Bunny

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Butters

Estaba solo en la cafetería, ya eran las tres de la mañana y hora de cerrar, de mientras me chateaba con Kenny.

Kenneth: ¿ya lo has cambiado?

Yo: No entiendo por que te molestaba el nombre anterior.

Kenneth: No me molesta, pero se que si tus padres lo ven te puedes castigar... prefiero que vengas tú y me lo digas en el odio.

Yo: :3

Kenneth: ¿te paso a buscar?

Yo: No hace falta.

Kenneth: *foto*

Me envió una foto de él llegando junto a una bolsa... mi bolsa.

Yo: Oh galletas, no recuerdo haber dejado eso ahí.

Kenneth: Será por que te distraje para que no te dieras cuenta...

El timbre de la puerta sonó y Kenny estaba entrando, dejó la bolsa encima de una mesa y miró su alrededor, al darse cuenta de que no había nadie se apresuró a besarme con deseo.

- ¡Kenneth!- reí cuando pasó de mis labios a mi cuello.- ¡hay cámaras!

- Mejor, así nos dan dinero.- cada vez besaba con más deseo, hasta que frenó al notar la hora.- ven, te tengo una sorpresa, Buttercup.

Los dos nos pusimos a caminar durante un rato hasta llegar a la entrada de un hotel.

- ¿y esto?- pregunté mientras entrábamos.

- Hoy hace un año desde que... nos besamos por primera vez.- me dolió un poco que no lo considerara una relación aún, aún que al fin y al cabo, él era heterosexual... o eso decía.- quería hacer algo especial.

Yo sonreí, un hotel tres estrellas con piscina y Kenny, no podía pedir más.

Nos fuimos a nuestra habitación que quedaba en el ático.

- ¿cuanto dinero te ha costado esto?- pregunté.

- Eso no es importante, Butters, lo importante ahora es celebrar.- dijo quitándose su abrigo junto al resto de su ropa excepto la interior.

- Pero si no llego a casa mis padres me castigarán.- dije un tanto asustado mientras él me desabotonaba la camisa.

- Tus padres están durmiendo, Butters, mañana por la mañana te llevaré pronto a tu casa, ¿vale?- no me dejó contestar, me quedé en ropa interior y miré la bolsa.

- Oh, espera.- ya era tarde, él no esperaba a estas alturas.- ¿acaso no quieres que me disfrace?- pregunté y él me miró.

- Butters... está bien, no tienes por qué ponerte una peluca y un vestido siempre.- me dijo y me siguió besando el cuello.

Lo que dijo me extrañó, siempre le había dado prioridad al hecho de que yo pareciera una chica y así él no sentía que lo hacía con un chico, pero algo había cambiado.

Dejé de pensar en cuanto noté su miembro erécto sobre el mío mientras frotaba al besarme, hizo que el mío subiera también.

Le escuchaba jadear y él a mi, cuando apartó las sabanas y nos metió a los dos dentro de la cama de matrimonio, todo para luego deshacerse de la tela que quedaba en nuestros cuerpos separando nuestros miembros y susurrarme en el oído.

- ¿listo, Bunny?- me dio pequeños besos por la mandíbula.

Por lo visto la gente nos decía así, juntando los nombres Butters y Kenny, a él le hizo gracia y me llamaba así cuando se excitaba y me trataba de excitar.

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