Tú no eres una chica - YeonBin

07 - YeonJun y Jun.

YeonJun estaba a punto de terminar aquel contrato que tenía con SooBin. Su mamá tiene razón, si quería lanzar su imagen como modelo de su revista, tendría que cuidar su imagen, no podía seguir con el mismo empleo de por vida.

Esa tarde, el chico se había encargado de borrar todas las cuentas que tenía como "Jun", había borrado absolutamente todo. Bloqueó a todos esos clientes que solían llamarlo en ocasiones y limpió su bandeja de mensajes.

Pero quedaba uno que es la excepción. Choi SooBin, era el único candidato que quedaba. Sintió una opresión en su pecho después de casi eliminarlo pero se prohibió hacer esa acción.
No podía eliminar a ese cliente de su lista de contactos.

Su corazón latía cuando lo miraba. Su cuerpo reaccionaba cuando estaba muy cerca de él. No podía evitar sentirse de esa forma, así que dejó el contacto. Además, el contrario sólo es un estudiante de universidad, no podían pasar muchas cosas en ese mes de trabajo.

Leyó los últimos mensajes que había enviado SooBin. Él le había pedido que fuera a su casa, únicamente tendría que presentarse como su novia. Choi sabía desde el inicio que si SooBin lo había contratado para que fuese su novia falsa, tendría que serlo de pies de a cabeza.

Contestó el mensaje con un "ahí estaré", y comenzó a intercambiar sus prendas por unos jeans para nada ajustados y una blusa acompañada de un suéter que también era un poco más grande para su cuerpo. Colocó la peluca y comenzó con el maquillaje de tonos rosas en los ojos.

Usó fragancia femenina que había comprado hace un tiempo y terminó acomodando nuevamente su cabello falso. Colocó un poco de gloss en sus labios y se miró al espejo. Nuevamente volvía a ser Jun.

Condujo hacia la casa de SooBin hasta lograr llegar. Tocó la puerta y se encontró con su cliente, quien lo mirada de pies a cabeza, sonriendo y lo abrazó, después lo tomó de la mano y lo llevó adentro de su casa.

— Oh, Soy Choi Jun. — Hizo una reverencia y su mamá estaba sorprendida de los buenos gustos que tenía su hijo.

No podían negar la belleza que tenía frente a sus ojos. Todos en la escena podían ver a una hermosa chica, joven, de cabello castaño, rostro pequeño y definido y un cuerpo delgado, aunque no se lograba ver mucho debido a esas prendas que usaba.

— Pasa, toma asiento. — La mujer recibió con cordialidad a YeonJun. Este tomó asiento cerca de la mesa que tenían preparada con platillos que se veían demasiado bien.

Todos tomaron asiento en las sillas restantes. YeonJun se sentía un poco extraño al notar como la hermana y la progenitora de SooBin definitivamente no dejaban de mirarlo.

— Un gusto conocerlos. — Dijo YeonJun.

— ¿Y desde cuando se conocen?

— Hace un mes. — Se apresuró SooBin al hablar y su madre sólo asintió con la cabeza.

— ¿Así que sólo estudias?

— Sí. Pero una vez que me gradúe, pienso trabajar en un hospital que tiene mi padre.

— ¿Tu padre tiene un hospital?

— Bueno, es dueño pero...

— Mamá, eso es mucho. Para de preguntarle tantas cosas.

Así es como había pasado la tarde SooBin con YeonJun. Una vez que ya había finalizado la charla con la progenitora de SooBin, todos se despidieron.
YeonJun fue acompañado por SooBin hasta la entrada del edificio y ahí fue cuando el menor le dio la paga al contrario.

— Gracias. — Sonrió, mostrando sus lindos hoyuelos a los lados de sus labios.

— Es mi trabajo. — Devolvió la sonrisa y se alzó ligeramente de puntas para después dejar un beso en los labios del contrario.

YeonJun no sabía por qué lo había hecho pero ver a SooBin en esos momentos le daba mucha inquietud de probar aquellos labios ajenos.

— ¿Es para hacerlo más realista? — YeonJun sonrió y al mismo tiempo asintió con la cabeza.

Yeon se retiró del lugar una vez que terminó de despedirse de su cliente. Se fue directamente a su apartamento y quitó aquella peluca, usó desmaquillante y comenzó a quitar cualquier rastro de pintura de su rostro.

— Me gusta SooBin. — Habló en voz alta y su sonrojo hizo presencia en sus mejillas. — Oh mierda. ¿Soy bisexual? — Y asintió. Admitió por intuición su orientación, después de todo, siempre le han gustado las mujeres pero ahora le gustaba un hombre. Eso solo afirmaba sus preferencias.

Terminó de quitar toda la ropa femenina que tenía puesta y comenzó a ponerse ropa con la que se sentía cómodo. Sus pies los dejó descalzos y acomodó su cabello corto y lacio. Se miró al espejo y miró su rostro original una vez más.

Unos toques ligeros en la puerta de su apartamento hicieron que se saliera de sus pensamientos.
Se dirigió hasta la entrada de su apartamento, pensando en que no había ordenado nada a domicilio.

Al abrir la puerta, se encontró con SooBin, quien sostenía una bolsa muy familiar para YeonJun. Se trataba de una cartera de color rosa con tonos dorados en los bordes y en el centro el logo de la marca "Gucci"

— Oh, ¿Se encuentra Jun?

YeonJun estaba paralizado al notar como SooBin estaba frente a él. Olvidó por completo que no estaba en su rol ahora mismo.

— Mi hermana Jun no se encuentra ahora. — Sonrió nerviosamente y el contrario asintió y extendió su mano con la cartera.

— Dejó esto en mi casa, ¿Podrías engréaselo?

— Claro. — Sonrió y tomó la cartera. — Yo se la daré cuando llegue.

— ¿Tardará mucho en llegar?, es que prefiero dársela personalmente.

— No. Ella fue muy lejos, tardará más de tres horas en llegar. — Mintió y sentía que cavaba su propia tumba. Siempre había sido malo para mentir.

— Está bien. — Hizo una reverencia y se despidió del chico que se había encargado de abrir la puerta.

Cuando el contrario cerró la puerta de su apartamento. SooBin avanzó unos pasos más, tocó su pecho con la palma de su mano y soltó aire bruscamente por su boca.

— ¿Por qué tiene un hermano tan atractivo? — Se cuestionó en su mente, preguntándose por qué se había sentido tan nervioso y por qué sus latidos habían comenzado a sentirse de una forma agitada. — Es como ver a Jun pero en versión masculina.

Aunque eso no le sorprendía mucho a SooBin. El simple hecho de comparar a HueningKai con sus dos hermanas le era demasiado. Sabía que los hermanos se parecen, pero ese parecido estaba a otro nivel.