𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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Las palmas de sus manos sostuvieron su cabeza por unos instantes antes de que las pasara por su cabello mientras observaba su reflejo en el espejo junto al de alguien más, que se encontraba a unos metros de ella.

— Heli, ¿está todo listo? —preguntó con tranquilidad arreglando sus pelos sueltos.

— Todo está listo para esta noche y ya me encargué de enviar las cartas pidiendo su presencia, solo necesito asegurarme de que las han recibido —contestó antes de añadir con cautela preocupado—. ¿Está segura de no querer cancelar el concierto y descansar un poco? Lord Black ya le avisó que el viaje la cansaría más de lo normal, además lleva días sin descansar.

— ¿Por qué vuelves a ser tan formal? —regañó acercándose a él.

Helio llevaba una extraña racha de hablar formal e informal con ella desde el incidente y comenzaba a molestarle.

— Heli, estoy bien —aseguró acariciando su cabello—. Todo saldrá bien, no hay de qué preocuparse así que deja de actuar así y ve a ver que todo esté listo.

Era un concierto benéfico que los chicos habían planeado por mucho tiempo y ahora era la única que podía llevarlo a cabo por las circunstancias.

Era gracioso porque había sido la primera en mostrarse reacia al respecto, pero al final nunca podía rechazar una petición de ellos...

Sería su último acto para ello antes de llevar a cabo el plan, después de ello...

— Sí, mi lady —contestó Helio aún inseguro haciendo que frunciera el ceño.

— Helio.

Si quería ser formal, no había razón para llamarlo por su apodo.

— Sí, Adha —corrigió ante su mirada y tono de advertencia—. Sales en cinco —informó observando su reloj cambiando de tema.

— Andando, pues.

El joven Malfoy abrió la puerta del camerino para Adhara y la escoltó hasta el escenario.

Respiró hondo dirigiendo sus manos hacia uno de los anillos que se encontraban colgando de su cuello buscando tranquilidad y no perder el control de ella misma. Una sonrisa apareció en su rostro mientras daba un paso saliendo al escenario.

— ¡¿Estáis listos, Shibuya?! —preguntó dirigiéndose a la multitud.

Tanto sus movimientos como el tono de su voz eran perfectos mientras se movía por el escenario cautivando a todos. En algún momento del concierto se encontró con unos ojos castaño oscuro entre la multitud que causaron su distracción por un milisegundo antes de continuar con la actuación, no volvió a cruzar la mirada con los ojos de esa persona en toda la función.

𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀 || 𝐓𝐎𝐌 𝐑𝐈𝐃𝐃𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora