El chico solitario

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Tweek

Me desperté con mi madre llamando a la puerta, era raro que lo hiciera así que lo primero que pensé era que él FBI había entrado en mi casa y mi madre quería escapar conmigo, probablemente mi padre ya estaría muerto así me vestí rápido y corrí a abrir la puerta, gracias a Dios que al salir no estaban ni el FBI ni los sesos de mi padre sobre la camisa de mi madre.

- Vas a llegar tarde, cariño, será mejor que te lleves el desayuno y te lo tomes de camino a la escuela.

Agarré mi mochila y el café que me dio mi madre, me despedí de mis vivos padres y comencé a caminar hacia la escuela.

Odiaba hacer eso, caminar solo hacia un lugar, notaba las miradas de todo el mundo sobre mi, tal vez por mi ropa, mi pelo o incluso por que llevaba un café en la mano que no me tomé por vergüenza a sentirme tan observado, me sentí intimidado por cada persona que pasaba por mi lado, todos me miraban con cara extraña, probablemente todos estarían asociados con el gobierno para secuestrarme en cualquier momento, o peor, con los gnomos, menos mal que corrí y logré llegar al lugar a tiempo para la primera clase.

Al entrar todos gritaban y decidí meterme en el baño a tomar de mi café, fue entonces cuando dos chicos entraron, Kyle Broflovski y Eric Cartman estaban discutiendo.

- ¡Devuélveme mis diez dólares, culo gordo!- gritó el pelirrojo.

- Lo siento Kyle, un trato es un trato.- le dijo sonriente, mientras entraba en el baño.

Cuando Cartman desapareció para mear o lo que fuera, Kyle le esperó enfadado apoyado en la pica con un pie apoyado también en ella y cruzado de brazos.

Yo solo miraba la escena mientras tomaba café, ninguno pareció notarme hasta que me dio un pequeño espasmo.

- Oh, hola Tweek.- dijo Kyle.

Yo saludé asustado con la mano.

- ¿no vas a entrar?- preguntó señalando el otro baño libre.

- ¡¿qué?! ¡AGH! N-no, solo he v-venido por el s-silencio.

- Oh... perdón por gritar entonces.- trató de ser amable.

Entonces Cartman salió del baño y me miró, mierda.

- Vaya, vaya, no creí que vinieras, hay que tener huevos para venir después de lo que me hiciste, rubito.- se acercó amenazante a mi.

- L-lo s-siento pero n-no recuer-do haberte he-hecho nada...- dije confundido.

- Y ahora te burlas de mi, bien.- con un azote tiró mi café al suelo y sentí como se me caía el mundo a pedazos, luego me agarró del cuello y pensé que me mataría, así que comencé a gritar.

- ¡Déjale ya Cartman!- gritó Kyle.

Pero no paró, más bien, cada vez apretaba más y me costaba respirar, hasta que vi todo borroso y me desmayé.

Al despertar no había nadie, no se escuchaba ningún sonido y me traté de incorporar, así sentándome, traté de recordar y lo logré, toqué mi cuello, el cual dolía y miré mi café, ya no lo podía tomar, a saber cuántas bacterias tendría, agaché mi cabeza y me hice bolita, comencé a llorar de frustración. ¿Qué le había hecho yo a Cartman? Entonces escuché como la puerta se abría, pero no tenía ninguna curiosidad en saber quién era.

Escuché el agua correr y la secadora también, yo solo seguía mirando hacia abajo, con mis brazos entrecruzados sobre mi frente y mis piernas juntas en mi cara, tratando de que no me escuchara llorar.

Entonces me habló, reconocí la voz al instante, Craig Tucker, conociendo su historial se iría en cinco minutos, pero no lo hizo, se pasó dos horas a mi lado, en algún momento me hablaba pero yo no me veía físicamente capaz de articular una palabra, hasta que dijo algo sobre mi y no me pude aguantar, a raíz de eso hablé más y en algún punto grité, gran error, mi garganta dolía, pensé que se me iban a romper las cuerdas vocales.

Sus amigos entraron y le echaron la bronca por saltarse clases, me sentí bastante culpable, entonces me dijo algo decisivo, algo que para ser sinceros me reconfortó pero lo arruiné, tenía tanto miedo de morir en el intento que no hablé, tenía ganas de hacerlo, decirle que si, arreglar mi día, pero no pude, me pasé en el baño toda la hora del almuerzo y solo salí para la siguiente clase.

Decidí ir a carpintería, aún que en realidad me apetecía más la de cuidado del hogar, allí hacían galletas y enseñaban cosas fáciles, sería fácil aprobar esa materia, pero al ver a Craig Tucker entrar en carpintería sentí que tenía algo que demostrar.

Al entrar todos me miraron, sorprendidos por mi presencia, todos excepto Craig, me senté en una esquina y miré a mi alrededor, un montón de cosas punzantes y afiladas, madera, mucha madera, decidí que no me movería de la silla en toda la clase y pasaría desapercibido, pero al parecer no dependía de mi.

El profesor llegó y preguntó que quien era el más problemático, todos me señalaron inmediatamente.

¡Oh Jesucristo!

- ¡Yo realmente creo que es Craig!- dijo una voz en la otra punta de la clase y ahí comenzó una pelea verbal.

Tendría que haber ido a la otra clase...

No sé en qué momento se marcó una hora para que Craig y yo nos peleáramos, yo realmente no quería y estaba dispuesto a ir a Craig a decírselo, pero solo pude dar unos pasos cuando Stan Marsh se puso en mi camino.

- Espero que la pelea esa entretenida.- dijo sonriendo.

- ¡AGH!- auch.- y-yo no me quiero p-pelear.

- ¿por qué? Si él ha dicho de que ti que...- miró a Kyle.

- Que eres un mierdas.- dijo no muy convencido.

- N-no creo que haya dicho e-eso.- dije y miré a Craig, quien estaba con Cartman. Oh no. ¿Eran amigos?- ¡AGH!- Me sacó el dedo del medio, oh no, no, no, no.- o-o si...

- ¿sabes pelear Tweek?- me preguntó Stan.

Negué asustado con la cabeza.

- Nosotros te enseñaremos.- dijo Kyle.- hoy a las cinco, te paso la dirección, iremos a un lugar donde iba de pequeño, te podrán enseñar lo básico, recuerda que solo tenemos uno o dos días, depende de cuánto tiempo necesita Cartman para preparar a Craig.

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