Un nombre inquietante

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- ¡Venga! Ya lo estáis haciendo súper bien... - Podía ver la silueta de alguien alejarse. – Vamos, que no voy a hacerte nada, acércate un poco, dame la mano ¿vale?- Una mano estaba extendida frente a ella, la imagen era borrosa. – Perdóname, pero... necesito tiempo, te amo, pero necesito tiempo... - ¡Mati! ¿Me escuchas?... ¡Se nos hace tarde! ¡MATI! – Con un movimiento muy brusco terminó por sentarse en la cama y apenas sintió como algo la golpeó en la cabeza, haciendo que volviera a tenderse en la cama, pero esta vez por el dolor.

- ¡Auch! – Pudo escuchar a alguien quejarse. Y tan pronto como reaccionó se dio cuenta Eve estaba prácticamente sobre ella con una mano en la cabeza y la otra en la cama sosteniéndose para no caerle encima, Mati también tenía sus manos en su frente.

- ¿Qué pasó? ¿Eve? ¿Estás bien? – Preguntó al darse cuenta de la situación. – Perdón es que estaba teniendo un sueño super raro y justo cuando me senté me golpeé con algo.

- No fue con algo, fue con alguien y fue conmigo – Rió Eve y ambas terminaron por finalmente levantarse de la cama. – Entonces... ¿un sueño raro? – Preguntó la menor. – Si, no recuerdo muy bien, pero creo que no dormí muy bien. – Claramente Mati se veía muy cansada y a la vez parecía triste.

- ¡Vamos! Se nos hace tarde, esta vez si cociné, el desayuno está listo. Te espero abajo ¿te parece?. – Finalizó Eve mientras le daba un beso en la mejía y se dirigía hacia la puerta.

- Espera Eve, ¿Tú cómo estás?

- No te preocupes, no es que esté mejor que nunca, pero si estoy mucho mejor ahora, y también más feliz porque estás conmigo. – Esto hizo que Mati se sonrojara. – Bueno, yo... - No supo que decir.

- Ya lo sé, me amas. – la molestó – Pero mejor te espero abajo. – Dijo mientras terminaba por salir del cuarto de Mati.

POV Eve:

Mientras bajaba las gradas el pecho le dolía, claro que Mati solo estaba soñando, pero justo al despertarse también se podía notar triste, por lo que sabía que aquel nombre debía tener alguna historia que aún no le había sido contada, pero claro, también iba a darle su tiempo y espacio para que pudiera hacerlo.

Minutos después Mati bajó apresurada, Eve estaba lavando su plato y dio un pequeño brinco al sentir como alguien se acercaba desde atrás.

- ¡Oye! No pasada nada, soy yo. – Dijo Mati mientras daba un paso hacia atrás con las manos levantadas.

- Perdón, es que me asustaste. No te escuché llegar. – Dijo Eve. – Creo que ese plato me esta robando tu atención bromeó Mati y ambas rieron, la mayor se apresuró a desayunar y luego salieron juntas, Jaz las esperaba afuera por lo que decidieron caminar, en el trayecto se les unió Nat, y las cuatro llegaron juntas a la escuela, pasada la primera clase, Mati se despidió para ir a entrenar y al primer receso Nat tuvo que ir a ver unas cosas con el equipo de baloncesto.

Jaz y Eve fueron por algo de comer y luego buscaron una mesa para poder sentarse. – Entonces... ¿Vas a decirme cómo van las cosas con Mati? – Preguntó Jaz molestando a Eve.

– Pues nos estamos llevando bien, ya sabes, es una buena amiga. – respondió Eve para intentar disimular.

- Hay Evelyn, te conozco y también a Mati y sé que definitivamente no son solo "amigas", esas miradas, los gestos, verlas a las dos tan felices y el echo de que Mati al fin esté dejando ver ese lado suyo después de tanto tiempo. Nadie les cree que sean solo amigas. – Claro que Jaz no se dio cuanta de lo que había dicho. Y las dudas nuevamente invadieron a Eve, ¿verla así después de tanto tiempo?

- Bueno, lo de amigas es enserio. – Carcajeó Eve, ya que no pudo evitarlo ante el tono de burla de su amiga, claro que era en el buen sentido. – Bueno, vale, cuéntame. – Dijo Jaz que también reía.

- Tengo que admitir que es un poco complicado. – Comentó. – Pero también que es muy linda ¿sabes?, es amable y atenta conmigo, cuando estamos juntas, solo nosotras, podemos hablar de cualquier tontería y se siente bien.

- Evelyn Guijarro, ¡estás enamorada! – Le dijo Jaz en voz baja pero con mucha felicidad. – Cuéntame cómo empezó todo, quiero saberlo. – Dijo Jaz mientras la molestaba y Eve se sonrojaba un poco.

- Verás, fue la noche de la pijamada...

- ¡Lo sabía! – La interrumpió Jaz, pasó algo más ¿verdad?, cuéntame. – Jaz se veía super emocionada por sus amigas y Eve no podía dejar de sonreír, por lo que procedió a contarle lo sucedido, claro que omitió algunas cosas como la pequeña plática que tuvieron. – Y luego... bueno... ya sabes, terminé por darle un beso y ella me correspondió. – Dijo en tono bastante bajito y con la mirada en sus manos un poco avergonzada. Jaz gritó de emoción. – Jaz tranquila, nos van a escuchar, por cierto, no le digas a Mati que te conté ¿vale?

- No te preocupes, no voy a decirle nada, pero me alegro mucho. Ahora bien, hay cosas que también debes saber, por lo que veo Mati aún no ha tenido el valor para contarte y no soy yo quien deba hacerlo, por lo que solo te diré una cosa. – Esto preocupó un poco a Eve.

- Hace un tiempo Mati era una persona muy diferente, podríamos decir que era más directa con sus sentimientos, hace un momento te dije que hacía mucho no la veía tan feliz, hubo alguien que se encargó de apagar esa chispa que ella tenía, fue una época muy dura para ella, la situación la invadió tanto, al extremo que incluso dejó de competir, por alguna razón se sobre esforzó demás y terminó sufriendo una lesión, así que si crees en algún momento que la relación no esté siendo lo que esperabas, solo te pido que le seas clara, porque no quisiera ver a ninguna de las dos estar mal ¿Vale?. – Eve estaba sorprendida por lo que acababa de escuchar, ¿quién era esa persona que había lastimado a la chica alegre y amable que ella conocía? Acaso... aquel nombre resonó nuevamente en los pensamientos de Eve.

- Comprendo, no te preocupes Jaz, tomaré muy en cuenta tus palabras. – Respondió Eve

- Pero en general, me alegro mucho por ambas, hacen bonita pareja sabes, además debo admitir que desde e inicio se veía como se te iban lo ojos por ella y a ella por ti – Eve solo se tapó la cara con ambas manos y sonrió avergonzada.

- ¡Ya basta Jaz! – bromeó eve. – Me da un poco de pena. – ambas siguieron conversando por un rato y el resto del día pasó volando, entre las clases y que el baile finalmente sería en unas semanas, todos estaban preocupados, algunos buscaban con quien ir, otros qué usar y era una locura total, se venían las evaluaciones de medio curso y las clasificatorias para los equipos de baloncesto, así como la prueba que tanto esperaba Mati.

Fix me: Sun and MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora