como su cuerpo comenzó a regresar a su estado normal, pero eso poco le importo, ya que necesitaba ayudar a Katsuki cuánto antes.
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Finalmente, llegó hasta la habitación del rubio y dejándolo con delicadeza en la cama, comenzó a llorar a un lado de él. Se sentía culpable por lo que había hecho, no quería lastimarlo, no quería dejarlo en aquel estado, no quería herir a nadie, no quería que nada de eso pasara y no se explicaba por qué había sentido esa necesidad de exterminar.
--Perdóname --susurro sin dejar de, llorar y dentro de él la culpa lo estaba carcomiendo.
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