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  — ¿Hyung?

  Jungkook abrió sus ojitos tras despertar. Su cabecita apenas se prendía. Vió hacia sus lados, Tae no estaba en el cuarto, ¿estaría en el baño? Había despertado solito. Le hubiese haberlo hecho con su mayor, pero él siempre despertaba mucho más temprano.

  Tomó asiento tallando uno de sus ojos. Recordó entonces lo que había sucedido en la noche, sus mejillas se encendieron. Tae lo había tocado, había puesto una de sus grandes y lindas manos dentro de sus pantalones, lo había hecho sentir bien. Mordió su labiesito inferior apenado.

  ¿Lo había hecho bien? Bueno, ha decir verdad él no había hecho nada, apenas había podido moverse, la situación lo paralizaba le daba mucha vergüenza. Por lo que agradecía que todo hubiese acabado allí, realmente temía que Kim quisiese avanzar con él, y era claro que eso no estaba tan lejos de sus planes como Kook pensaba. En parte se sentía un hombre con lo que había hecho, pero eso era más que suficiente.

  Vió la hora en su móvil. 8 am. Demasiado temprano. Se hubiese vuelto a acostar sí no hubiese escuchado un ruido en el exterior. Bajó de la cama casi correteando hacia la ventana.

  Tae estaba parado dándole la espalda. Parecía estar hablando por teléfono. Jungkook se recostó al borde del vidrio observándolo. ¿Cómo podía ser tan bello y atractivo?

  Su cabello estaba algo ondulado, su rostro fresco ya lavado y despierto, una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios mientras hablaba. No podía ser más bonito de lo que ya era. Kim reía al teléfono, Jungkook de igual forma sonreía contagiado con su alegría.

  Se estiró buscando oír con quién o de qué hablaba, apenas lo escuchaba. Aúnque tampoco quería ser descubierto asomándo la oreja.

  — Sí, todo bien por suerte, pero mucha gente religiosa. —Decía. ¿Estaría hablando con su mamá? Parecía contarle un poco acerca de la estancia allí. — Mh, sí, no te preocupes cielo —.

  Cielo. Jungkook desarmó su sonrisa y se incorporó retrocediendo un paso. ¿A quién podría decirle cielo? Él debía ser su único cielo. Mordió su labio buscando contener el dolorcito en su abdomen.

  Negó de inmediato. No podía pensar tonterías, ellos habían comenzando algo, Tae lo había tocado, no podía desconfiar de él. No iba a ser un novio celoso. Probablemente le estaría hablando a algún amigo, después de todo, Hyung era una persona cariñosa con los demás.

  Kim comenzó a despedirse alejando el móvil de su oreja. Jungkook correteó hacia dentro de forma inmediata. Buscó su cepillo de dientes en su mochila y se adentró al baño limitándose a cepillarse y lavar su rostro. No quería verse desastroso para Tae, ¿Qué tal y sí quería besarlo?

  Notó entonces una pequeña marca en su cuello. No, dos pequeñas marcas... ¿O eran tres? Sus mejillas ardieron. En su piel llevaba la prueba de que todo su ser le pertenecía a Tae.

  Al salir del tocador, su mayor apenas ingresaba encaminándose hacia la cama para ordenarla.

  — ¡B-Buenos días hyung! —Jungkook tomó su mochila de su cama litera guardando su cepillo. Luego dejó su pertenencia en su lugar rodeando la cama de Kim para acercarse a él.

  — Buenos días... Te despertaste temprano.—Comentó. Continuó arreglando las sabanas.  —Los alumnos y chicos en general desayunaran a partir de las nueve, nuestro grupo nueve y media. —Le dijo.

  Jungkook se removió en el lugar. Juntó sus manitos y sus piecitos observándolo pacientemente. ¿Se demoraría demasido en darle un beso de los buenos días?

  — Oh, bueno aún falta hyung, podemos esperar j-juntos...—Se acercó un pasito más estirándose hacia él. Sus bambis buscaban su mirada desesperadamente. Kim aún no lo veía.

"¡Adópteme Hyung!".~ Taekook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora