Una deliciosa cena de bienvenida les recibió cuando llegaron a su destino, la abuela de Beomgyu estaba feliz de tener compañía y se los hizo saber cuándo abrazo a cada uno brindando el mismo amor a los cinco por igual. Siempre tuvo aprecio por todos, no hacia distinciones, siempre les trato como si el resto fuesen sus nietos e inclusive tomaron la confianza de llamarle abuela también.
Durante la comida estuvieron respondiendo a todas las preguntas que la mujer les hacía acerca de cómo les iba en sus carreras como artistas. Les había hecho una rigurosa pregunta acerca de sus descansos y comidas demostrando preocupación por los cinco, misma que se fue cuando ellos afirmaron comer bien y a sus horas.
―Abuela, no sabía que tenías visita. ―dijo Beomgyu de repente masticando el pedazo de carne que tenía en su boca. Señalo la ventana que daba al patio trasero y se formó un silencio que detuvo inclusive las respiraciones de todos.
― ¿Qué visita hijo? ―preguntó la abuela.
―Esa señora de piel arrugada, blanca y cabello gris, esta vestida con un vestido blanco y flores azules por toda la prenda. Está sentada en la silla mecedora que te regalo papá el año pasado, creo que mira las plantas que tienes sembradas en la jardinera. ―explico de nuevo señalando hacia la misma dirección. La mujer de edad avanzada se quedó callada, suspiro fuertemente y miro el portarretrato que tenía en la sala.
Los chicos se quedaron en silencio mirando primero a Beomgyu y después hacia donde señalaba. Un escalofrió recorrió toda su espina dorsal, no había nadie sentado en esa mecedora, eran casi las diez y afuera no hacía frío, pero sí estaban los ventarrones. Taehyun vio una fotografía que estaba en una de las repisas de la sala, ladeo su cabeza confundido y se levantó para verla más de cerca: era una mujer de cabellos grises a medio recoger, estaba sentada en una silla en lo que parecía ser un jardín, su piel estaba arrugada y era blanca, tenía un vestido blanco con flores azules y sonreía muy débilmente. Lo más curioso fue que la fotografía parecía ser antigua.
― ¿Quién es ella? ―preguntó el castaño.
―Es mi mamá. ―respondió la mujer―. Es la única fotografía que tengo de ella, falleció antes de que me casara.
―Entonces Beomgyu esta... ―la oración de Soobin quedo suspendida en el aire y voltearon a ver al chico quien estaba en la ventana "hablando" con aquella mujer.
―A veces siento que está aquí pero jamás la he podido ver. ―miro a su nieto―. Creo que mi Beomgyu pudo hacerlo. ―sonrío tristemente. Ellos se miraron entre ellos, era triste, pero seguía dándoles miedo.
El pelinegro regreso con ellos al cerrar la ventana, tomo asiento a lado de Hueningkai y vio a su abuela. ―Ya se fue, dice que luego vendrá a visitarte, me dijo que te dijera que te ama mucho, ¿la conoces? ¿a dónde se fue?
Fue difícil contarle a Beomgyu la historia. La escucho atentamente dándose cuenta al final que no había visto a una personal real sino a un espíritu materializado nuevamente en su cuerpo. Sintió una opresión en su pecho al saber que se trataba de su bisabuela. No tuvo miedo, al contrario, le había dolido.
―Beomgyu, tú sabes que en este mundo existe el bien y el mal gracias al hombre. ―comenzó a hablar mirando fijamente a su nieto―. Algunos pagamos por los errores de la familia; errores los cuales nos afectan de alguna u otra forma y ahora tú eres parte de ello. Cargamos con las consecuencias de nuestros antepasados por haber practicado la brujería y la única opción que nos queda es vivir con ello de manera controlada. Es difícil, lo sé, te entiendo, pero se puede pelear contra esto.
― ¿Entonces viviré con esto para toda la vida? ―preguntó el chico a lo que su abuela asintió.
―Existen maneras de cerrarlo, pero solo lograríamos enojarlos más. Te digo esto porque cuando tenías trece tratamos de hacerlo, pero no lo logramos, ¿lo recuerdas?
Beomgyu hizo memoria y asintió varias veces. Recordaba cuando le decía a su madre sobre el ver cosas y escuchar cómo se caían adornos en la casa.
―Algunos solo quieren ser ayudados, otros llamar tu atención y otros más querrán hacerte daño, pero para ello debes aprender que con los terceros es más difícil lidiar. Te ayudaré, tal como lo hice con tu tía, solo debes tener paciencia y no temer. Tu energía es baja y de tu miedo se alimentan, jamás flaquees ante ellos.
Con un asentimiento por parte de Beomgyu, Yeonjun decidió hablar sobre lo sucedido en la mañana.
―Hay algo que le queremos preguntar y es que sucedió hoy cuando veníamos para acá. ―dijo Yeonjun―. Ocurrió un accidente en la carretera, nosotros no sabíamos todavía, pero Beomgyu lo dijo tal como si lo hubiese visto, ¿podría decirnos exactamente lo que significa?
La mujer se le quedo viendo a Beomgyu. ―Puede que estés desarrollando el don de la visión, ¿te ha pasado antes?
―No, pero a veces en sueños ocurren cosas que al día siguiente me pasan o pasan en otros lugares. ―respondió tranquilamente sin saber a dónde mirar.
―Es eso entonces. ―afirmo la anciana―. Tienes baja energía como para tener tantas cosas, ¿algo más que deba saber?
―Veo muertos, escucho y veo cosas, ahora a veces puedo ver lo que sucederá y, bueno... también en sueños a veces veo que hay cosas en la casa que, claro, no son buenas. Siempre las veo de color negro y las siento muy pesadas. ―explico brevemente para que su abuela entendiera. Los chicos se quedaron en silencio mientras iban escuchando todo. No sabían ni siquiera cómo reaccionar.
Cuando la plática termino, ellos fueron a dormirse a las dos habitaciones de huéspedes y la mujer se fue a la suya cerrando la puerta detrás, soltó un largo suspiro negando mientras caminaba hacia su ropero y sacaba su bata para dormir.
Quizás su nieto no era parte de los que pagaban los platos rotos por lo sucedido en el pasado.
Quizás Beomgyu había heredado todo lo que alguna vez sus antepasados tuvieron de manera directa.
Algo que, en definitiva, era más peligroso.
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ᴡʜᴏ'ꜱ ɪɴ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ? | ᴛᴏᴍᴏʀʀᴏᴡ x ᴛᴏɢᴇᴛʜᴇʀ
Fanfiction𝐈 𝐂𝐀𝐍'𝐓 || Beomgyu corrió a los brazos de Yeonjun cuando Taehyun hizo la broma. Todos se estaban riendo por lo asustadizo que era el chico, pero las palabras dichas por él hicieron que sus corazones se detuvieran y su sangre se helara ante lo i...