Segundo arco: Puente al caos.

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"Si tan sólo hubiera sido un poco más inteligente, sólo un poco más, no habría abandonado Verum". Se reprendía Angus.

El experimentado mago y guerrero sabía que las cosas no iban bien en la ciudad capital.

Se dio cuenta demasiado tarde, que el ejército de Petram estaba siendo demasiado esquivo con el suyo, a pesar de tener mejor armamento y mayor número.

"Nos estaban reteniendo, alejándonos de donde realmente deberíamos estar"

No le importaba ser tachado como un desertor, debía volver a la ciudad. Si la Capital caía ante ellos, el caos sería incontrolable.

El Mago Más Fuerte surcaba los cielos aferrado a las greñas de su invocación. La serpiente de color jade, con cuatro alas plumosas saliendo de su extenso cuerpo era la más veloz que podía invocar, y llevaba más de doce horas viajando para alcanzar a la capital.

No iba solo, ya que con Angus regresaba un soldado llamado Pachikov, quien atendería si las razones de Angus para huir del frente de batalla eran realistas, o si simplemente estaba desertando del ejército.

Angus no creía mucho en que esa sea la razón real por la que el hombre esté aguantando tanto, aún así, no tenía tiempo de preocuparse por el.

Mientras el Vrinto extendía y aleteaba, las velocidades alcanzadas eran mucho mas rápidas de lo que normalmente toleraría un mago o soldado cualquiera.

El Vrinto abrió su gran mandíbula, y Angus entendió el mensaje: Había algo cerca.

Frenaron, expectantes, pero duró muy poco, ya que la firma de dyn que percibían no era de un mago, ni soldado. Era un ave mensajera, que surcaba el cielo en busca de su destinatario.

Una vez el ave de color azul frenó frente a ellos, Angus ofreció su brazo. El pequeño pajarraco era del tamaño de un puño, y traía atada a su pierna una pequeña esquela.

Cuando Angus desdobló el papel, quedó helado por completo. No sólo por el contenido de la carta, si no por el idioma de la misma, el cuál era uno que muy pocas personas en el mundo deberían de conocer.

La traducción luego de unos segundos observando, resultó ser:

"Estamos de vuelta por fin, y te estamos esperando en Verum, traidor"

Apenas leyó todo arrugó el papel y lo volvió cenizas con su dyn de fuego.

—Vamos a tener que ir lo más rápido que puedas, Lúa —dijo a su invocación— Sujétese bien, soldado Pachikov.

"Tenemos que llegar a la capital, antes de que sea demasiado tarde".

El Legado De Thedras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora