Hermosamente Roto |BW| ✓

Parte 3 | El verano pasado

Capítulo 17

Win tarareó suavemente mientras sus agujas de tejer hacían clic en un tejido rápido. Su estómago se volvía más redondo a medida que los días se alargaban, y el niño a menudo era un pequeño bailarín activo en su útero. El parto aún se avecinaba, al igual que la parte más aterradora y peligrosa del embarazo, pero se sentía más como antes que en años. 

Bright iba a encontrarse con él para un picnic a la orilla del lago una vez que terminara su trabajo con el Dr. Jumpol, y esa noche iban a disfrutar de sus placeres privados en la cama de Bright. Durante las últimas semanas, Win había renunciado a pelear entre ellos, y en su lugar pasó la mayor parte de sus días fantaseando con las horas que pasó a salvo y desnudo al lado de Bright. Si tuviera que sufrir bajo la tiranía de Luke y los deseos de los Plowden, sin mencionar dar a luz a este monstruoso niño, tomaría el placer que pudiera de Bright. Lo mantendría apretado con ambas manos todo el tiempo que pudiera. 

Sin embargo, el sexo no fue lo único que sucedió entre ellos. Incluso Win no podía negar que su apego a Bright también estaba creciendo fuera de la habitación. Disfrutó de las pequeñas atenciones que Bright le ofreció, como encontrar fruta fresca en su almohada todas las mañanas después de su ducha o un puñado de flores de olor dulce que Bright encontró en su camino a la casa de un paciente. O los pequeños obsequios de rocas bonitas que Bright recogió junto al lago durante su baño de la tarde. O un poema copiado escrito en la mano firme de Bright y clavado como una bendición a una de las camisas de Win colgadas en la línea para secarse. Nada extravagante, nada que requiriera mantenimiento de Win, ni siquiera una respuesta propia. Solo constantes pequeños recordatorios de que Bright se preocupaba por él. Fue intoxicante y adictivo.

Junto con la pequeña ropa que Win se había resignado a hacer para el bebé, también estaba tejiendo una bufanda para Bright. Para cuando el invierno descendiera a la montaña, estaría cálida y lista para él. Win ya no estaría allí para asegurarse de que la llevaba puesta, por supuesto, ya que para entonces estaría en la ciudad amamantando al bebé, pero esperaba que Bright sintiera su gratitud y afecto cada vez que se la envolviera en la garganta. 

Un golpe sonó en el costado de la casa, y Win se sacudió, levantando la vista del pequeño suéter que estaba tejiendo para el bebé. Si bien no tenía dudas de que los Plowden le comprarían al niño la ropa de bebé más moderna de la ciudad, mientras tanto no quería que el pequeño estuviera desnudo. El bebé podría ser el hijo de un monstruo, pero aún sería un bebé vulnerable, con carne nueva y piel tierna. Entonces, el hilo que Win usó fue extremadamente suave para ser gentil contra él. 

—Un momento —gritó. —Estoy contigo en un momento—. Al llegar al final de la fila, Win levantó la vista para encontrar a Rodes, el cartero había llegado a la esquina del porche con un sobre en la mano extendida. 

—Perdón por molestarte. Carta para el nuevo doc —dijo Rodes, refiriéndose a Bright. —El sello está roto, Sr. Monkburn, pero juro que no fui yo quien lo hizo. Llegó a mi cartera de esa manera. 

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Nota: Win Monkburn porque Opapasito, digo, Opas-iamkajorn está difícil de leer
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Win hizo un gesto a Rodes hacia adelante y tomó el sobre cremoso y grueso de sus dedos rechonchos. 

—Te creo. Hay una tarta de melocotón enfriándose en el mostrador de la cocina para pagar. Lo siento, no tengo monedas. Sin embargo, mi papá ha bajado al banco en Blumzound hoy. Te prometo que tendremos algo más para ti en tu próxima visita.

Sin embargo, Rodes estaba bastante contento con la tarta de melocotón, porque a todos les encantaba la repostería de Papá. Silbando, siguió su camino. Win comenzó a recoger su tejido de punto nuevamente, pero mientras lo hacía, buscó el sobre. Con el sello roto, la carta se soltó, cayendo a las tablas del suelo del porche, junto con una fotografía. Win recogió los artículos, deslizando la nota de varias páginas en el sobre blanco cremoso, con la intención de hacer lo mismo con la imagen, pero en lugar de eso, se detuvo junto a la imagen.