ᴡʜᴏ'ꜱ ɪɴ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ? | ᴛᴏᴍᴏʀʀᴏᴡ x ᴛᴏɢᴇᴛʜᴇʀ

˗ ˏ ˋ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏꜱ ˎˊ ˗

Tenían dudas, sobre todo Beomgyu.

No sabían lo que le sucedía, pero eran conscientes que no era normal. Algo que asustaba a más de uno.

Nadie fuera de su círculo conocía lo sucedido ni mucho menos lo que ocurrió una semana después de ello.

Creían que ahí había acabado todo. Algo momentáneo, no lo sabían. Pero fue un error confiarse ya que nadie los había preparado para lo que enfrentarían con un Beomgyu desconcertado ante la idea de saber que tenía un tipo de contacto con lo sobrenatural.

Faltaban cinco minutos para que el reloj marcara la media noche, los cinco estaban en la empresa ensayando arduamente para los MAMA. Yeonjun había llegado de una práctica debido a una presentación especial junto a otros idols de su generación. Pregunto primeramente por Beomgyu y su estado a lo que Soobin respondió que estaba bien.

Estaban tranquilos sabiendo que él lo estaba.

―Iré por agua, ¿alguien quiere? ―pregunto Beom, todos negaron a su pregunta.

― ¿Voy contigo? ―el pelinegro negó la compañía de Taehyun.

―Estaré bien.

Salió de la sala de prácticas, camino por un extenso pasillo iluminado hasta llegar al dispensador de agua que estaba a un lado de la ventana que daba para el exterior. Eran los únicos ahí, querían perfeccionar las coreografías para dar una excelente presentación el día de los premios.

Beomgyu se agacho un poco para rellenar su término, estaba exhausto y solo quería volver al dormitorio. Bebió un poco y volvió a rellenar, su campo de visión fue a parar hacia la ventana, veía los edificios con iluminación y pocos transeúntes y autos. Era casi la media noche, no era una hora conveniente para salir y mucho menos porque hacía frío.

Se quedó unos cortos segundos parado frente a la ventana hasta que un escalofrío le obligo a mirar hacia abajo donde, debajo de un poste de luz, había una figura completamente negra, no podía mirarle el rostro, no parecía moverse y tampoco parecía tener los pies sobre el pavimento. Los pocos autos que pasaban y le iluminaban no se detenían dándole como último que solo él podía verle.

Totalmente inmovilizado, sintió un ligero dolor en su pecho que le hizo jadear en el intento de querer correr. El golpe hizo eco en todo el piso debido a lo solo que estaba, los chicos salieron a su encuentro corriendo hacia Beomgyu para ayudarlo a levantarse.

― ¿Estás bien? ¿Qué sucedió? ―pregunto Soobin sosteniéndolo.

―Vi algo afuera... era negro, totalmente negro... ni siquiera tenía los pies sobre la tierra. ―explico nervioso, quería que le creyeran y no le tacharan de loco.

―No hay nada. ―dijo Taehyun cuando tomo el valor de asomarse a la ventana.

Beomgyu hizo lo mismo después y comprobó que no había nadie.

Estuvo largos minutos tratando de entenderse a sí mismo, necesitaba paz para encontrarle lógica a lo que había visto pero no podía en el estado que estaba.

No tuvo una noche tranquila, tuvo que irse a dormir con Yeonjun buscando sus brazos en forma de protección. El Choi mayor estaba ya preocupándose de más y pensando seriamente que, si algo sucedía aparte de estas dos cosas, tratarían de buscar ayuda para Beomgyu porque no estaba teniendo ya su vida normal como solía tenerla antes del 31 de octubre pasado.

Al día siguiente, cuando regresaron a la empresa después de haber desayunado, vieron mucho movimiento en la calle siguiente, un miembro del staff les pidió que entraran, pero la curiosidad era grande así que Hueningkai pregunto qué era lo que pasaba.

―Noona, ¿sabes qué sucedió?

La mujer suspiro. ―Ayer, como a las dos, hubo un accidente y murió una pequeña de siete años que iba en uno de los autos involucrados.

Beomgyu abrió sus ojos al mismo tiempo que su corazón latía con más fuerza de lo normal.

Los demás le miraron porque sabían que también pensaba lo mismo que ellos.

No había visto a un espíritu, tampoco un fantasma ni mucho menos un espectro.

Por primera vez en su vida, Choi Beomgyu había visto a la muerte.