𝘢 𝘥𝘳𝘢𝘨𝘰𝘯'𝘴 𝘮𝘢𝘨𝘪𝘤 | luckity

21. Verdad mezclada con miedo.

Quackity no podía sentir nada.

Todo su cuerpo estaba dormido y no podía moverse, pero aun estaba de alguna forma consciente. No había que ser demasiado inteligente para saber que había sido sedado. El pelinegro tuvo que hacer un enorme esfuerzo para inclinar su cabeza y poder ver al dragón a su lado. Chimuelo parecía un poco sedado también.

Poco a poco fue capaz de sentir como el efecto del veneno desaparecía, pero eso no lo hizo capaz de desencadenarse o de siquiera hacer algo respecto a su situación. No había salida. Estaba atrapado en ese barco.

Miro a su alrededor y al basto océano que los rodeaba, tratando de descifrar donde estaban y si los cazadores estaban yendo al lado correcto. Gracias a una brújula que tenia un cazador a su lado, supo que estaban en el norte, directo al Mundo Oculto.

Cazadores en el Mundo Oculto. La idea le dio ganas de vomitar. El jinete se pregunto si Luzu estaría en ese barco o si estaba en algún lado de la embarcación, así que intento buscar con la mirada aquellos ojos color escarlata, pero los únicos ojos que encontró fueron unos color uva, que lo estaban analizando de arriba a abajo.

Quackity tragó saliva. Vegetta.

Obviamente se había dado cuenta de que el jinete estaba por fin despabilado, pero ¿hace cuanto que lo estaba mirando de esa forma? Esa mirada le ponía la piel de gallina.

El pelinegro siempre trato de no juzgar a las personas de Karmaland o a los cazadores, ya que era fácil adquirir el pensamiento de que todos los dragones son peligrosos si en tu infancia los adultos mayores se la pasan diciéndote eso, pero con Vegetta era distinto. Él había visto la verdad que Luzu le había mostrado y había decidido ignorarla.

Quackity sabia por que. Vegetta tenia miedo.

— Si siempre tienes miedo, terminara por consumirte. — el jinete hablo con un tono de voz de forma que solo el contrario lo escuchara.

Vegetta frunció el ceño.

— ¿Con cuál te has drogado?

— Con la que me dieron ustedes, supongo. — sonrió Quackity.

Vegetta lo miro de arriba a abajo.

— Estoy de camino al gran nido de dragones. ¿De que tendría miedo?

— A la verdad. Sabes que esto no es correcto.

— Bueno, dicen que el miedo es una advertencia.

— Solo a veces. El miedo termina en cuanto tu mente se da cuenta que es ella quien lo crea.

— Pareces drogando en serio.

— ¡Pero si el que me drogo eres tu!

— Realmente estas loco. Además, ¿por qué le tendría miedo a la verdad?

—Pues, mira. Mis primos me educaron para que sea sincero, pero la verdad a veces es mas complicada de lo que creemos. No importa si esa verdad es para bien y no va a causar destrozos, ocultarla es mas sencillo, porque vivir en una mentira resulta ser mas fácil. Vives en una mentira, Vegetta, en la cual los dragones son malos, pero si un muchacho mexicano pudo ser amigo de uno a los trece años, ¿de qué podrías ser capaz tú?

Vegetta lo miro, y por un segundo su mirada se suavizo, como si reflexionara en lo que le acababan de decir, pero simplemente endureció sus facciones de vuelta, y se alejo.

Quackity lo miro con atención. Era extraño. Él no se parecía en absolutamente nada a Luzu; sus ojos y su pelo eran de diferente color, y su contextura también, entre otras cosas, sin embargo, eran completamente iguales. Supuso que Luzu había salido a su madre y su hermano a su padre.

De repente, unos dragones sobrevolaron el aire, y Chimuelo se altero, miro hacia arriba, y al verlos, empezó a querer zafarse de sus cadenas con desesperación. Quackity miro los dragones también; eran de especies que solo estaban en el Mundo Oculto. Mierda.

Lo que no sabia el jinete, era que Vegetta era capaz de leer las facciones de una cara tan bien como su hermano. El de ojos morados noto la desesperación del dragón y empezó a seguir con su barco a los dragones que estaban en el cielo. Quackity lo noto, y él no lo supo, pero su cara dibujo tal miedo y pánico, que Vegetta supo que estaban yendo por el camino correcto.

— Chingas a tu madre, Vegetta. — susurró el mexicano.

⋇⊶⊰❣⊱⊷⋇

Había pasado una hora, tal vez dos, Quackity no tenia forma de saberlo. Solo sabia que estaban cada vez mas cerca del Mundo Oculto, y lo sabia gracias a la desesperación de Chimuelo, que no dejaba de luchar en vano contra sus cadenas.

El miedo del jinete crecía a cada segundo, pero ese miedo se transformo en pánico, en uno enorme y arrollador, en el momento en el cual unas nubes de neblina cubrieron toda la embarcación. Esa neblina era una de las principales fuerzas de defensa del Mundo Oculto en contra de los piratas, que pasaban sus días en el océano, navegando. Estos, al ver la neblina, suponían que se trataba de una tormenta y se iban en dirección contraria, huyendo de esta. Los que se atrevían a intentar atravesarla, morían quemados por las llamas de unos dragones, los cuales Quackity llamaba vigilantes. Dragones que se encargaban de vigilar la entrada de su hogar, y los que también producían la neblina, con sus grandes bocas.

Al ver la niebla, el pelinegro pensó que tal vez eso alejaría a los cazadores, pero Vegetta no parecía querer parar el barco. En el momento en que la vista de todos fue cegada por las grandes nubes, un silencio reino, este solo ayudo a aumentar la ansiedad del jinete.

Pero el gran silencio fue interrumpido por el rugido de un dragón, luego el rugido de otro, y de otro, y de otro, hasta que el silencio reino de vuelta. Todos los cazadores se pusieron en alerta. Chimuelo se había rendido ya con sus cadenas, y solo miraba la escena con un miedo fácil de notar.

De repente, los barcos chocaron contra algo, una isla, la cual no fue capaz de ser vista a la distancia por culpa de la niebla.

Los rugidos de los dragones se escucharon de vuelta, y de repente, los dragones vigilantes salieron de sus escondites y empezaron a atacar a los cazadores y a sus barcos. Quackity cerro los ojos, incapaz de ver, deseando que todo eso sea solo una cruel pesadilla.

Los cazadores habían llegado al Mundo Oculto.

⋇⊶⊰❣⊱⊷⋇

buenoooooo holaaaaa, perdón por no actualizar tan seguido, estoy ocupada con la escuela :(