𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟗

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— Muy bien —habló Mio levantándose mientras sonreía y tanto Haruki como Aine tomaban a Adhara de los brazos—, creo que es hora de un descanso

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— Muy bien —habló Mio levantándose mientras sonreía y tanto Haruki como Aine tomaban a Adhara de los brazos—, creo que es hora de un descanso. Si nos disculpan, tenemos unos asuntos que resolver. No se preocupen por nosotros.

— De esta no te libras —susurraron los chicos haciendo que chasquea su lengua mientras la arrastraban fuera del Gran Comedor.

No dejaron de arrastrarla hasta que estuvieron en la torre de astronomía, en donde Adhara se enfrentaba a los tres que la miraban con los brazos cruzados y una mirada acusatoria.

— ¿Qué? —cuestionó, no iba a dar su brazo a torcer.

— Dijiste que haríamos las cosas juntos.

— Que nos dejarías compartir tu carga.

— Pero has hecho un trato para que todos seamos felices menos tú.

— Chicos...

— No puedes esperar que aceptemos a tener una nueva vida mientras tú vives la misma sin nosotros, Karu —negó Mio con preocupación—. ¿En serio crees que aceptaríamos eso?

— Karu, deja de sacrificarte por nosotros.

— Tú también mereces ser feliz.

— No hay vuelta atrás —negó, pero se sentía incapaz de sostenerlos la mirada—. Yo...

— Lo sabemos, Madre Magia nos mostró lo que pasó —murmuró Haruki abrazando a su hermana.

Cuando ellos cayeron en la inconsciencia y su magia comenzó a desvanecerse, ella fue en busca de Kliment para conseguir el antídoto y... murió, habló con Madre Magia e hicieron un trato.

Pero toda magia tenía un precio a pesar de que era para enmendar errores, jugar con el destino y el tiempo tenía sus consecuencias y aún si debían dejar que el transcurso de las cosas fluyera como estaba destinado por un tiempo, no era suficiente para pagar el precio si querían salvar la mayor cantidad de vidas posibles.

Para ello, Adhara ofreció ser quien reviviera lo que ya había vivido y para que el orden de las cosas se equilibrara, eso equivalía entre dieciocho y veinticinco años de su vida y, conociéndola, tras ese tiempo ella jamás pisaría sus vidas nuevamente... por eso también firmó con Madre Magia que olvidarían su existencia.

La gente del pasado recordaría lo esencial para cambiar el futuro, tendrían premoniciones si no conseguían su objetivo. La lectura era esencial para que, aunque no recordaran la lectura, supieran lo importante que era hacer caso a esas premoniciones y prevenirlas.

— Pero no puedes esperar a que nos quedemos de brazos cruzados —comentó Aine sonriendo.

— Dijimos que compartiríamos tu carga...

— Y lo haremos.

— ¡No! —negó— No podéis hacer eso, eso significaría...

Que ellos también deberían vivir lo que ya vivieron.

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⏰ Última actualización: Jul 17 ⏰

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𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀 || 𝐓𝐎𝐌 𝐑𝐈𝐃𝐃𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora