𝘢 𝘥𝘳𝘢𝘨𝘰𝘯'𝘴 𝘮𝘢𝘨𝘪𝘤 | luckity

19. Corazón valiente.

El festival había llegado. Luzu estaba a punto de fallecer de los nervios, no solo por aquella posiblemente desastrosa final, también porque ese día seria su primera cita con Quackity. Él no sabia si llamarlo cita, ya que no habían hablado de aquello como tal, pero Luzu lo consideraba así.

El castaño tenia exactamente tres horas en las que podría pasar tiempo con Quackity antes de la final. Aun no le había dicho al pelinegro sobre la competencia. Su plan era tratar de que esa sea la mejor cita de todas, para al final contarle, y que la noticia le caiga cuando este de buen humor, aun así, estaba segurísimo de que el jinete se enojaría, pero no había marcha atrás.

Sin embargo, Luzu estaba inquieto. Tenia un muy mal presentimiento sobre ese día. Sentía que algo iba a salir tremendamente mal, pero trato de ignorar esto para poder disfrutar de cada segundo con el pelinegro.

El plan para ese día era sencillo pero divertido. Almorzarían en lo de Merlon, luego se separarían para vestirse para el festival, para después encontrarse en la entrada del pueblo e ir a la hermosa feria que el pueblo había armado.

Unos días antes, Luzu le había ofrecido a Quackity conseguirle otra ropa para el especial día, debido a que el pelinegro no podía aparecer con la ropa de jinete, pero se sorprendió por la respuesta del pelinegro.

— Yo ya tengo mi ropa, no te preocupes. — había respondido, con una sonrisa picara.

Mientras esperaba en la entrada de Karmaland, Luzu trataba de imaginarse como estaría vestido Quackity, pero ninguna imagen mental era acorde.

— Luzu. — escucho la voz que jamás olvidaría a sus espaldas. El castaño se dio vuelta, y al ver de arriba a abajo a Quackity, se puso tan rojo como la camisa de su traje.

Quackity tenia puesto un traje, pero se notaba que lo había modificado mas a su estilo, su camisa blanca estaba desabotonada, al igual que su saco azul, su corbata estaba desatada y de su cuello colgaba su característico collar con la cruz, tenia unos pantalones azules al igual que todo su look, unos guantes blancos y un gorro de mariachi en lugar de su beanie, representando su cultura mexicana. Pero lo que había puesto rojo a Luzu era aquel corset, que apretaba ligeramente, aumentando aun mas su cintura.

— Hola. Te ves muy bien. — sonrió el castaño, mientras se acercaba y ponía una mano en la cintura del pelinegro. Quackity también estaba muy rojo, porque Luzu también se veía muy bien. El cazador tenia puesto unos pantalones negros y un esmoquin al estilo chaleco, de color gris. Debajo, su camisa era de color rojo vivo, haciendo contraste y resaltando sus ojos. El traje era particularmente apretado, volviendo loco al jinete.

Ninguno de los dos pudo decir nada, no hizo falta tampoco. Luzu agarro de la cintura a Quackity y lo beso, mientras el lo agarraba de la camisa. Sin embargo, no fue un beso apasionado, sino mas bien tierno, no representaba las evidentes ganas que se traían.

Cuando el beso termino, ambos se dedicaron una sonrisa y entraron a Karmaland, tomados de la mano.

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La pareja se gano un par de miradas mientras paseaban por el pueblo, Luzu se puso rojo al darse cuenta que todas las personas que los habían estado mirando eran cazadores, los cuales seguramente habían estado en la sede aquella noche y que probablemente habían escuchado todo. Quackity era ignorante de esto, y solo se dedicaba a observar fascinado a Karmaland, su pueblo, el cual no había visitado de día en mucho tiempo. Noto muchas cosas nuevas, como una alcaldía nueva, un remasterizado puerto, o que desde el suelo las torres de cazadores eran mucho mas altas.

Sin embargo, el de cabello azabache noto algo que no le gusto, y que lo obligo a detener su caminata. Luzu lo noto y lo miro confuso.

— ¿Quacks?