Tweek vs Craig

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Tweek

Pasaron dos días, Stan fue tan amable de dejarme un saco de boxeo para practicar en casa.

Ya era hora de la pelea, las clases habían terminado y yo casi no podía respirar de los nervios, fui hacia el patio de la escuela y vi un montón de gente, ¿tendríamos público? Craig me iba a machacar. Al llegar le vi con solo una especie de pantalón de sumo mientras que yo me tuve que quitar la camiseta y quedarme en bóxers y una chaqueta que me dio Kyle para no tener tanto frío mientras no peleábamos.

- Puedes hacer esto, recuerda pegarle en las bolas.- dijo Stan.

- Oh, n-no quiero tocar ahí.- dije mientras miraba a Craig, quien me miraba con odio.

- Ya, bueno, es eso o morir.- dijo Kyle mientras me empujaba al centro.

- ¡¿morir?!- grité mirando a Kyle y cuando volví a mirar hacia delante tenía a Craig bastante cerca mío.

- ¡COMENZAD!- gritó Cartman y Craig no dudó en dar el primer golpe.

Después de eso todo fueron golpes sin sentido, a la mierda el entrenamiento, ahora no podía pensar en técnicas, solo en que no me partiera la cara, hubo un punto donde estábamos cansados y chocamos nuestras frentes, con rabia en nuestros ojos, aproveché para darle una buena patada donde Kyle me dijo y funcionó durante unos segundos para poder salir corriendo, pero Craig me pilló y me tiró detrás de un tobogán, al mirar de nuevo no lo vi y un sentimiento de miedo profundo me invadió, cuando de repente saltó sobre mi y me tiró al suelo, me inmovilizó con sus piernas y utilizó una de sus manos para inmovilizar las mias y la otra para tratar de ahogarme.

- ¡No, otra vez no!- grité.

De repente él me soltó y se levantó, miró a todos.- se acabó el espectáculo.- dijo a todos y la aglomeración de gente se comenzó a disipar.

Yo seguía en el suelo, tocándome el cuello, recordando a cuando Cartman me ahogó y unas lágrimas salieron, menos mal que nadie me veía, excepto Craig.

- Lo siento, debí haberme dado cuenta de que todo era obra del culo gordo.- me miró de arriba abajo.- perdón por hacerte todos esos moratones y tratar de ahogarte, ese idiota me dijo que era tu punto débil.- me extendió su mano y la acepté, al levantarme me di cuenta de que él era más alto que yo, raro que no me fijara antes.

- ¿te ahogó?- me preguntó serio.

Yo no respondí, no tenía claro si al contarle la verdad iría a pegar a Cartman o se reiría de mi, las dos me afectarían mucho.

- Me lo tomaré como un si.

Mierda.

- ¡N-no!- grité y mi garganta ardió así que en un acto reflejó la agarré y eso hizo que me doliera más.

- Tranquilo, con unas infusiones se te irá.

- N-no, tengo i-infusiones en mi casa.- comencé a temblar.

- ¿y que tienes?- me tocó el hombro para que le mirara, y funcionó.

- Café.

- Eso no te va a ayudar.- se puso a mi altura.- recoge tus cosas, nos vamos a mi casa.

»»»»»»»»

Al llegar a su casa me fijé en cada cuadro, mueble... era todo bastante bonito para mi gusto.

- ¿quieres llamar a tus padres para que no se preocupen? Asiente o niega con la cabeza.

Negué con la cabeza, mis padres nunca se enterarían de esto.

- Vale, pues quédate aquí mientras yo-.- paró de hablar en seco mientras miraba detrás de mi, me giré y vi a una niña.

- ¿qué haces aquí?- le preguntó.

- ¿quien es tu amigo?- ignoró su pregunta.

- Vuelve al colegio.- le exigió.

- Estoy bien, hermanito.- dijo tirando su mochila al suelo y tumbándose en el sofá.- han cancelado las clases por un pequeño incendio, que por cierto, no he creado yo.- me miró.- ¿quien es tu amigo?- repitió pero no dejó que Craig hablara ya que preció darse cuenta de algo, le miré a él quien negaba con la cabeza, como si quisiera que ella se callara.- ¡ es el tipo rubio paranoico del que tanto hablas!- gritó.

Miré a Craig asustado, ¿hablaba de mi a su familia? ¿Quería matarme?

- ¡Hija de-!- se dirigió a ella pero ella se apartó y volvió a coger su mochila.

- Mejor me voy a casa de alguien más, adiós rubio.- me miró.- ¡adiós hermanito!- le sacó el dedo del medio y se fue.

- Ignora todo lo que acaba de pasar, mi hermana es idiota, mejor sube a mi habitación, antes de que entre otro Tucker.

Yo me quedé inmóvil antes de adentrarme más en esa casa que podría ser mi muerte.

- ¿Estás bien, Tweek?- preguntó y vino hacia mi, al ver que no contestaba me dio la mano y me llevó él mismo hacia su habitación, yo me dejé llevar y eso le hizo sonreír.

Al llegar a la habitación él se fue, pero yo me quedé fascinado, era más cálida que toda la casa, olía a él, no se parecía nada a la mía, su luz era una led azul eléctrico y un tanto oscuro, su techo estaba lleno de estrellas que se iluminaban en la oscuridad, sus estanterías de libros de astronomía, planetas y estrellas, y posters de astronautas, estaba en general un tanto desordenada, con un montón de sábanas por la cama y el suelo, lo único que me asustó fue un hámster que tenía fuera de su jaula correspondiente que me miraba muy fijamente.

Craig apareció con una infusión y cerró la puerta detrás de él, yo puse obviamente cara de susto, iba a matarme.

- No voy a matarte, por si te lo preguntabas, es solo para conservar el ambiente.- dijo y me di cuenta que en su otra mano traía un botiquín.- puedes sentarte en la cama.

Miré su cama que aún no estaba ordenada.

- Oh, mierda, no recordé eso, mejor ven aquí.- me llevó al lado derecho de su habitación, donde estaban las otras sabanas y unas especie de fuerte de cojines y aún mas de ellas, me senté y era bastante cómodo, me sentía como un niño de nuevo.

- Es un tanto infantil, perdón.

- Es precioso.- dije sin pensar mirando el techo, que al estar la habitación con tan poca iluminación se veían todas las estrellas.- ¿te gusta el espacio, no?- dije y de repente noté su mano en garganta, supongo que aprovechó que estaba mirando hacia arriba, del susto no me moví.

- Te he dejado unos cuantos moratones, tal vez y con un poco de suerte la gente se piensa que es guay, por que eso no te lo puedo curar.

Yo tomé de la infusión la cual estaba bastante buena.- nunca había probado una infusión.- sonreí.

- Ya no tartamudeas.- me miró sonriente mientras me curaba rasguños del brazo.- me alegro de que te guste. Y respondiendo a tu pregunta anterior... me gustaría ser astronauta, se que no lo lograré, pero me gustaría.

- Eres un chico inteligente, seguro que lo logras.- dije mirándole.

- Eres el único que dice eso.- suspiró en una risa.- todos me ven como un caso perdido, ya sabes, por...- nos señaló a los dos.- este tipo de cosas, las peleas son mi perdición.

- ¿Y por qué no paras?- le pregunté mientras él me acababa de vendar mi muñeca derecha.

- Sinceramente no lo sé, simplemente no lo puedo controlar.

Los dos nos quedamos mirando por unos segundos, yo le di una pequeña sonrisa que correspondió con otra.

- Estoy seguro de que seremos grandes amigos.- me dijo.

Ojalá...

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