𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟏

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— Ahora, como dije antes, vamos a tomar un descanso y... a jugar un pequeño juego —anunció Adhara levantándose de su asiento mientras rompía el silencio formado observando al director quien comenzó a sentir pánico.

Lo cual no era sorpresa después de como anunció el descanso hace unos minutos. Con todo lo que se había revelado a lo largo de estos ocho capítulos, las sospechas y lo que estaba por leerse; no cabía duda alguna que Albus Dumbledore no tendría ninguna oportunidad de salir con vida de ahí.

— Los niños deberían estirar las piernas e ir a tomar un poco de aire —sugirió mientras abría las puertas del Gran Comedor.

Los niños que se encontraban en la zona aislada, los estudiantes desde primer hasta tercer año y unos pocos de años superiores se levantaron de sus lugares y salieron del Gran Comedor sin que nadie dijera una palabra más.

— ¿Y si yo también quiero jugar al juego? —cuestionó uno de los pocos niños que se quedó atrás ladeando la cabeza mientras la veía con curiosidad.

— Podéis quedaros, pero si queréis jugar debéis ir acompañados de un adulto —contestó segundos después antes de dirigirse a todos nuevamente con una gran sonrisa—. Damas y caballeros, creo que es hora de que comience el juego del Karma. Sin importar que tanto lo lastiméis, no morirá. Ni siquiera si le arrancáis las extremidades y no coaguláis las heridas o si decidís extirpar todos sus órganos. No importa que hagáis o qué métodos uséis, será imposible que muera antes de que finalice la lectura.

» No se merece que le dé ese placer tan pronto. Con esto dicho solo queda decir... Diviértanse. «

Albus Dumbledore dejó de sentir las ataduras invisibles en su cuerpo y volvió a sentir como si magia fluía por todo su cuerpo luego de que Adhara finalizará su explicación. Pero antes de que pudiera llevar a cabo su intento de escapar, acabó en el interior de una jaula. Tocó los barrotes por un momento y no tardó en echarse atrás ante la corriente eléctrica que salió de los barrotes y se instaló por todo su cuerpo.

Mientras se retorcía podía oír los pasos de alguien acercándose hacia donde estaba, por el sonido de unos tacones golpeando el suelo podía deducir que era una mujer. Abrió los ojos intentando descifrar quién era y en cuanto lo descubrió, prefirió no haberlo hecho.

Lady Lestrange era la persona yendo en dirección a Albus Dumbledore, la gente podía ver cómo sostenía su varita con su mano derecha. Sin embargo, la vista que tenía el actual prisionero era un tanto distinta, él podía visualizar una daga escondida en la pierna izquierda de Lady Lestrange y no le cabía duda de que ella no dudaría en usarla contra él.

— ¿No crees que sea mala idea mostrar esto a los niños? —cuestionó en voz baja Lord Gaunt observando como los diez niños que habían quedado atrás se acercaban a ver lo que haría Lady Lestrange.

𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀 || 𝐓𝐎𝐌 𝐑𝐈𝐃𝐃𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora