𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟖

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Algunos de los que habían salido del Gran Comedor anteriormente preguntaron qué había pasado en el tiempo que estuvieron afuera, claramente estaban al tanto de la lectura todavía como Adhara había predicho y seguramente se quedarían de ahora en ad...

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Algunos de los que habían salido del Gran Comedor anteriormente preguntaron qué había pasado en el tiempo que estuvieron afuera, claramente estaban al tanto de la lectura todavía como Adhara había predicho y seguramente se quedarían de ahora en adelante.

Rodolphus Lestrange y su esposa comían en silencio mientras Rabastan se encontraba ido jugando con la comida en su plato y con una sonrisa boba en los labios, parecía ser el único en no darse cuenta de que iba a morir en un futuro no muy lejano al estar tan concentrado en el hecho de que su alma gemela era la señorita Evans.

Por otro lado la familia Evans se le notaba más tranquila respecto a la noticia: el señor Evans refunfuñaba pero ese joven le parecía un mejor partido que Vernon Dursley así que no tenía muchas quejas; la señora Evans escuchaba a su esposo y a momentos golpeaba su cabeza cuando iba demasiado lejos con sus comentario; y, por otro lado, Lily molestaba a su hermana por ello aunque Petunia no parecía ser capaz de escucharla mientras su cabeza intentan procesar toda esa información. A veces su mirada iba hacia donde se encontraba Rabastan, pero la desviaba de inmediato avergonzada.

Y finalmente Hadrian miraba a Adhara de forma acusadora por no haberle dicho nada por tantos años.

— Si tu tía no quería decirte nada, no es mi problema.

— ¡Pero–! Estuve intentando que saliera con alguien porque no quería verla pasar el resto de sus días solas sin su alma gemela, creía que era porque Vernon la había traumado.

— Tu tía no tiene una mentalidad tan débil —contestó golpeando la frente de Hadrian con suavidad.

— Creo que a este paso terminaremos de leer los libros en una semana más o menos —comentó Deimos dando de comer un trozo de comida a Hadrian.

— Terminaremos el primer libro hoy si nadie tiene quejas —habló Adhara mirando en dirección a su padre—. Mañana me sentaré con Rien y Ruka, será lo mejor.

— Seguramente —asintió Deimos recordando ese año, fue uno muy estresante aunque todo resultó bien al final.

Lord Gaunt deseaba preguntar qué era lo que ocurría en el siguiente libro que los volvía tan silenciosos incluso su versión futura parecía pensativo.

— Ahora podré saber qué hizo exactamente mi versión del diario.

— Creí que tenías sus recuerdos.

— Más o menos, es bueno asegurarse —respondió besando sus labios.

— Celoso —masculló con una sonrisa en sus labios mientras le daba un pico antes de continuar su comida—. Los próximos capítulos serán liosos.

𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀 || 𝐓𝐎𝐌 𝐑𝐈𝐃𝐃𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora