"¡Adópteme Hyung!".~ Taekook~

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   — ¡Taetae hyung!

   Tambaleé en mi lugar tras los salitos emocionados y los delgados bracitos de Jungkook sobre mi. Apenas llegué del trabajo, él reía divertido dejando pequeños piquitos en mis labios, por lo que no pude evitar ver hacia los snacks desparramados en el sofá y el videojuego en pausa en la televisión.

   — Mh- Jung- —Sus tiernos besitos no acababan, especialmente porque él me jalaba hacia abajo. — ¿Ya- se- mh- fue Yugyeom? —.

   — Se fue hace un rato~ —Jungkookie había pasado sus primeros días de vacaciones encontrandole el gusto a los juegos y las amistades. Yugyeom y a veces Eunwoo lo acompañaban por la tarde cuando él se iba a cumplir con su deber, era bueno que comenzase a pasar tiempo con ellos, pero luego de ello quedaba demasiado exaltado. No estaba acostumbrado a aquélla sobre estimulación. — ¡Jugamos y le gané otra vez! ¡Y dijo que vamos a jugar a gta v online porque hoy se va de la casa de su abuela y vuelve a la suya! —.

   — Me alegro amor, ¿dormirás en tu cuarto entonces? —Su sonrisa se desarmó un poco ante mis palabras. Jungkook había logrado dormir tan sólo dos días y no seguidos en su propia habitación, los demás había vuelto a pasarse a mi cama a la madrugada cuando yo ya estaba dormido. — ¿Mmh? —.

   Por supuesto, guardó silencio apartando su mirada hacia mi pecho jugando con mi suéter cabizbajo. El frío había llegado, pero no era excusa, su cuarto tenía buenas cobijas y un calefactor, más allá de todo Jungkook era algo caprichoso, quería dormir conmigo a toda costa.

   — ¿Así que la pasaste bien con tu amigo? —Cambié de tema dejando caer mi mochila al suelo a sabiendas de que no llegaría a ningún resultado diferente. Él regresó entonces a subir sus bracitos por mis hombros asintiendo. Tomé su pequeña cintura acariciandola suavemente. Sus bambis brillaron viéndome con atención. — Qué bueno. —.

   — Y hablé también por el grupo de mensajes, no están molestos conmigo, así qué... Me disculpé. —Comentó esbozando una timida sonrisita. ¿Cómo puedes ser tan bonito bebé? —¿Hice bien? —.

   — Hiciste muy bien Koo, estoy muy feliz par ti cielo. —Sonreí de igual forma ante aquella noticia, era un alivio para mi saber qué él había comenzado a socializar con chicos de su edad, talvez al princípio un poco a las obligadas de mi parte pero acabó teniendo resultado. — Pero limpia el sofá por favor, intenta comer sobre un plato la próxima vez. —Advertí señalando el sofá aún lleno de frituras.

   Él vió hacia atrás, luego regresó a posar sus enormes ojitos en mí. Palmé su espalda baja volviendo a señalar, él sólo mordió su labio inferior viéndome con timidez. ¿Estaba ansioso por algo?

   — ¿Qué pasa? —Guardaste silencio, no supe entonces que decir tampoco. Te observé esperando que me dijeras, pero solo alejaste tus bracitos suavemente, y juntaste tus manitos tras tu espalda viéndome ahora algo serio. — ¿Qué pasa cariño? —Acabé por preguntar.

   Negaste cabizbajo, volteandote y limitándote a limpiar el sofá sin más. Te miré un momento más buscando comprender qué sucedía. Suspiré luego levantando mi mochila del suelo para encaminarme hacia la mesada de la cocina, dejé ahí mi laptop encendiiendola sobre la Isla. Tomé asiento en un banquillo alto. Me sentía algo estresado, aún tenía asuntos tutelares de otros niños qué chequear y organizarme con el tema de... Jungkook. Aunque él aún no me había preguntado nada sobre su pasado.

   Entre la laptop que acababa de prender, miré a quien ahora era mi pequeña pareja apagando la playstation. Él... Realmente me gusta, sus ojitos, su labiesitos, su cuerpo, la forma en que me ama. Pero, era un hecho que por más que hubiese atravesado ya una gran linea al haberlo poseído varias veces, a veces era difícil cuando recordaba que apenas había cumplido los dieciséis años. Por momentos es complicado acercarme a él cuando me mirá y se comportar cual adolescente de su edad. A veces mucho menos que eso.