Capitulo 13

2 0 0
                                    

Emma se sentía incomoda en ese momento, esperaba encontrar la salvación, algún vecino o que abrieran la puerta de la casa donde se encontraban.
<<Joder... ¿qué se supone que tengo que decir?, ya pasaron varios minutos y esto es muy incómodo>> se repetía la joven una y otra vez hasta que decidió hablar.
-Oye...- comenzó nerviosamente logrando captar la atención del joven.
-¿sí?
-¿Y sí mejor preguntamos a algún vecino o vamos con otro conocido?
-Podría ser buena idea- dijo Daniel girando el picaporte de la casa donde se encontraban, que curiosamente estaba abierta.
Los jóvenes cruzaron unas miradas llenas de terror, pero asintiendo con la cabeza para entrar en ella.
-¿Hola?- comenzó a decir Daniel mientras en su mente le rondaba la idea de un asesinato. <<Has visto demasiadas películas, así que tranquilízate de una buena vez>>
Y de pronto un fuerte ruido se escuchó, este provenía de unas escaleras que se encontraban al lado de una cocina totalmente blanca.
<<Okay, respira esta es la parte en la que el hombre de la película sube a revisar y descubre a un cadáver tirado en medio del pasillo con un charco de sangre...>> decía Daniel en su mente... el miedo lo estaba matando.
-¡Ahh! ¡Daniel!- se escucharon los gritos de Emma por la sala.
Daniel no dudo en ir rápidamente con su compañera.
-¿Que pasó, estas bien?- preguntó muy asustado
-A...algo se a...acaba de mover entre los sillones- comenzó Emma con la voz repleta de miedo y poniéndose detrás de Daniel.
El chico miró a los alrededores en busca de algún palo, para su suerte había un bate metálico azul con letras amarillas y gruesas ya despintadas, el cual, Daniel no dudo en tomarlo.
Se acercó sigilosamente a donde Emma había visto un movimiento extraño, tomó el bate con más fuerzas ya que estaba sudando de lo que le esperaba ahí...
Emma recibió un fuerte golpe en la nuca, y antes de que Daniel pudiera ir a ayudarla el recibió uno en donde mismo.
-¿Pero que...?- dijo el joven con un tono demasiado bajo como para ser escuchado hasta por la misma Emma.

-¿Pero qué demonios?- dijo Emma despertando muy adolorida.
Daniel no tardó en despertarse y formular la misma pregunta seguido de otra.
-¿Estás bien?
-¿Me veo bien?- dijo Emma con un todo de fastidio.
-Perdón... ¿Dónde estamos?- decía Daniel tratando de aminorar el dolor frotando de forma ligera su cabeza.
-En el piso de mi casa- dijo una voz totalmente desconocida para Emma, pero más que reconocible para Daniel.
-Tía Berenice ¿Por qué nos golpeó de esa forma?- comenzó Daniel muy molesto.
-Jovencito, porque entraron a mi casa sin tocar y por traer a una desconocida a mi casa.
-Tía Berenice ¿Perdió sus lentes verdad?- dijo el chico volteando sus ojos.
- La señora se levantó de su silla mecedora y le dio un zape al joven.
-¿Y eso por qué demonios fue?
-Por tocar mi bate autografiado. te he dicho cientos de veces que no soy como las casas de empeño: cada dos por tres reciben bigotes de Hitler.
-¿Eso que...- y el chico recibió otro zape.
La discusión se veía eterna, Emma estaba confundida, cuando empezó a incorporarse pudo nota un gran charco de sangre entre los dos sillones. donde había observado el movimiento antes.
-¡¿Que mierda es eso?!- gritó aterrada.

Empezar de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora