17 - Sentimientos.

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Soobin estaba malhumorado. Su estado de ánimo había cambiado en todos los sentidos. Jugaba con los palillos y la comida que había comprado en la cafetería escolar. Oía como sus amigos hablaban entre sí pero realmente no ponía una pizca de atención a la conversación ajena.

Su mirada estaba perdida al igual que sus pensamientos. No lo entendía, ¿Por qué estaba ahí sin ganas de hacer nada?

— Alguien aquí está pensando nuevamente en sus problemas amorosos. — Soltó el comentario muy a la ligera. Hueningkai observó cómo Bin ni siquiera había reaccionado ante aquel comentario.

Soobin seguía concentrado en jugar con la comida mientras pensaba en cualquier otra cosa. Tenía su mirada baja. Sus ojos se notaban tristes y al mismo tiempo decaídos.

— Soobin. — Habló bajo, pero lo suficientemente audible para que su amigo pudiera escuchar. — ¡Soobin! — Este último tono de Kai hizo que el peli castaño saliera de sus pensamientos. Frunció el ceño y observó el rostro de preocupación de sus dos únicos y tontos amigos.

— ¿Pasó algo? — Alzó sus cejas. Era de las primeras veces que BeomGyu se mostraba preocupado sin la necesidad de ser burlesco o cínico al hablar.

— Terminé con Jun.

Eso debía decir cuando el contrato terminara. Su contrato expiró y él sólo seguía el acuerdo, sin embargo, no estaba cómodo. Deseaba aclarar sus pensamientos y entenderse a sí mismo.

La expresión facial de sus dos amigos mostraban confusión. De inmediato lo entendieron. Soobin había caído completamente enamorado de su primera novia y es válido, dicen que el primer amor nunca se olvida, ¿Cierto?

— Siempre es difícil... — Comenzó el de gafas pero Soobin no lo dejó terminar.

— Yo... no quiero regresar con Jun. — Su respiración era entrecortada y al mismo tiempo, su voz se volvía temblorosa, dejando ver su vulnerabilidad. — Descubrí que... me gusta otra persona. — Esta vez, alzó su mirada, aún manteniendo sus ojos entristecidos.

— Parece que hay mucho que no nos contaste. — Bufó Kai y tomó un trago del café frío que había ordenado con anterioridad.

— Como sea. Sí hay otra persona que te gusta más, ¿Por qué no vas con ella?, probablemente es mejor que estar perdiendo el tiempo aquí.

Esa conversación lo había animado a que llegara a donde está en ese momento. Afuera del departamento de YeonJun, esperando que el contrario le dejara explicar lo que había estado pensando en esa última semana.

La puerta fue abierta y Soobin pudo percatarse de la presencia de un YeonJun desarreglado, con un olor ligero a alcohol. Sus labios estaban rojos por naturalidad y sus ojos mostraban duda o confusión.

— YeonJun, por favor, déjame explicarte.

— ¿Qué haces aquí? — No lo preguntó de mala forma, simplemente lo dijo por curiosidad.

— Necesito hablar contigo. — Sonrió decaído y YeonJun suspiró.

— Si es algo sobre el contrato. Ya no estoy trabajando como acompañante. — Se adelantó y el menor negó.

— No es sobre eso.

YeonJun, no muy convencido lo dejó pasar. Ambos se quedaron en silencio por unos cortos pero eternos segundos. YeonJun estaba sentado en el sofá al igual que Soobin, quien jugaba con sus pies, movía el izquierdo ligeramente, mostrando su ansiedad.

— Aquella vez que confesaste lo que realmente sentías. — Fue el primero en hablar, con su voz temblorosa y sus emociones descontroladas. — No sabía lo que tenía que decir. Esperaba tener una linda novia y casarme con ella en un futuro, pero de la nada, estaba sintiendo atracción por un hombre y eso me asustó.

Dejó un silencio entre lo que estaba diciendo. YeonJun lo comprendió de inmediato. Él también pasó por ese momento confuso. Tampoco esperaba terminar enamorado de los encantos de su cliente. Para YeonJun, sus planes siempre fueron distintos, él esperaba estar con una actriz famosa y ser aún más reconocido.

— Así que, me di cuenta de lo que realmente siento. Me gustas, YeonJun. Me gustas mucho y lo siento, fue tonto negarlo cuando me confesaste. Supongo que lo pasaste mal. — Bajó su mirada, sintiendo que su corazón iba a salirse de su pecho en cualquier momento.

Soobin se levantó del sofá, llamando la atención del pelinegro. — Está bien si tu opinión sobre mí cambió. Yo...

YeonJun también se levantó de su lugar y se puso enfrente de Soobin. Sonrió tontamente y negó. — En una semana no cambié nada. — Rió en bajo. Sabía que ese estudiante era ingenuo pero a veces era tanto que le resultaba imposible no burlarse de las situaciones.

— Eso quiere decir que... — YeonJun asintió y luego se acercó a Soobin, lo tomó del mentón y se acercó para después dejar un corto y desesperado beso en los labios del menor.

Soobin no cerró sus ojos en ningún momento. Estaba muy nervioso y sorprendido para hacerlo. Sus emociones le jugaban mal cuando estaba cerca del modelo.

Cuando el mayor se separó, observó las mejillas teñidas del más alto y sonrió. — Soobin, no vuelvas a mentirme.

Tú no eres una chica - YeonBin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora