𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖

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— ¿A quién le gustaría leer ahora?

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— ¿A quién le gustaría leer ahora?

— A mí me gustaría —alzó la voz Lady Tonks mientras dejaba a su hija en brazos de su esposo y el libro llegaba a sus manos.

— ¿Cuanto más vamos a seguir leyendo? —preguntó Nymphadora cansada de estar sentada sin poder moverse.

— Si gustan, podemos crear un pequeño espacio para que los niños jueguen mientras nosotros continuamos con la lectura —sugirió Hermione con una sonrisa.

Los más pequeños se mostraron interesados en eso y miraron a sus padres para que aceptaran, aunque Molly se veía renuente no tuvo elección ya que su esposo aceptó al igual que Lord y Lady Tonks, iba a ser una minoría.

Nada más ver que los adultos habían aceptado los niños corrieron hacia el área insonorizada recientemente creada para jugar. El pequeño Bill cargó a Percy está ahí mientras vigilaba a que Charlie no se cayera, al igual que con la joven Tonks.

Los adultos sonrieron mientras veían a los niños jugar con los juguetes que también habían aparecido, debía ser aburrido para ellos escuchar la lectura cuando no entendían bien lo que estaba ocurriendo.

Lady Tonks abrió nuevamente el libro y mientras las palabras se formaban, observó el holograma del pequeño Harry tumbado en el suelo con el abrigo de Hagrid, siendo usado como manta, sobre él.

Capítulo seis: El Callejón Diagon —comenzó a leer llamando la atención de todos, que dejaron de mirar a los niños jugar para ahora ver hacia el holograma.

Cabe decir que Dumbledore se encontraba restringido, no es que alguien se hubiera dado cuenta, en su lugar sin poder moverse para evitar que intentara hacer una estupidez por cortesía de Adhara. A quien le gustaba ver cómo intentaba hacer algo sin éxito y tenía que acabar rindiéndose mientras la observaba con odio. En verdad era divertido y lo más interesante en esos momentos.

— ¿Está intentando entrar en tu mente otra vez? —susurró Lord Slytherin al ver que no apartaba su vista del director.

— Está intentando parar esto —negó con una sonrisa ladina—, lo malo es que no puede moverse y tampoco hablar. Pobrecito —añadió mientras escuchaba a Lady Tonks.

Al levantarse, Harry, observó con desconcierto al gigante dormido en el sofá, lo primero que se le pasó por la cabeza fue como su primo había crecido tanto.

— Drian.

— Me acababa de levantar —se excusó.

No fue hasta que se fijó en el abrigo que se encontraba usando como manta, y por el ruido de algo golpeando a la ventana, que recordó lo sucedido la noche anterior.

𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀 || 𝐓𝐎𝐌 𝐑𝐈𝐃𝐃𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora